viernes, 25 de octubre de 2013

Uruguay 1: El coloquio CIUDAGUA 88



Cuando en 1983 concluí mi investigación sobre la “Movilidad Urbana en Quito” que emprendimos en CIUDAD con el apoyo del “Instituto de Investigaciones del Transporte de Francia”, decidimos que resultaba importante un debate amplio sobre el tema, así que en julio de 1985 organizamos con el IRT, un gran Seminario-Taller sobre “Transporte y Servicios Urbanos en América Latina”.

Ese evento fue un verdadero éxito. Logramos reunir 27 ponentes ecuatorianos, 33 latinoamericanos, 11 franceses y 3 de otras nacionalidades y -posteriormente- publicamos en Francia, en dos volúmenes, las ponencias, resultados y conclusiones del debate gracias a un enorme esfuerzo de nuestros colegas Etienne Henry y Oscar Figueroa que trabajaban en el IRT.

Una de sus más importantes consecuencias de este evento fue la creación de una “Red de Estudios de los Servicios Urbanos en América Latina” que bautizamos con el nombre de “REDES” cuya coordinación se me encargó a mí en un primer momento.

A principios de 1986 recibimos en CIUDAD la visita de Jean Marie Tetart, secretario adjunto de la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU); esta organización que agrupaba a gobiernos locales de todo el mundo, estaba interesada en impulsar un Coloquio América Latina - Europa en relación a la problemática del agua y el saneamiento.

Jean Marie se había enterado de la constitución de REDES luego de una conversación con nuestro amigo Etienne y venía a proponernos que REDES tuviera un rol protagónico en esta iniciativa.

Diego Carrión -a la época director de CIUDAD- y yo -como coordinador de REDES-, recibimos a este visitante en nuestra oficina y luego de escucharle le manifestamos nuestro interés de sumarnos a esa iniciativa. Simultáneamente le planteamos sin embargo, que la problemática de los servicios urbanos era en ese momento un tema poco conocido y poco estudiado en los países de nuestra región. En casi todos se disponía de información proveniente de aproximaciones técnicas, pues la gestión de las necesidades, así como la búsqueda de soluciones a las demandas sociales en materia de agua potable y saneamiento habían estado básicamente en manos de ingenieros civiles y sanitarios pero en general, muy pocas instituciones e investigadores habían estudiado la problemática del agua y el saneamiento desde enfoques vinculados a las ciencias sociales.

En la región eran casi inexistentes lecturas de ese tema desde la sociología, la antropología, el urbanismo, la geografía, la historia, la jurisprudencia, la economía o la ecología.    

Con Diego convencimos a Jean Marie de que antes de emprender un diálogo con los países del viejo continente, era indispensable partir de un examen sobre la situación y realidad del agua y el saneamiento en las ciudades de nuestro continente, de una suerte de radiografía del “estado del arte”… le plantemos que era indispensable emprender una serie de estudios serios que deberían efectuarse en varias ciudades representativas de la región.

Jean Marie estuvo de acuerdo en este planteamiento y se comprometió a buscar fuentes de financiamiento europeas que pudiesen proveer los recursos necesarios tanto para emprender las investigaciones cuanto para poner en marcha el operativo logístico del Coloquio.

Discutimos el tema de plazos y presupuesto y por fin nos pusimos de acuerdo en el número de ciudades que participarían es este reto. Aceptó dejar en nuestras manos la búsqueda de colegas que podrían asumir esta aventura académica y emprender las acciones de investigación previstas -en el tiempo acorado y con los montos que podría transferirnos la FMCU-.      

Así pues, cuando tuvimos luz verde a nivel presupuestario a inicios de 1987, emprendí en CIUDAD la investigación titulada “Agua y saneamiento en los barrios populares de Quito” y como coordinador de REDES facilité otros cinco estudios sobre la problemática del agua en otras cinco ciudades de nuestra región: Bogotá, Buenos Aires, Lima, Sao Paulo y Santiago, realizados por colegas de “REDES”.

