viernes, 18 de noviembre de 2011

Ecuador 25: Agua y cine, un concurso de videos


A inicios de septiembre de 2009 recibí una llamada de Raymond Jost, me proponía que coordinara desde Quito un concurso de videos sobre cambio climático y agua, en el marco de los “Encuentros Internacionales Agua y Cine” que desde hace algunos años atrás impulsa el Secretariado Internacional del Agua.

Le pedí algo más de detalles, me envió alguna documentación y como me pareció un reto factible acepté esta tarea totalmente nueva para mí.

Preparé las bases del concurso, reciclé un afiche, conseguí algunos auspiciantes locales y en menos de quince días lancé la convocatoria  del concurso de videos: “Cambio climático, medio ambiente, agua y vida”.

En las bases se establecía que el concurso lo convocábamos el Secretariado Internacional del Agua, Los Encuentro Internacionales Agua y Cine y el Centro de Investigaciones CIUDAD.

La convocatoria tenía el auspicio del Consorcio CIUDAD-Ecogestión / Parque Metropolitano y “Conservación Internacional” cuyo Director, Luis Suárez colaboró con el 50% del monto previsto para los premios. Conseguí también el apoyo del Consejo Nacional del Cine (CNCINE) la “Fundación Cero Latitud” que dirigía mi amigo Juan Martín Cueva y el Instituto INCINE que dirige mi amigo Camilo Luzuriaga.

Las bases establecían que podían optar por los premios los realizadores y personas provenientes de cualquier país sudamericano, que presentaren videos originales, rodados o subtitulados, en castellano, portugués, inglés o francés y debían tener una duración máxima de 60 segundos.

Los trabajos presentados al concurso debían relacionarse con el tema “Cambio climático, medio ambiente, agua y vida” y el plazo de recepción de los mismos se extendía hasta el 13 de Noviembre.

El jurado iba a estar integrado por cuatro personas representantes de: CNCINE; “Fundación Cero Latitud”; INCINE y el Centro de Investigaciones CIUDAD.

El fallo del jurado, sería de carácter inapelable y los premios se deberían conceder hasta el 17 de Noviembre. La identidad de los ganadores y los finalistas se publicaría en las páginas web de los organizadores y en el sitio www.riec-iwfe.org

Las bases establecían los siguientes premios: 2.500 dólares para el primer lugar (contribución de “Conservación Internacional” que me ofreció su director Lucho Suárez), 1.500 dólares para el segundo lugar y 1.000 dólares para el tercer lugar (contribución de los “Encuentros internacionales Agua y Cine”, que se comprometió a entregar el propio Raymond).

Las bases daban opción a participar en el concurso a todos los videos producidos por jóvenes de entre 17 y 30 años y los ganadores iban a ser incluidos automáticamente en la compilación de un DVD titulado “Solidaridades locales por el agua”, que sería presentada durante la conferencia de Naciones Unidas referida al Cambio Climático que iba a desarrollarse en Copenhague en Diciembre de 2009.

Los participantes debían aceptar que si sus videos resultaban premiados éstos podrían ser utilizados por los organizadores antes, durante, y después del concurso, con fines promociónales, educativos, culturales y científicos en cualquier soporte. Asimismo debían aceptar que sus videos formen parte del archivo de los “Encuentros Internacionales Agua y Cine” y que pudieran ser accesibles a todos los interesados a través de su página web.

Cada uno de los participantes debía garantizar la originalidad de sus productos y responder ante los organizadores o ante terceros de cualesquier reclamo relacionadas con la autoría y/o los derechos de imágenes, textos o fondos musicales.

Si bien la convocatoria fue lanzada a nivel de América Latina a través de las redes de INCINE y de “Cero Latitud”, el Concurso sólo tuvo respuesta de dieciocho jóvenes realizadores ecuatorianos (catorce hombres y cuatro mujeres).

El jurado se instaló el jueves 19 de noviembre a las 18h00 en la sala de proyecciones de INCINE y estuvo conformado por Camilo Luzuriaga, Director de ese instituto; Juan Martín Cueva, Director de la Fundación “Cero Latitud”; Francisco Franco, Profesor de INCINE y por mí en representación del Centro de Investigaciones CIUDAD. 

