Dos frases que pude
leer hace poco -con muy pocos días de diferencia- me han hecho recordar una
serie de iniciativas que implementamos en los parques Itchimbía y Metropolitano
en relación a los juegos tradicionales que se solían practicar hace muchos años
en el Ecuador...
Buscando una dirección de correo electrónico en mis archivos, encontré uno de mi colega y amiga Nancy Carchipulla quién colaboraba con los Amigos de TRAMA, en ese correo Nancy me adjuntaba unas fotos en las que se me ve saltando la soga como si tuviera veinte años o al menos veinte años menos. Nancy me adjuntó las fotos con un frase muy cordial: - ¡¡“…arqui, vea lo que encontré…”!!
Esas fotos fueron tomadas en el Parque Metropolitano en el área que implementamos para un programa de juegos tradicionales.
La otra frase fue
un comentario de mi sobrina Ana Cristina, hija de mi prima Maricarmen, al ver
un relato que reproduje hace poco sobre el parque Metropolitano Guangüiltagua… En
ese relato se veían varias fotos, entre otras una de varios niños disfrutando en el mismo espacio en el que me fotografiaron a mí… Cris hizo un
escueto pero caluroso comentario: - ¡¡”…los juegos de hace fuuu…”!! (Cris y su
hermana Rosa María, hicieron una pasantía en el Metropolitano en el 2008… y se
desempañaron como guías de los juegos tradicionales que promovimos para que la
gente los conozca y los disfrute…)
Así que motivado
por esas frases y aquellas fotos, me he sentado y he tratado de hilvanar los
recuerdos para poder contar algo sobre “los juegos de hace fuu…” en el
Metropolitano.
Como ya he
relatado, desde febrero de
2004 el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión tomó a su cargo la administración
integral del Parque Itchimbía (PI) y desde
diciembre de 2006 la del Parque Metropolitano Guangüiltagua (PMG), tras
ganar los concursos convocados por el “Municipio Metropolitano” y la
Corporación “Vida para Quito” para esas tareas.
En las propuestas que presentamos a esos concursos planteábamos recuperar aquellos espacios
verdes, convirtiéndolos en parques amigables dotándoles de adecuadas infraestructuras,
equipamientos y servicios para el desarrollo de actividades culturales,
recreativas y para el turismo… que permitieran elevar la calidad de vida de los
habitantes de la ciudad y la revalorización del concepto de “espacios públicos”
(incluyentes, democráticos y amigables).
Desde el inicio
de nuestra gestión, nos propusimos generar en ambos parques, áreas destinadas a
una recreación sana, diferente y abierta a un público de todas las edades.
Una de las primeras cosas que hicimos en el Itchimbía fue un estudio
que estuvo a cargo de nuestras colegas de CIUDAD, Jenny Maldonado y Anita
García titulado “Rescate de los Juegos Tradicionales del Ecuador”.
La necesidad de rescatar los juegos tradicionales era una respuesta al
cuestionamiento que nos hacíamos -ya desde esa época- sobre la conducta y
hábitos de los jóvenes pues mirábamos con preocupación una marcada adicción a
los juegos mecánicos o electrónicos.
Ese estudio apuntaba a la recuperación de los viejos juegos de nuestra
ciudad, con especial hincapié en las características de los participantes y los
requerimientos de materiales y de espacio físico que cada uno de los juegos
demanda para su ejercicio.
La identificación de casi 50
juegos tradicionales preveía su implementación en un área recreacional del
parque con el objeto de que niños, niñas, jóvenes y adultos puedan disfrutar de
esos juegos que son una combinación de ejercicio físico y creatividad; pues constituyen
actividades sanas, de bajo costo y propician la comunicación entre los
participantes de todas las edades.
En el Parque Metropolitano
Guangüiltagua el tema de la recreación, la cultura y el turismo estaban en
manos de nuestra colega Mayra Calderón.
A mediados de 2008, Mayra planteó
la necesidad de rehabilitar un espacio del parque para la práctica de los juegos
tradicionales ecuatorianos para promover la unión familiar y la convivencia
cordial entre diversas generaciones.
La idea era no solo rescatar los
juegos de antaño en un documento, sino promover su práctica a través de la
transmisión de las viejas prácticas recreativas gracias al trabajo de monitores
especializados y a la interacción de abuelos, padres y niños en un espacio
adecuado.