Los Centros de Investigación que participaron en el programa de investigación mencionado fueron: el Centro de Estudios del Desarrollo Económico (CEDE) de la Universidad Los Andes de Bogotá - Colombia;  el Centro de Estudios Urbanos y Regionales (CEUR) de Buenos Aires – Argentina;  el Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional (CIDAP) de Lima – Perú; el Centro de Estudios de Cultura Contemporánea (CEDEC) de Sao Paulo – Brasil; el Centro de Estudios Sociales y Educación (SUR) de Santiago – Chile y el Centro de Investigaciones CIUDAD, de Quito - Ecuador.

Los recursos para emprender estos trabajos fueron una contribución del “Plan Urbano” del Ministerio del Equipamiento de Francia y el Centro Internacional del agua de la ciudad de Nancy.

El Comité Científico de este interesante proceso de cooperación norte–sur y sur-sur estuvo conformado por las siguientes personas: Fernando Brunstein del CEUR (Buenos Aires); Luis Mauricio Cuervo del CIDER (Bogotá); Néstor Espinoza del CIDAP (Lima); Daniel Faudry del Instituto de Ingeniería Urbana (Lyon); Pedro Jacobi del CEDEC (Sao Paulo); Marcelo Nowersztern de la FMCU (París); Alfredo Rodríguez de SUR (Santiago) y Mario Vásconez de CIUDAD (Quito).

Durante el proceso los responsables de los trabajos nos reunimos en Lima en dos oportunidades en un primer seminario-taller de arranque y planificación y en otro, intermedio, para verificar los avances y discutir asuntos conceptuales, metodológicos y de contenidos. En estos eventos se coordinaron los avances de las investigaciones y se adelantaron asuntos inherentes a la organización académica del Coloquio que se previó realizar en el siguiente año.

Así pues, con los resultados de las investigaciones, que las desarrollamos en algo más de un año,  organizamos con la FMCU un gigantesco coloquio llamado CIUDAGUA 88 - “Encuentro América Latina – Europa sobre el acceso de la población a los servicios de agua y saneamiento en las ciudades de América Latina”.

El encuentro CIUDAGUA 88 se realizó en la ciudad de Montevideo, entre el 1 y el 5 de agosto de 1988. Fue organizado en forma conjunta por la FMCU (Federación Mundial de Ciudades Unidas), OSE (Obras Sanitarias del Estado) de Uruguay, las Intendencias Municipales de Canelones y Montevideo y REDES (Red de Estudios de los Servicios Urbanos en América Latina). 

El Comité de Organización de este titánico esfuerzo estuvo formado por: Jean-Marie TETART (Secretario General adjunto de la FMCU); Marcelo NOWERSZTERN (Coordinador general de la FMCU); Manfred DICKEL (Coordinador en Europa de la FMCU); Daniel FAUDRY (Responsable científico); Mario VASCONEZ (Responsable de REDES); Jorge CAVIGLIA (Presidente de Obras Sanitarias del Estado, Uruguay); Margot AGOSTA (Delegada de la Intendencia Municipal de Canelones) y Ana María RUGGIA (delegada de la Intendencia Municipal de Montevideo).
Los miembros del Comité de Organización nos reunimos en Montevideo en dos oportunidades antes del Coloquio; en esos talleres de una semana de trabajo, pudimos avanzar en las rareas de coordinación y planificación y verificar los avances de la logística relativa a la organización de esta enorme cita intercontinental.

En esas reuniones llegamos al acuerdo de invitar al coloquio a 350 personas (de 100 ciudades de 20 países de América Latina); en ese número de participantes se incluirían en proporción semejante -por una parte- a representantes políticos (alcaldes, prefectos, intendentes, concejales); funcionario y técnicos de los municipios y de las empresas prestatarias de los servicios de agua y saneamiento cuya invitación la realizaría directamente la FMCU; y -por otra parte- a investigadores de ONG y universidades así como a dirigentes de organizaciones populares, cuya invitación la realizaríamos los Centros de REDES.

La responsabilidad logística y organizativa estaría a cargo de la FMCU junto a diversas instituciones locales y la responsabilidad académica, la asumimos los centros de investigación asociados a “REDES”.

Quienes habíamos desarrollado las investigaciones sobre la problemática del agua y saneamiento en las seis ciudades seleccionadas presentamos las ponencias centrales del evento y otros colegas de “REDES” de otras ciudades de la región, así como representantes de otras institucionales públicas y académicas de América Latina y Europa presentaron ponencias sobre la temática del Coloquio, introdujeron otros temas, enfoques y contenidos y facilitaron los debates.