Mi colega Anita Torres, coordinadora cultural y comunicadora del Parque Metropolitano Guangüiltagua, quien me había dado un gran apoyo durante todo el proceso, actuó como secretaria del Jurado.

Luego de mirar los videos, el Jurado realizó una preselección de seis propuestas finalistas: “Sequia” de Marcelo Xavier Castillo Sabando; “Embotellado” de Gabriel Hernández Páez; “La última gota” de Ana Aracely Guanoluisa Cóndor; “Vaksia” de Carlos Adrián Fierro Montalvo; “Danza de la lluvia” de Michael Endara Cordero y “Pisssshh” de Jaime Ramiro Morejón Vallejo.

Los seis spots fueron nuevamente proyectados y luego de un amplio debate sobre los diferentes criterios de análisis los miembros del jurado determinaron los premios.

 









En el Acta de premiación se hizo constar que el Jurado del concurso de video “Cambio climático, medio ambiente, agua y vida”, de manera unánime decidió otorgar los premios establecidos en las bases a los siguientes participantes: el primer premio a “Sequia” del joven Marcelo Xavier Castillo Sabando, nacido en 1982; el segundo premio a “La última gota” de la joven Ana Aracely Guanoluisa Cóndor, nacida en 1985 y el tercer premio a “Danza de la lluvia” del joven Michael Endara Cordero nacido en 1979.



Para constancia del acto y de la decisión tomada, los miembros del jurado firmaron la mencionada acta en Quito el 19 de noviembre de 2009.


En el acto de premiación entregamos a todos los participantes un certificado, a los finalistas un diploma que daba cuenta de ese hecho y a los ganadores un cheque en formato A4 con el monto al que se habían hecho acreedores y un certificado y felicitación por su premio.

 
Fue una muy linda experiencia y el resultado muy satisfactorio dado el poco tiempo que tuvimos para la organización del concurso; la mayoría de los trabajos fueron buenos y enviamos todos en un DVD a la sede de la organización “Encuentro Internacionales Agua y Cine” para que se adjuntaran a sus archivos.

Como Raymond planificó los tres videos ganadores de nuestro concurso latinoamericano formaron parte del cofre que el “Secretariado Internacional del Agua” entregó a las autoridades de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Copenhague.

La pena fue que, como todos pudimos conocer luego, ese gran foro mundial no avanzó ni medio milímetro en relación al compromiso que debería ser parte de la agenda de todos los países y gobiernos en cuanto a la responsabilidad de todos respecto al calentamiento global y al cambio climático.

Ojalá algo cambie en el mediano plazo en la cabeza de todos. Por ahora, deberemos seguir esperando y... soñando.




P.D. si desean ver los filmes ganadores pueden conectarse a:


1. "Sequía", de Marcelo Castilo :


http://www.youtube.com/watch?v=KLTPBlGWOIU&context=C38454eeADOEgsToPDskL3XFXNjFxKdcL2BHasfxpC

2. “La última gota” de Ana Aracely Guanoluisa:


http://www.youtube.com/watch?v=I6xPtR7P3AQ&feature=relmfu


3.  “Danza de la lluvia” de Michael Endara:


http://www.youtube.com/watch?v=AzBewgLzgeI&feature=relmfu

miércoles, 26 de octubre de 2011

Ecuador 24: La pista de BMX del Parque Metropolitano Guangüiltagua

Como ya he relatado desde diciembre de 2006 el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión tomó a su cargo la administración integral del Parque Metropolitano Guangüiltagua tras ganar un concurso convocado por el “Municipio Metropolitano” y la Corporación “Vida para Quito”.