Bautizamos a este proyecto
recreativo con el sugestivo nombre de: “Los juegos de hace fuuu…”,
implementamos un logo agradable que resumiera todo lo que estaba detrás de
aquella iniciativa y nos pusimos manos a la obra…
La propuesta era implementar “los juegos de hace fuu…” todos los domingos, durante el mes de agosto de ese año. Las actividades tuvieron tanta aceptación entre los usuarios del Parque Metropolitano, que debimos extenderlas hasta el mes de octubre atendiendo los domingos al público en general y los días viernes a instituciones educativas y campamentos de verano que nos visitaban.
Este proyecto recreativo buscaba ofrecer
a los usuarios del parque una nueva opción de esparcimiento para la época de
vacaciones con una actividad no convencional y a la vez atractiva que pudiese generar
actitudes como la generosidad, la tolerancia y el empoderamiento de nuestra
identidad.
Se pretendía para ello abrir un
espacio adecuado y accesible para la práctica de juegos tradicionales, que sea
reconocido y aceptado por los usuarios del Parque Metropolitano merced a la
participación de un equipo de trabajo que pudiera proyectase al futuro, reproduciendo
esta iniciativa del Consorcio Ciudad-Ecogestión en otros espacios públicos de
la ciudad.
Para este proyecto de rescate de los
Juegos Tradicionales se requirió la habilitación de un espacio para albergar el
conjunto de actividades previstas. Para ello, Mayra coordinó con nuestro colega
Bolívar Romero, encargado de todo lo que tenía que ver con los espacios
físicos en Parque Metropolitano
Guangüiltagua.
En el equipo del el Consorcio
CIUDAD-Ecogestión, Bolo era el encargado de los temas terrenos de nuestras
tareas en el parque: las edificaciones, el mantenimiento, la seguridad, la
jardinería, la limpieza, el cuidado de la infraestructura y el control de
nuevas construcciones; temas todos, ligados a su profesión de arquitecto.
Para el tema de los “Juegos de
hace fuu…” decidimos construir -casi sin presupuesto, contando sólo con la
colaboración y buena voluntad de los miembros de la microempresa “Ashintaco”-
una serie de pequeñas “obras” requeridas para el rescate y la práctica de los
juegos tradicionales.
Bolo tenía muy buena relación con
los “Ashintacos”, la mayor parte de ellos, habitantes de la Comuna Miraflores
del Parque Metropolitano; la forma amable de dirigirse a sus colaboradores, la
manera clara de explicar las cosas y el propósito de que aprendan a valorar nuestras
raíces y nuestras tradiciones, le granjeó el respeto, la confianza y el afecto
de todos ellos.
Bastaba que Bolívar insinuara que
íbamos a emprender alguna tarea o a ejecutar alguna obra para tales fines, para
que tuviera una legión de gente dispuesta a ejecutarla con cariño.
Bolo y Mayra
nos propusieron generar un área destinada a una recreación sana, diferente y
abierta a un público de todas las edades. Se rehabilitó así un acogedor espacio
para que en él se pudiera instaurar un lugar permanente de esparcimiento.
Denominamos a
ese espacio “Parque de los Guaguas”, donde además de inaugurar nuevos juegos
como la tarabita, el péndulo o los caballitos de madera, se restauró una vieja pista
de carritos eléctricos que recibimos semi-abandonada al hacernos cargo del
parque y se acondicionaron otros espacios para los juegos tradicionales
ecuatorianos.
En lo que fue la pista de aquellos carritos se eliminaron las señalizaciones viales, se repavimentaron las calzadas y se pintaron en ellas, diversos tipos de rayuelas y se adecuaron áreas para saltar la soga y para otros juegos de destreza y coordinación.
Bolo y los Ashintacos construyeron dos pequeñas ágoras previstas para acoger a los contadores de cuentos y para presentaciones de músicos y juglares.
Construyeron dos plataformas con piso de cerámica para la práctica de juegos como los trompos, las ula-ula, las perinolas y las macatetas; al igual que espacios tipo plazoletas para acoger a diversos tipos de rondas, bailes y canciones grupales.
Se despejaron
de vegetación y se nivelaron varias áreas adicionales para las carreras de
ensacados, las competencias de “tres pies” y otras para canchas de los juegos
de “cocos” y de “bolas” (como se conoce a las canicas en nuestro medio).
Para llevar a cabo esta idea se solicitó a Orlando Erazo que se encargue de toda la organización y producción del proyecto por su experiencia en la organización de eventos similares.