Pudimos reunir en Montevideo a 20 investigadores de REDES a los que se sumaron colegas, alemanes, británicos, franceses, españoles y holandeses de diversos centros académicos de Europa.

La mesa directiva de la sesión inaugural contó con la presencia de Julio María Sanguinetti,  Presidente de la República de Uruguay, Pierre Mauroy, Alcalde de Lille y Presidente de la FMCU, Ramón Mestre, Intendente de Córdova y Delegado para América Latina de la FMCU, los Intendentes de Montevideo y Canelones, Jorge Caviglia, Presidente de OSE, Jean Marie Tetart, Secretario adjunto de la FMCU y Mario Vásconez, Coordinador de REDES.

El coloquio se organizó durante cinco días a doble jornada. Los temas principales fueron debatidos en cinco sesiones plenarias en las cuales las ponencias principales estuvieron a cargo de los colegas de REDES.

Yo abrí el coloquio con una ponencia sobre el tema “Segregación urbana, necesidades de la población y formas del abastecimiento de agua y saneamiento”. En la segunda sesión plenaria, Néstor Espinoza del CIDAP (Lima), presentó la ponencia “El sistema real decisiones en los servicios de agua y saneamiento”. En la tercera plenaria, Samuel Jaramillo del CEDE (Bogotá) presentó la ponencia “Los aspectos económico-financieros vinculados a la prestación y ampliación de los servicios”. En la cuarta sesión plenaria, Fernando Brunstein del CEUR (Buenos Aires), presentó la ponencia introductoria al tema “El factor tecnológico y su incidencia en las condi­ciones actuales y futuras de la atención de los servicios de agua y saneamiento” y, finalmente en la quinta sesión plenaria, Pedro Jacobi de CEDEC (Sao Paulo) desarrolló el tema “El rol de los municipios en el abastecimiento de agua potable y saneamiento”.

Adicionalmente durante esos cinco días se desarrollaron una serie de talleres especializados: a) “Política tarifaria y nivel de vida”; b) “Alternativas para el cobro de servicios”; c) “Problemas en el diseño y ejecución de grandes obras” (en el que Luis Mauricio Cuervo presentó una ponencia sobre el caso colombiano); d) “Formas de administración de los servicios” (en el que Henri Coing e Iraida Montaño presentaron una ponencia sobre caracas); e) “Participación de los usuarios” (en el que Graciela Schneier presentó una ponencia sobre Buenos Aires y Pedro Jacobi sobre Sao Paulo); f) “El agua como recurso renovable” g) “Desastres naturales” (en el que Hermán House presentó una ponencia sobre el caso de Santiago); h) “Población sin redes de agua y de saneamiento, ¿transitoriedad o permanencia?”, (en el que Esther Marcano presentó una ponencia sobre el caso de Venezuela, Gaitán Villavicencio otra sobre Guayaquil y Mario Lungo sobre las ciudades de Centroamérica).

El coloquio se complementó con otro tipo de talleres temáticos sobre temas transversales: 1) “Cooperación entre ciudades”; 2) “Cooperación entre empresas prestatarias de servicios”;  3) “Cooperación entre técnicos” y 4) “Cooperación entre centros de investigación (en el que presentamos ponencias José Arocena, Daniel Faudry y yo -que hablé justamente sobre las perspectivas y retos de REDES, la “Red de estudios de los servicios urbanos en América Latina”-).

En este Coloquio la idea central era poner en interacción a los diferentes actores vinculados a la problemática del agua y el saneamiento: autoridades y técnicos municipales, responsables políticos y técnicos de las empresas y organismos encargados de gestión del agua; investigadores universitarios, investigadores y técnicos de ONGs, dirigentes barriales y comunitarios y representantes de organizaciones que buscaban solución a sus demandas, necesidades y requerimientos en materia de agua potable y saneamiento.

El dialogo de esos actores fue muy dinámico; al principio incluso confrontativo pero luego, a través de una buena conducción, se fueron llagando a acuerdos y consensos.

Los políticos y los técnicos debieron bajar de su pedestal y confrontar su discurso, cruzando ideas, con los reclamos populares y las vehementes posiciones de los dirigentes de las barriadas carenciadas. Estos, a su vez, debíeron superar su discurso reivindicativo, en ocasiones, incluso agresivo, para encontrarse en un punto de equilibrio y poder entender las explicaciones y limitaciones: económicas, financieras o técnicas  de quienes buscaban dar solución a las demandas de la población.

