De
nudistas y coincidencias
En días pasados escribí un relato sobre la primera manifestación nudista en un espacio público en el Ecuador,
que tuvo lugar en el parque Itchimbía el domingo 13 de diciembre del 2009.
Ese encuentro nudista al que acudieron casi
un centenar de personas se desarrolló en el espacio denominado “El Ágora”
diseñado por mi amigo Hernán Burbano, en el sector conocido como el “Rincón de
los Sentidos”, sitio no muy transitado y protegido -por la vegetación y la
topografía- para que “fotógrafos” y “modelos” pudieran sentirse cómodos y a
gusto.
Como lo he
mencionado, estoy convencido de que las coincidencias no existen, nada es
casual y todo acontece cuando debe acontecer…. Al día siguiente de haber
concluido ese artículo, fui a una lubricadora para hacer lavar mi auto y,
mientras los operarios se ocupaban del vehículo, con jabón y potentes chorros
de agua, me puse a revisar algunas revistas que estaban arrumadas en desorden
en la sala de espera.
Encontré allí
un número atrasado de una publicación titulada “Crear Ambientes”, del año 2007.
Al echarle un vistazo, me topé en las páginas interiores con un artículo
titulado “Mobiliario de madera da vida a los parques de la ciudad”… en él se
daba cuenta de “la recuperación que “Vida para Quito” y el “Fondo de
Salvamento” (FONSAL) habían realizado en los parques de la urbe…” y se
reproducían varias fotos de las obras que realizamos en esos años en el Parque
Itchimbía: dos de los miradores-asaderos del “Mirador del los volcanes” situado
en el costado oriental del parque y una del “Cubo sin función” del “Rincón de los Sentidos”.
Las dos obras
fueron encargadas por el Consorcio CIUDAD-Ecogestión, diseñadas por el Arq. Hernán
Burbano y construidas por Technoswiss, sin embargo en la revista no se mencionaba
a nuestro Consorcio como el promotor de las obras, ni se daban los créditos al
diseñador. La empresa que construyó esas instalaciones, especializada en la confección
de estructuras de madera inmunizada, era mencionada indirectamente… en una de las
páginas de la revista se podía observar una publicidad a todo color con los
servicios que ofrece esa empresa y en las fotos se lee que fueron
proporcionadas por ella.
Nuestro
paso por el Itchimbía
Como ya he
relatado, merced a un convenio con el Municipio y la Corporación “Vida para
Quito,” el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión tomó a su cargo la gestión del
Parque Itchimbía desde mediados de enero de 2004 hasta agosto de 2010.
Un año antes el
Municipio había encargado a la Corporación la administración de los parques
Itchimbía y Metropolitano y ésta convocó a un concurso para
el manejo integral de esos parques por un período de tres años.
ECOGESTIÓN y
CIUDAD habían suscrito un convenio de cooperación interinstitucional y en ese marco,
presentaron una propuesta conjunta para la administración de los dos parques. El
concurso del Metropolitano fue declarado desierto pero en el concurso para
administrar el parque Itchimbía, fuimos declarados
ganadores.
En la
propuesta del Consorcio planteábamos como propósito de nuestra acción, la recuperación
de la loma del Itchimbía para convertirlo en un parque público dotado de
infraestructura, equipamiento y servicios adecuados para hacer posible el
desarrollo de actividades educativas, culturales, recreativas, turísticas y
ambientales; que permitiesen elevar la calidad de vida de los habitantes del centro
histórico y de la ciudad en general.
En la
propuesta planteábamos que el parque del Itchimbía debía ser un hito urbano, un
importante recurso cultural, natural-ambiental, recreativo, turístico y de
formación ciudadana.
Equipamientos previstos por CIUDAD-Ecogestión
para el Itchimbía
Entre muchos
otros innovadores equipamientos previstos en la
propuesta de nuestro Consorcio para el Parque Itchimbía, se destacaban dos a los que voy a
referirme en este relato: el “Mirador de
los volcanes” y el “Rincón de los Sentidos”. En ambos casos se preveía que deberían
construirse con materiales de bajo impacto y que resultasen no solo acogedores,
sino también armoniosos con el ambiente.
El “Mirador
de los volcanes” era un paseo natural que pensábamos debía construirse en
el parque provisto de tres miradores-asaderos que
propiciaran el vínculo del visitante con el Cayambe al norte, el Antisana al
este y el Cotopaxi al sur.
El Cayambe y el Antisana (izq.) desde el Itchimbía. |
Fotos de Nicolás Svistoonoff
Para el efecto, los miradores-asaderos estarían ubicados junto a un sendero peatonal que iría de norte a sur en el sector oriental del parque.