El 7 de Diciembre de 2006 recibí una comunicación firmada por el ingeniero Rodrigo Borja representante de los deportistas y padres de familia del BMX de Pichincha

En esa carta Rodrigo puntualizaba que el BMX era un deporte que había venido desarrollándose en Quito sin mayor apoyo oficial por iniciativa de un gran grupo de deportistas y de sus familias.  Los deportistas habían desarrollado sus habilidades y destrezas en esa disciplina deportiva por su propio esfuerzo, habiéndose  llegado a destacar en varios campeonatos nacionales, latinoamericanos, panamericanos e incluso a nivel mundial. Señalaba que a pesar de ello, la ciudad no contaba con una pista para la práctica de este deporte, como ya acontecía en otras ciudades del país.

Planteaba que Quito debería contar con un espacio físico adecuado para entrenamientos, práctica y competencias de BMX, pues a esa fecha sólo disponían de una pista en el Parque de la Carolina que resultaba insegura y compartían con otras modalidades deportivas. El contar con una pista especifica y cerrada para la práctica del BMX permitiría que más de 300 deportistas de la capital mejoren su nivel y se fomente la práctica de ese deporte entre los jóvenes de nuestra ciudad.

La carta señalaba que desde años atrás se habían realizado gestiones con autoridades municipales y del deporte para construir una pista en el Parque Metropolitano sin resultados concretos hasta esa fecha.

Parece que unas semanas antes del envío de esa carta, visitaron la Corporación “Vida para Quito”, cuyo gerente el vicealcalde Andrés Vallejo les mencionó que se iba a firmar un contrato con nosotros para la gestión integral del Parque y les pidió tomar contacto conmigo para que analizara la conveniencia y posibilidad de la construcción de una pista de BMX en el Metropolitano.

A nombre de los deportistas y los padres de familia, Rodrigo me pedía una cita para visitarme y dialogar sobre el tema; señalaba que ellos estarían gustosos de colaborar en todo lo que fuera  posible para el diseño, financiamiento y construcción de la pista.

Cuando tuvimos la oportunidad de reunirnos, una noche me visitó en la oficina una numerosa delegación de los padres de familia y los jóvenes deportistas que practicaban el BMX.

Me explicaron que Quito contaba con una sola pista de Bicicross en el Parque La Carolina, la misma que no brindaba condiciones adecuadas para el desarrollo de este deporte ya que no tenía cerramiento y que por su ubicación -cerca de la Tribuna de Los Shyris- estaba expuesta constantemente a concentraciones políticas, festivales, bailes, conciertos y desfiles. Ello hacía que la pista fuese deteriorada constantemente por las multitudes que asistían a esos actos.

Plantearon una serie de informaciones sobre la práctica de este deporte y me pareció que podía ser de interés para la ciudad el dotar a los jóvenes de un espacio para esta actividad en el Metropolitano Guangüiltagua.

Luego de esa primera reunión nos reunimos en otras oportunidades, llegamos a un acuerdo y decidimos avanzar en la firma de un convenio para desarrollar el proyecto de la pista de BMX en el parque Metropolitano.

El grupo de padres de familia que estaban impulsando esta iniciativa: Rodrigo Borja, Claudia Cazar de Borja, Manuel Malo, Carmen Helena de Malo y otras personas, eran miembros de Club Deportivo de la Universidad Tecnológica Equinoccial - UTE, así que vimos la conveniencia de suscribir el convenio con ese Club.

Hicimos una inspección para ver la posible ubicación de la pista en algún lugar del Metropolitano, que tuviese el área y las condiciones adecuadas, independencia de acceso, que no causara inconvenientes a los usuarios frecuentes ni congestión en la zona más frecuentada del parque.

El 26 de febrero de 2008, como Director del Parque Metropolitano Guangüiltagua, suscribí el convenio que fue firmado también por Patricio Pozo, en representación del Club Deportivo de la UTE, Rodrigo Borja E, como representante de los deportistas y padres de familia y el Dr. Álvaro Trueba Barahona, rector de esa Universidad.

Allí se señalaba que el Club Deportivo de la UTE había manifestado su disposición y acuerdo para aportar con los diseños, materiales, implementos y equipamientos para la construcción y funcionamiento de la mencionada pista de BMX en el Parque Metropolitano Guangüiltagua.

Algunas semanas más tarde, los padres de familia me presentaron los planos para la pista de ciclismo (modalidad BMX) en el lugar que habíamos seleccionado en el límite occidental del PMG, junto a  un estacionamiento subutilizado contiguo a la calle Guangüiltagua.