Aquellos pequeños puntos de fricción no impidieron que el objetivo fundamental del Coloquio haya sido ampliamente superado: por primera vez fue posible que los diferentes protagonistas de esta importante problemática hayan podido sentarse a dialogar de una manera franca, abierta y directa.

Sus puntos de vista, muchas veces contradictorios, pudieron expresarse y lo más importante, pudieron ser escuchados.

A través de este trabajo, los integrantes de REDES pudimos consolidar amistades y confianzas, pudimos desarrollar trabajos conjuntos, enriquecernos por los intercambios y los diálogos, desarrollar enfoques y metodologías y aportar con nuestras investigaciones al conocimiento de la realidad de nuestras ciudades. Fue una maravillosa experiencia que nos unió y fortaleció.

Las actas del Coloquio CIUDAGUA-88 se publicaron en un libro de 400 páginas que se difundió en América Latina, entre los municipios, entidades y empresas prestatarias de los servicios de agua y saneamiento, universidades, centros de investigación, bibliotecas, ONGs y organizaciones populares.
Como resultado inmediato del Coloquio se constituyó el Comité Permanente CIUDAGUA que  comenzó a trabajar en un ambicioso plan de acciones para los años venideros. En lo inmediato, se decidió enfrenta un nuevo programa de investigaciones en la región andina y un coloquio CIUDAGUA-ANDINA previsto para enero de 1990 en Quito.

En esas actividades también tuvimos un rol protagónico los miembros de REDES, pero esa historia, así como un conjunto de simpáticas anécdotas referidas a nuestra participación en CIUDAGUA 88 y CIUDAGUA-Andina serán motivo de otros relatos.

jueves, 4 de julio de 2013

Estados Unidos 2: De pistas perdidas y re-encuentros. Una historia que no es de fantasmas pero podría serlo.



El 01 de julio de 2013, mi amigo Mario Zollezzi reprodujo en su página de Facebook un texto de “Runa Chay” que rezaba: 
 “2 de julio de 1874 – Aniversario del nacimiento del ingeniero peruano, Pedro Paulet”.

La frase venía acompañada de una fotografía y un texto explicativo que decía lo siguiente:


“Pedro Paulet - Precursor de la Aeronavegación a propulsión y pionero de la era espacial. Estudió en el colegio de la orden lazarista; solía salir al campo para experimentar con cohetes de arranque, a los cuales agregaba una carga constituida por pequeños animales vivos, a fin de observar el efecto que en ellos producían la velocidad o la extensión del vuelo. Ingresó en la facultad de Letras u ciencias de la Universidad (1892) pero deseoso de ampliar sus conocimientos técnicos, viajó a París (1895). A base de acero y vanadio construyó un motor - cohete de sólo 2.5 kg de peso, que afectaba 300 explosiones por minuto y ejercía una presión de 90 kg, de modo que, en principio, revelaba su aptitud para operar una propulsión a distancia. No obstante, hubo de suspender aquellas experiencias porque los vecinos se quejaron a la policía debido a los ruidos que producía su extraño aparato y la sospecha de que estuviera probando explosivos para fines anárquicos”.

Mario Zolezzi añadió más abajo: 

“Pedro Paulet, nacido en Tiabaya, Arequipa... aportó los elementos claves para que la humanidad pueda salir al espacio abierto y llegar a la Luna y a los planetas del sistema solar”.

El personaje de la foto me parecía familiar. Yo tenía la seguridad de haber visto esa cara anteriormente en algún lado. Comencé a hacer memoria y de pronto, su apellido me dijo algo.

Recordé que Tanya Theriault, había colocado en su sitio de Facebook una foto de don Pedro Paulet, acompañada de la siguiente frase:

“My great-grandfather Pedro Paulet is on Wikipedia!... Inventor of the first liquid fueled rocket engine though Goddard got the credit and graduated from my alma-mater Worcester Polytechnic Institute in Massachusetts-small world”!