Mayra coordinaba todas las
actividades y Orlando se hizo cargo de su ejecución con el apoyo de diez monitores:
Sara Utreras, Cristina Avellaneda, Andrea Peñaherrera, Gabriela Gamboa, Ana
Paula Padilla, Marcelo Rodríguez, Stalin Coronel, Gabriela Ruiz, Alba Escobar y
Mónica Andrango y dos asistentes: Ana Cristina y Rosita Mantilla.
Por la magnitud de esta actividad
se previó la colaboración de Anita Torres (responsable de Comunicación del Consorcio);
de Julia Jaramillo y Catalina Paredes (del Centro de Información del Parque), de
Maricruz y Santiago Ponce y los demás colegas del Programa “El Parque Educa”;
así como del personal de las microempresas “Ashintaco” y de Guardabosques.
Se organizaron dos reuniones
importantes: la primera con los Monitores escogidos, para una inducción a los
temas del reglamento interno y los lineamientos con los cuales trabajaba el parque
y para establecer los días y horarios de sus labores, sus responsabilidades,
dinámica de trabajo, necesidades logísticas y otros aspectos necesarios antes
de iniciar el evento.
A la segunda reunión se convocó a
los representantes de las instituciones de apoyo: la EMAAP-Q, la Policía
Metropolitana, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Montada.
Para la ejecución de “Los Juegos
de hace Fuuu…” se trabajó en la creación de material informativo y un logotipo.
Esta imagen está presente en las camisetas de los monitores de los juegos y el las pancartas informativas colocadas en el Patio de los Guaguas.
Esta imagen está presente en las camisetas de los monitores de los juegos y el las pancartas informativas colocadas en el Patio de los Guaguas.
Los juegos individuales escogidos fueron:
Rayuela, Soga, Elástico, Canicas, Trompo, Perinola, Macateta, Ula-Ula, Cocos, Huevos de gato
Los juegos de grupo escogidos fueron:
Varias rondas infantiles para cantar y bailar (mantan-tiru-tirulá, el gato y el ratón y la gallinita ciega, entre otros) y competencias entre equipos (carreras de tres pies, carreras de ensacados, marros, avanzadas, entre otros).
Cabe aclarar que muchos otros juegos tradicionales se quedaron en carpeta, por más que se los trató de incluir. Debimos seleccionar unos pocos en función de los espacios que teníamos disponibles, el presupuesto y sobre todo, buscando variedad y atractivos para un público de todas las edades, por tratarse de actividades pensadas y dedicadas para toda la familia.
Para fines de julio toda la
información gráfica, los materiales, camisetas, gorras, pancartas, juegos,
selección de personal y acuerdos de funcionamiento estaban a punto y probados Anita lanzó un boletín de prensa y
en agosto dimos inicio a las actividades.
Un cálculo moderado mostró que
durante ese mes alrededor de mil doscientas personas por semana fueron atendidos
en el área de juegos tradicionales.
En total participaron al menos trece
mil personas durante los 3 meses y 19 fechas en las que se realizaron las
actividades de los “Juegos de Hace Fuuu…”.
El cierre de esta exitosa iniciativa
fue registrado en un vídeo que resume los objetivos del festival, da cuenta de
las actividades realizadas y permite conocer la opinión de los usuarios que
participaron en ellas.
Aspirábamos replicar este festival de juegos populares en los siguientes años pero a pesar de su éxito no tuvimos el apoyo de los burócratas de “Vida para Quito”.
El parque Metropolitano Guangüiltagua estuvo
bajo nuestra responsabilidad desde
diciembre de 2006 hasta
el 31 de agosto de 2010.
En todos esos años brindamos atención a más
de cien mil visitantes por mes en el Metropolitano. Fue un reto y una
experiencia apasionante y aleccionadora, creemos ahora que efectivamente
cumplimos adecuadamente y no les fallamos ni las autoridades ni a los
habitantes de Quito que confiaron en nosotros pero nuestro principal obstáculo fue
el boicot de los mandos medios de “Vida para Quito” no nos permitieron ser propositivos
ni creativos e hicieron de todo para impedirnos cumplir con nuestras labores, incluso
impidiéndonos ejecutar el presupuesto que teníamos establecido según nuestro
contrato.
¡Increíble!, nuestros contratantes… nuestros
principales enemigos...
¡Miserias humanas, cosas de la vida!
calla boomer
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