 
La propuesta fue discutida con los vecinos del sector, quienes plantearon una serie de inquietudes, críticas y objeciones que, por más que fueron explicadas, aclaradas y conversadas; terminaron en una total oposición a la presencia de la pista en el lugar seleccionado.

Les explicamos que la presencia de la pista no iba a generar ruido pues era una infraestructura para bicicletas no para vehículos con motor, que sus viviendas ganarían en seguridad pues las instalaciones dispondrían de una guardianía permanente, en tanto que ese momento sus casas y edificios limitaban con un terreno baldío y en varias ocasiones ya habían sido víctimas de robos. De otra parte, el lugar contaba con acceso propio, tribunas y parqueo, por lo que era importante dar vida a ese sector del parque. 

Nada que hacer. ¡Oposición total!

Ante esa situación debimos optar por buscar un nuevo sitio para la ubicación de esta obra.

Se decidió que otra posible ubicación era una gran explanada ubicada en el límite nor-occidental del Parque a la altura del redondel conocido como “El Ciclista”, sobre la avenida Granados. Ese era un lugar no cercado que era usado como botadero de escombros y basura, que también era peligroso para los vecinos y en la medida en que tenía una parte inclinada y otra plana, también permitiría la implantación de la pista en condiciones ventajosas. No me gustaba la accesibilidad desde una avenida de alto tránsito, pero ante la agresiva oposición de los vecinos de la primera alternativa de ubicación, no nos tocó otra opción que dar luz verde a la ubicación de la pista en este lugar.

 
Los trabajos se iniciaron con la presentación de un nuevo diseño que discutimos y aprobamos con los vecinos de este lugar.

Tuvimos algún inconveniente por la tala de varios árboles secos (que habían muerto por un incendio ocasionado por la quema de basura en años anteriores) y de dos o tres eucaliptos que debieron eliminarse para la implantación de la pista. 

Tuvimos que enfrentar una denuncia a los medios de comunicación sobre este asunto pero una vez explicada la propuesta y ante el hecho de que más bien íbamos a reforestar la zona con especies nativas y a eliminar ese foco de basura, moscas y roedores, dotando a la ciudad de una infraestructura deportiva de primer nivel, los medios respaldaron la propuesta.



La construcción de la Pista se inició con gran entusiasmo; esta obra fue factible gracias al enorme esfuerzo de los padres de familia de los jóvenes deportistas practicantes de esta disciplina de ciclismo. 

Todos invirtieron recursos, tiempo y trabajo en mingas y la obra pudo irse concretando gracias al apoyo financiero y al aporte de técnicos, maquinaria y equipos de la Universidad Tecnológica Equinoccial; ni el Municipio ni “Vida para Quito” invirtieron un solo centavo en esa obra.

La pista fue construida bajo estándares fijados por la UCI (Unión Ciclística Internacional) de tal forma que asegure cuatro criterios fundamentales: es una pista técnica, segura, permanente y rápida.

Se ubicó en un área de ciento veinte metros de largo por ochenta de ancho, se construyó en un 90% con tierra compactada y mide cuatrocientos cincuenta metros de largo. Los doce  metros de la bajada inicial fueron fundidos en cemento y el ancho de la pista es de ocho metros en toda su longitud. Tiene tres curvas peraltadas y dos rectas de saltos PRO. La loma del partidor tiene siete metros y medio de alto. Además, cuenta con graderíos, parqueaderos y baterías sanitarias.

El acceso a la pista se construyó a doscientos metros del redondel del Ciclista, el acceso es amplio y permite el ingreso a ciento veinte plazas de parqueaderos. El Consorcio CIUDAD-Ecogestión contribuyó con la limpieza del espacio y la conformación del acceso empedrado al parqueadero. 

Para seguridad de los deportistas y espectadores está cercada en todos sus lados con un cerramiento natural. Todos los límites de la pista están claramente marcados.

La Dirección de forestación del Municipio aportó varios cientos de árboles de espacies nativas que fueron sembrados en las inmediaciones y el perímetro de la pista.