Traducido al español el texto sería éste:

“¡Mi bisabuelo Pedro Paulet está en Wikipedia!... Inventor del primer motor espacial de combustible líquido; aunque Goddard recibió el crédito y se graduó de mi alma-mater el Instituto Politécnico de Worcester en Massachusetts. ¡El mundo es pequeño”!.

En la foto se leía esta información:

“Pedro Paulet - Padre de la aeronáutica y de la moderna astronáutica. Pionero de la era espacial. Nacido el 02 de julio de 1874 en Arequipa – Perú. Fallecido el 30 de enero de 1945 en Buenos Aires Argentina”.

Megan Theriault al recibir la foto colgada en Facebook por Tanya, su hija, escribió lo siguiente:

“Buenos Aires is where your maternal grandparents met!!!” (“¡¡¡Buenos Aires fue donde tus abuelos maternos se conocieron!!!”)

…y  añadió luego:

“Love the moustache”… (“Adoro el bigote…”)

Tanya escribió y envió a su madre,  algo muy sentido respecto a su bisabuelo:

“Grandaddy wasn't into the glory or prestige. He was all about the science!!! He didn't follow through to get the credit…” (El bisabuelo no buscaba Gloria o prestigio. ¡¡¡Él hacía todo, sólo por la ciencia!!!. El no lo hizo para acumular los créditos”)

Hasta ahora este relato está un poco enredado… pero ya van a ver que no es así…

Como Tanya escribió: ¡El mundo es pequeño!, y como van a darse cuenta, voy a referirme  a una historia de pistas perdidas y re-encuentros bastante extraordinarios.

Una historia que no es de fantasmas como las precedentes… ¡pero que podría serlo!...

Para facilitar las cosas tendría que remontarme a la década de los años cuarenta.

A fines de 1939, mi abuelo el conocido médico y científico, Dr. Pablo Arturo Suárez, hizo un recorrido por Chile y Argentina, para asistir a la Tercera Conferencia Internacional de la alimentación en Buenos Aires. Esa gira dio origen a su libro “A través de Chile y Argentina – Breves Notas y Comentarios”

Mi abuelo realizó ese viaje en compañía de su esposa, Agripina Chacón (a quien todos llamaban Pinita) y de sus hijos Juan y Manón -mi madre-. En esa época, mi tío era un larguirucho joven de diecisiete años y mi mamá una muchacha redondita y bondadosa de apenas trece años.

En Buenos Aires fueron recibidos por el diplomático ecuatoriano Carlos Morales Chacón, sobrino de mi abuela Pinita. Con él pudieron conocer muchos sitios de interés histórico, cultural y turístico.

Juan Suárez, Carlos Morales, Agripina de Suárez y Manón Suárez

El joven diplomático era hijo de don Carlos Morales Martín y de doña Leonor Chacón, hermana mayor de mi abuela; era el mayor de cuatro hijos de ese matrimonio; él y sus hermanos (Laura, Beatriz y Gustavo) nacieron y se criaron en Quito, en el tradicional barrio de la Loma Grande. 

En Buenos Aires Carlos conoció en esos años a una bella joven llamada Cecille Paulet -hija del arequipeño don Pedro Paulet- el ya mencionado precursor de la aeronavegación a propulsión y pionero de la era espacial.

Carlos y Cecille se “ennoviaron” primero y se casaron tres o cuatro años después de aquella visita de mis abuelos. Si no me equivoco contrajeron matrimonio en Lima, a donde Carlos fue enviado en misión luego de cumplir sus funciones en la Argentina. 

Ese matrimonio procreó tres hijos: María del Carmen, Megan y Agustín


A la primera nunca la conocí pues después de una serie de periplos por diversos países del mundo debido a la profesión de su padre, echó anclas en los Estados Unidos y allí se quedó… La familia ecuatoriana la perdió de vista y no hemos tenido ningún contacto con ella en más de seis décadas.

Agustín, en esa época un muchachito inquieto y vivaracho, que hablaba solo inglés, vino de vacaciones al Ecuador, una sola vez. Cayó por estas tierras para visitar a su padre, quien se había divorciado de Cecille. Luego de esa visita, tampoco tuvimos noticas del muchacho y hasta ahora no tengo la más remota idea de lo que haya hecho en la vida.  