Diseño: arq. Hernán Burbano |
Se pensó que deberían construirse tres plataformas con piso de madera
cubiertas parcialmente, sobre estructura de madera
tratada, en el que se implantarían parrillas (de mampostería, hormigón y metal),
mesas y bancas empotradas (confeccionadas de madera tratada).
En cada mirador,
ubicado en medio de la vegetación, se implementarían además un baño y un sector
para fregadero de platos.
El “Rincón
de los Sentidos” se preveía como un conjunto de instalaciones de carácter
lúdico – educacional, con diseños de bajo impacto visual, que facilitarían la
práctica de actividades como: conversatorios, encuentros, talleres de arte y
experimentación sensorial.
Foto de Nicolás Svistoonoff
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Entre los
conceptos e ideas-fuerza subyacentes en la propuesta del “Rincón de los
sentidos”, se señalaba que el “rincón”, sería “un espacio que acogiera la
imaginación y la creatividad colectivas, un lugar de aprendizaje y de fiesta…” pensado
para privilegiar la función social del parque.
Se preveía
equipar al Itchimbía con elementos escultóricos, sencillos y vitales “que
acojan olores, movimientos, sonidos, fragancias y sabores de la naturaleza como
una parte vital, sustantiva y esencial del disfrute del parque”.
En la
propuesta se planteaba que el “Rincón de los sentidos” debería ser también un “rincón
para las artes”: espacios acogedores, algunos cubiertos, otros abiertos y
algunos incluso apenas insinuados, que se implantarían en un bosque de árboles
nativos en un territorio de aproximadamente una hectárea, relacionados a través
de un sendero de un metro de ancho.
En mi
discurso el día en que nos hicimos cargo del Parque Itchimbía, hice mención a
esos dos tipos de equipamientos:
Foto de Nicolás Svistoonoff
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Diseños de madera planificados para el
Itchimbía
En mayo de
2006 en un boletín electrónico emitido a manera de de rendición de cuentas de la
gestión del Consorcio CIUDAD-Ecogestión al frente del Parque Itchimbía, se
mencionaba lo siguiente:
“Luego de dos
años de manejo integral, el Parque Itchimbía, administrado por el Consorcio
Ciudad-Ecogestión, se ha consolidado
como un referente de educación ambiental y ciudadana, y de recreación y cultura
en el Distrito Metropolitano de Quito.
La variedad, calidad y cantidad de acciones realizadas dan cuenta de ello”.
En el acápite
“servicios e infraestructura” se hablaba de los diseños que habíamos encargado
a nuestro colega y amigo, arquitecto Hernán Burbano.
“Próximamente
se construirá el ‘Rincón de los Sentidos’, un paseo natural adecuado para la
creatividad y las artes y en la parte oriental se construyen tres
miradores-asaderos desde donde el visitante podrá admirar y disfrutar el
entorno natural que rodea la ciudad”.
Foto de Nicolás Svistoonoff
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El “Rincón de
los sentidos” busca convertirse en un ámbito que acoja la buena vista, la buena
música, los buenos olores, el aire agradable, la imaginación, la creatividad
colectiva… será un lugar para la fiesta, la comida, el juego, un ambiente
propicio para incentivar la cultura musical… un sitio para soñar y para hacer
cosas útiles.
Elementos tan
sencillos pero vitales como los olores, movimientos, sonidos y fragancias de la
naturaleza (árboles, flores, aves e insectos), incluso el aire puro, serán
parte esencial del parque.
Diseño: arq. Hernán Burbano
Los diseños de madera construidos en el Itchimbía
Para realizar
estas obras en el Parque Itchimbía, Hernán Burbano nos presentó en un primer
momento, una serie de bocetos, acompaños de pequeñas maquetas para poder
debatir y analizar sus ideas y sus propuesta. En esas tareas y en la toma de
decisiones participamos Ramiro Morejón, Director del Parque; Mario Vivero,
Coordinador Técnico y yo como presidente
del consorcio “Ciudad-Ecogestión”.
Cuando nos
pusimos de acuerdo en las características y pormenores de los elementos que
podríamos llevar a la práctica en razón básicamente de su factibilidad técnica
y sus costos, Hernán elaboró los planos definitivos y buscamos una empresa que
pudiera encargarse de su construcción.
Mediante un
concurso de ofertas seleccionamos a Technoswiss que ofrecía costos razonables,
plazos adecuados y garantizaba durabilidad y mantenimiento poco costosos pues
planteaba la confección de los diseños con madera preservada y tratada,
resistente a la intemperie y a los insectos.