La inauguración de la Pista de BMX del Parque Metropolitano Guangüiltagua, que fue  denominada “Metro-Pista”, tuvo lugar el sábado 30 de agosto de 2008, en el marco de la VII Copa Nacional de BMX.

Con la presencia del vicealcalde Andrés Vallejo, gerente de la Corporación “Vida para Quito”, el Concejal Gonzalo Ortiz, el rector de la UTE, el presidente de la Asociación de BMX del Club Deportivo de la UTE, el Director del Parque Metropolitano y otras autoridades, se llevó a cabo el acto inaugural y se dieron inicio a las competencias que se desarrollaron entre 30 y 31 de agosto con total éxito con la presencia de deportistas de más de diez provincias.    
 
El club deportivo de la UTE garantiza seguridad permanente y personal de mantenimiento para el uso adecuado de la pista y el cuidado de sus límites con el Parque y sus alrededores. Es un Proyecto que no afecta al entorno ecológico del Parque puesto que se construyó en su mayor parte con tierra. Permite el desarrollo de esta actividad deportiva de manera organizada y con seguridad para los usuarios y espectadores.

Creo que todo el esfuerzo desarrollado por los padres de familia y el apoyo que les pudimos dar, han valido la pena. Todo lo que se pueda hacer para aportar al deporte, al esparcimiento  y al desarrollo sano de los jóvenes es sumamente importante.

Quito cuenta con una magnífica pista de BMX en el Parque Metropolitano que brinda condiciones adecuadas para el desarrollo de este deporte. En ella se han desarrollado ya numerosas competencias provinciales y nacionales y fue sede del Panamericano de BMX con gran éxito.

Satisfacciones que quedan, luego de nuestro paso por el Metropolitano.


Quienes deseen ver y escuchar un video sobre la  Pista del Parque Metropolitano Gaunguiltagua, pueden conectarse a:


http://www.youtube.com/watch?v=Z0Z2v-L5mik&feature=relmfu



Quienes deseen ver otras fotos del Parque pueden visitar el sitio:

jueves, 20 de octubre de 2011

Canadá 1: “El Parlamento Mundial de la Juventud para el Agua”


A fines de octubre o en los primeros días de noviembre de 2002 recibí una llamada de Raymond Jost desde Montreal. Había conseguido recursos y le había resultado factible concretar algo que nos habíamos propuesto meses atrás en el seno del “Secretariado Internacional de Agua”: la organización de un gigantesco evento denominado “Parlamento Mundial de la Juventud para el Agua”. Raymond había logrado diversos apoyos y auspicios y el Parlamento, finalmente, tendría lugar en la ciudad de Quebec, entre el 18 y el 22 de Noviembre de ese año.

Me pidió conformar una delegación del Ecuador, integrada por tres jóvenes.

La primera ya había sido contactada: una chica de trece años llamada Analiz Vergara, proveniente de Quito, quien había asistido a dos eventos anteriores en Inglaterra y Canadá  (las Conferencias de los Jóvenes y el Medio Ambiente) y presentó la posición de los jóvenes del mundo en la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburg. A los organizadores les interesaba que ella pueda ser una de las delegadas ecuatorianas para que pueda testimoniar y dar continuidad al proceso en el que había estado involucrada.

Me encargó seleccionar a las otras dos representantes ecuatorianas.

Sugerí que si la primera era oriunda de Quito, convendría buscara a las otras en una ciudad intermedia y en alguna ciudad pequeña del país.

Logré el apoyo de UNICEF y de Auki Tituaña -alcalde- y de Patricia Espinoza -presidenta de la Asamblea Cantonal- de Cotacachi quienes organizaron un concurso en la ciudad y en las parroquias rurales del cantón y seleccionaron a las jóvenes Zayra Barahona de doce años y Gladys Lima de once, para que pudieron asistir a ese importante evento gracias al auspicio del Municipio y la Asamblea de Cotacachi (que tramitó y pagó sus pasaportes) y de UNICEF (que tomo a su cargo el pago de sus pasajes y las visas de Canadá).