Luego del divorcio, Cecille y sus hijos menores se establecieron en la ciudad de Pensacola en el estado de Florida. Carlos regresó a Quito se jubiló de la cancillería y años después se casó con Emmita Guarderas, una señora de su edad… Originalmente la pareja vivía en un pequeño departamento en la Colón y Coruña, con frente a la plazoleta de Artigas; luego compraron una propiedad en Santo Domingo de los Colorados para aprovechar los años que les quedaba de vida, en medio de la paz y sano ambiente del campo. No recuerdo la fecha de su fallecimiento pero acompañé a los dos, primero a él y luego a ella, hasta su última morada terrenal.   

La segunda de los hijos de Carlos y Cecille, una guapa muchacha llamada Megan, vino al Ecuador a principios de los años setenta para visitar a su padre, cuando Carlos vivía justamente a ese departamento de la Plaza Artigas.

Megan era más o menos de mi edad y varios primos -todos contemporáneos- nos convertimos en sus inseparables acompañantes, para que ella pudiera conocer Quito y descubrir el país.  

Cabe anotar que mi abuela Pinita tenía otra hermana, llamada Lucía; a quién todos llamábamos mamamita. Ella fue casada con don Enrique Holguín y tuvo tres hijos: Enrique, Mary y Lucha; esta última de la misma edad que mi mamá y muy querida compañera y confidente de ella. Lucha se casó con Alberto Correa –a quién todos llamábamos Beto- y tuvo a su vez cuatro hijos: Enrique Alberto, Francisco, Gustavo y José. 

Los tres últimos, a quienes conocemos hasta ahora como Paquico, Pollo y Pepe (todos más o menos de mi edad), son los primos que se sumaron a mí y a mi hermano Jaime, en esa agradable función de guías turísticos, para hacer más placentera la permanencia de Megan en estas tierras…

Con Pepe y con Liliana su enamorada, llevamos a Megan al clásico recorrido a la “Mitad del Mundo” para que pudiera fotografiarse junto al monumento a la “Línea Ecuador”, con un pie en el Hemisferio Norte y el otro en el Hemisferio Sur.


Pepe Correa, Liliana Lanfranco, 
Megan Morales y Mario Vásconez
Con Pollo y Jaime llevamos a Megan al parque Nacional Cotopaxi, a la feria de Pujilí, a Latacunga y a Ambato, la tierra de nuestras tres abuelas…

Pollo Correa, Megan Morales y Mario Vásconez

Megan nos hizo conocer a “Simon & Garfunkel” ese fantástico dúo de “folk-rock” cuyas canciones más conocidas “The Sound of Silence” y “Mrs. Robinson” hicieron furor en esos años.

También nos puso en contacto con intérpretes formidables como Engelbert Humperdinck y Tom Jones.

Pollo y Pepe Correa con Megan
en el Cotopaxi
Con Megan escuchamos por primera vez, una interpretación en ingles de la famosa canción peruana “El Cóndor Pasa”. Paul Simon realizó esa versión con el título “If I Could" que fue  incluida en el disco de “Simon & Garfunkel” titulado “Bridge Over Troubled Water” (Puente sobre agua turbulenta) que Megan trajo de Estados Unidos y nos apasionó sobremanera.

Era la época hippy, Megan usaba largas camisas de la India, jeans y sandalias de cuero…

Mario, Megan y Pollo 
en Lligo - Patate
Creo que todos estábamos enamorados de la prima… Paquico que era el mayor, quizás un poco más… pero todos nos desvivimos por organizar paseos y recorridos para que la “primita” se encariñara con la patria.

Fueron días muy agradables de los que guardo afectuosos y cálidos recuerdos.

Luego de dos o tres semanas en el Ecuador, Megan regresó a Pensacola. Parece que en una ocasión regresó al Ecuador pero no la pude ver pues estuve de viaje en algún lado.

La perdí de vista y nunca más volví a saber de ella.

Treinta y cinco años más tarde, hace algo más de dos, buscando unas viejas fotos que pertenecieron a mi abuela Pinita, para ilustrar alguno de estos relatos, di con un pequeño sobre dirigido a ella. Era un sobre proveniente de un pueblo llamado Deerfield en Estados Unidos, y fue puesto en el correo en 1981. En la parte posterior del sobre se leía el apellido del remitente y su dirección. El sobre fue enviado por alguien de apellido Theriault, pero ese nombre no me decía nada. 