Los elementos
que se pudieron construir en el Itchimbía durante nuestra administración fueron
los siguientes:
Cubo sin función: elemento escultórico previsto para integrar la vegetación (diversos
tipos de enredaderas) el color de sus flores, sus fragancias, el vuelo de las mariposas
y los colibrís y los trinos de las aves, con el paisaje, el entorno natural,
los árboles, la vegetación, la luz y el sol.
Diseño: arq. Hernán Burbano
Cubo de las artes: elemento escultórico-utilitario previsto para integrar diversas
actividades artísticas con el paisaje, el entorno natural, el calor, la luz y
el sol… Se lo previó para acoger talleres y actividades de enseñanza y practica de
artes plásticas (pintura, escultura, cerámica…), artes musicales (instrumentales
y vocales), artes escénicas (teatro, danza, mimo)... para que la creatividad, el
movimiento y el sonido se integren con la naturaleza y con los espectadores,
por ello se lo pensó como un espacio transparente para que las actividades que
allí se desarrollasen pudiesen ser observados desde afuera y para que quienes lo
utilicen puedan vincular su actividad con la vegetación y el paisaje.
Diseño: arq. Hernán Burbano
Laguna y puente: elemento paisajístico y escultórico-utilitario previsto para vincular
las caminatas y recorridos de los
visitantes, con los otros elementos del “Rincón de los Sentidos” y con el
paisaje, el entorno natural, el calor, la luz, el sol, el viento y el agua… La
pequeña laguna puede ser observada desde sus costados pero sus plantas
acuáticas, los peces y las ranas pueden ser vistos también desde el puente.
Esta estructura puede recibir también enredaderas de diverso tipo y acoger mariposas,
colibrís y muchas especies de insectos y de aves.
Diseño: arq. Hernán Burbano
Ágora y escenario: elemento utilitario previsto para integrar diversas actividades
artísticas, culturales, recreativas y turísticas en medio de un acogedor
entorno natural, el calor, la luz y el sol… Se lo previó para presentaciones
musicales (cantantes, conciertos), artes escénicas (teatro, danza, mimo…); charlas,
debates… para que la creatividad, el movimiento, la palabra y el sonido se
integren con la naturaleza y con los espectadores, por ello se lo pensó como un
espacio abierto, con graderíos vegetales, protegido y acogedor para que las
actividades que allí se desarrollen puedan ser disfrutadas en medio de la vegetación
y el paisaje natural.
Diseño: arq. Hernán Burbano
Miradores asaderos: elementos utilitarios previstos para integrar diversas actividades
familiares y grupales como un servicio para los usuarios y visitantes del
parque. Para su uso se debe hacer una reservación previa y se estableció un
pago simbólico para garantizar su mantenimiento y aseo. Cada mirador está
orientado hacia uno de los volcanes que pueden ser observados desde el
Itchimbía: el Cotopaxi al sur, el Antisana al este y el Cayambe al norte; pero
están estratégicamente ubicados para vincularlos también con el paisaje natural
del parque y de su entorno, con la ciudad, el calor, la luz, el sol, las aves,
los árboles y la vegetación nativa…
Diseño: arq. Hernán Burbano
Cada mirador
dispone de una plataforma cubierta, un par de mesas con sus respectivas bancas,
una parrilla para preparar asados con campana extractora de humo y un mesón para preparar los alimentos,
provisto de lavaplatos.
Diseño: arq. Hernán Burbano |
Todas estas edificaciones se complementaron con
una adecuada señalética que fue diseñada por el arquitecto Luis Bossano y su
esposa la diseñadora María Isabel Castro.
En general,
tanto los Miradores cuanto los elementos del “Rincón de los Sentidos” fueron
bien recibidos y aceptados y han sido cuidados por los usuarios del Parque…
Los contratos
de administración del parque Itchimbía y del Metropolitano Guangüiltagua (que
también estuvo bajo nuestra responsabilidad) finalizaron el 31 de agosto de
2010.
En casi siete
años en los que el manejo integral de esos espacios públicos estuvo bajo
nuestra responsabilidad, brindamos atención a más de veinticinco mil visitantes
mensuales en el Itchimbía y a cerca de cien mil en el Metropolitano;
ejecutamos con seriedad y responsabilidad, numerosas obras de infraestructura
y múltiples actividades y servicios.
Al terminar
nuestras labores en los parques, en un acto público, dejé constancia de nuestro
agradecimiento al Municipio Metropolitano, a “Vida para Quito”, al personal que
laboró en los parques y sobre todo a los usuarios, visitantes, vecinos, amigos
e instituciones que con su apoyo y confianza hicieron posible nuestra gestión
exitosa durante esos años. Tratamos -y creo que lo conseguimos- de que los dos
parques fueran espacios respetuosos y acogedores del ser humano y la vida.