La delegación estuvo acompañada por dos adultos: Verónica Herdoíza, madre de Analiz Vergara, quien corrió con sus gastos de viaje y yo, que iba a asistir como integrante del Secretariado Internacional del Agua.

El domingo 17 de noviembre viajamos de Quito a Quebec, vía Miami. Para las dos chiquillas de Cotacachi todo era novedoso, era la primera vez que tomaban el avión, la primera vez que salían del país y por supuesto era la primera ocasión que iban a poner los pies en países del primer mundo.

Yo recibí, absolví y asumí todas las preocupaciones, preguantas y recomendaciones de sus padres y me comprometí a cuidar de las chicas en todo momento.

Nuestra primera prueba de fuego fue en Miami, yo tenía visa americana al igual que Analiz y su mamá, pero ese no era el caso de Zayra y Gladys. Apenas pasamos migración  y luego de explicar a una adusta funcionaria de migración el motivo de nuestro viaje, nos indicaron que nosotros los “con visa” podíamos pasar a la zona de “tránsito internacional”; las dos “sin visa” debían seguir a un grupo hacia una sala especial donde estarían “bien guardadas” hasta la hora de abordar la conexión hacia Quebec.

Fueron inútiles las explicaciones de que yo era el responsable de las muchachas; no me permitieron ir con ellas… les mencioné que eran menores de edad, que no hablaban inglés, mostré las cartas de sus padres dándoles autorización para salir del Ecuador en las que se me nombraba tutor temporal, responsable de las chicas… nada que hacer… ni siquiera cuando manifesté que voluntariamente pedía ir a aquella sala con ellas…, ¡no…! Yo “tenía visa”… debía ir para un lado, ellas “no la tenían”, debían ir para otro.

Les expliqué la situación a las chicas y les aseguré que no había problema, que alguien les conduciría al avión el momento del embarque y que por ahora íbamos a separarnos temporalmente.
Efectivamente el alma me volvió al cuerpo cuando las vi aparecer el momento de tomar el vuelo de Air Canada hacia Quebec.

Ese avión era mucho más pequeño y las azafatas mucho más amables y simpáticas. Gladys viajaba elegantísima con su atuendo tradicional de otavaleña. Por su pequeña estatura y la dulzura de su rostro parecía mucho menor, todas las azafatas se mostraron interesadas por saber de ella, de donde venía y a qué iba al Canadá. Plantearon infinidad de preguntas, yo traducía y ella y Zayra respondían con propiedad y solvencia.

Al aterrizar en Quebec estaba nevando. Las chicas estaban fascinadas, era la primera vez que veían una ciudad cubierta de nieve, un paisaje nevado, e incluso la nieve misma, tan ligera, tan suave… Las azafatas casi pierden la cabeza cuando descubrieron que Gladys iba a salir del avión con sus ligeras alpargatas y los pies descubiertos. Con varias almohadas del avión le improvisaron unas abrigadas botas de invierno le cubrieron con un par de frazadas y le despidieron con mucho afecto deseándole éxito en el Parlamento del Agua.

Entramos a migración con caras de felicidad y Gladys caminando como el pato Donald con dos almohadas en cada pie y otras alrededor de sus canillas.

El lunes las chicas asistieron a una reunión plenaria de información general. Las jóvenes ecuatorianas pudieron comenzar su participación en el evento, junto a delegados de otros 24 países de Europa Oriental, Medio Oriente, Asia, África, Norte América y Europa Occidental. 

Ese día se organizó la estructura de las diferentes comisiones, por idioma: inglés, francés, castellano. 

En esas comisiones los jóvenes iniciaron la discusión de un “proyecto de ley sobre el agua”, al que podrán hacer comentarios y aportes, antes de su discusión en reunión plenaria.

Las tres delegadas ecuatorianas participaron de forma solvente y activa en el trabajo de la comisión de idioma español integrada por delegados de Ecuador, España y México. 

Los jóvenes discutieron -punto por punto- el proyecto de ley y propusieron varias enmiendas para que sean discutidas en la reunión plenaria y en el Parlamento de Quebec del día viernes.