En el interior había una pequeña tarjeta -de esas que se suele enviar por navidad y año nuevo- y escrito con bolígrafo de tinta azul, se podía leer en español:

“Pensando en todos con mucho cariño. Feliz Navidad y Próspero año Nuevo”
La tarjeta estaba firmada por “Roberto, Megan, Tanya y Shayn”.


Al leer el nombre de Megan en esa tarjeta asumí que se trataba de Megan Morales, la primita…

Se había casado con un caballero de apellido Theriault y según se podía deducir, la pareja tenía dos hijos: Tanya y Shayn.

Comencé a buscar estos cuatro nombres en Internet y no pude dar con Roberto Theriault. 
Encontré alguien en Facebook llamada Megan Theriault y le escribí pero no obtuve respuesta alguna. 

Seguí buscando… di con cuatro personas que se llamaban “Tanya Theriault”. Escribí a las cuatro un texto que decía lo siguiente:


“Hi Tanya

Are you a relative of Megan Theriault? Megan’s grandmother and my grandmother were sisters. For 35 years I have not news from Megan. I would like to be in touch again. I have sent her a message by Facebook with not answer at all. Can you help me?

Regards
Mario Vásconez”


"Hola Tanya

¿Eres pariente de Megan Theriault? La abuela de Megan y mi abuela eran hermanas. Durante 35 años no tengo no noticias de Megan. Me gustaría entrar en contacto de nuevo. He enviado un mensaje por Facebook sin ninguna respuesta. ¿Me puedes ayudar?

Recuerdos
Mario Vásconez”


Dos de esas personas no me contestaron, otra me puso una escueta nota en la que me decía que estaba equivocado y la cuarta resultó ser la hija de Megan.


La verdadera Tanya me contestó lo siguiente:


“Hola Mario!

Yes, I am Megan Theriault's daughter. Nice to meet you.  I am 33 years old and I currently live in Dallas, Texas. I am finishing my child and adolescent psychiatry fellowship and then will be moving back to Pensacola, Florida where my mother and brother and sister's live. It is nice to finally make contact with some our southamerican family) If you send me your address I can send you pictures of the family”.


“¡Hola Mario!

Sí, yo soy la hija de Megan Theriault. Un gusto conocerte; tengo 33 años y actualmente vivo en Dallas, Texas. Estoy terminando mi beca de psiquiatría infantil y adolescente y luego me trasladaré nuevamente a Pensacola, Florida, donde viven mi madre, mi hermano y mis hermanas. Es bueno finalmente hacer contacto con alguien de nuestra familia de América del sur. Si me envías tu dirección te puedo enviar fotos de la familia”.

Me envió su dirección, su teléfono y su conexión en skype.


Le respondí ensegida:

Hola Tanya

Great to get news of you!... Yes, please send me some pictures; iIt should be nice to exchange bits and news, after so many years.

It would be also great to get some news about your mother. Do you speak Spanish?

Mario


Hola Tanya

¡Fantástico recibir noticias tuyas!... Sí, por favor, envíame algunas fotos; va ser agradable intercambiar bits y noticias, después de tantos años.

También sería fantástico escuchar de tu madre. ¿Hablas español?

Mario


Ahora soy amigo de las dos en Facebook. 



Por ese medio nos enteramos de tanto en tanto, de las noticias recientes de nuestras familias; intercambiamos fotos y algunos comentarios respecto a hijos y nietos.

Megan me mandó fotos recientes y yo envié una en la que estamos todos los “primitos” de esa época… con 40 años y 40 kilos adicionales.

Jaime Vásconez, Paquico Correa, Pablo Suárez, Vicente Ottinger, Mario Vásconez, Pepe Correa, Lucho Suárez, Pollo Correa y Juan José Suárez.

Hace poco Tanya tuvo su primer bebé (el tataranieto de don Pedro Paulet); se llama Elliot y es precioso. 



Unos pocos días antes de su nacimiento, Tanya me escribió para pedirme que tradujera una frase que quería pirograbar en español en una tablita de adorno para el cuadro de su hijo…



Espero que cuando el pequeño Elliot sea un poco más grande… él, su madre y su abuela, puedan visitar el Ecuador… para que estos re-encuentros por Internet puedan hacerse realidad en tierras ecuatorianas.