En la noche tuvimos una magnífica velada cultural. 

Todas las delegaciones usaban trajes típicos, habían llevado música, artesanías y productos comestibles de sus respectivos países.

Todos pudimos deleitarnos de esos manjares y de espectáculos de danza, música y canto de todos los rincones del mundo.

El martes en la mañana continuaron su trabajo en comisiones sobre el proyecto de ley. En la tarde las dos chiquillas de Cotacachi hicieron una muy linda presentación en power point sobre “el agua en su cantón” que fue traducido al inglés por Analiz y al francés por mí.

El miércoles tuvieron la plenaria de síntesis en la mañana y pudieron visitar un colegio secundario de Quebec en la tarde. 

En las diversas aulas, cada joven hablaba de su respectivo país y contestaba las preguntas de los estudiantes con ayuda de un trductor. En la noche cada una salía a la casa de un joven quebequense para un intercambio cultural con familias locales. En cada casa les  brindaron comida típica local y les llenaron de recuerdos y regalos. Esa actividad se cumplió sin traductor para propiciar un intercambio con mapas y dibujos para ubicar la proveniencia de cada chico y contestar inquietudes y preguntas.

El jueves en la mañana todos participaron en la preparación de la presentación del “proyecto de ley” al Parlamento de Quebec. En la tarde participaron en una elección democrática de los representantes por regiones al Foro Mundial del Agua que iba a desarrollarse en Kyoto -     Japón en marzo de 2003.

En tanto que participante en importantes eventos anteriores, Analiz Vergara junto con otras dos jóvenes de Bélgica y de Bulgaria participó en las reuniones de la comisión encargada de estructurar los requisitos que deberían cumplir los candidatos para la elección de seis representantes para asistir al Foro de Kyoto. En la Comisión participé también yo, junto con otros dos adultos un representantes de UNICEF y una señora de la República Checa.

Zayra Barahona fue elegida como delegada por América Latina para representar a los y las jóvenes asistentes al Parlamento de Quebec en el evento de Kyoto. Los otros delegados fueron tres muchachas de: Palestina (Medio Oriente), Sudáfrica (África) y Bélgica (Europa Occidental / Norte América) y dos chicos de: Pakistán (Asia) y  Rusia (Europa Oriental).

En mi caso, y como ya he relatado, me comprometí a organizará en coordinación con el Municipio de Cotacachi un evento sobre el tema de “los jóvenes y el agua” con la participación activa de los delegados ecuatorianos al Parlamento de Quebec. La idea era permitir que los jóvenes que asistieron a la cita de Quebec, pudiesen trasmitir sus experiencias a otros jóvenes de diversos cantones ecuatorianos para desencadenar procesos participativos de la juventud en relación a la gestión ambiental y del agua.

El viernes todos los jóvenes participaron en el encuentro final que se desarrolló en la magnífica sala de plenaria del “Parlamento de Quebec”. 

La sesión fue presidida por el propio presidente del Parlamento. Los jóvenes ocupaban las curules de los diputados y se seguían todas las normas de ese ente legislativo y de ese imponente recinto. Las tres jóvenes ecuatorianas se desempeñaron  de forma seria y solvente en la jornada oficial del Parlamento; hicieron, una corta intervención cada una y luego participaron en la votación del “proyecto de ley” que fue aprobado por unanimidad. 
El sábado emprendimos el viaje de Quebec a Quito. Salimos muy temprano del hotel en medio de una formidable nevada. Vimos dos carros patinar en la autopista y salirse de la vía, nuestro vehículo iba tan lento que llegamos muy tarde al aeropuerto y casi perdimos el vuelo.

En Miami volvimos a pasar los líos de migración y yo casi pierdo la cabeza el momento que descubrí que, a poco de abordar el avión, Zayra se me perdió y no asomaba por ningún lado. Había ido al baño y al salir tomó una ruta equivocada. Luego hizo el camino inverso y nos encontró pero yo estaba que volaba.

Pudimos por fin llegar a Quito en la noche. En el aeropuerto las chicas fueron recibidas por todos los miembros de sus familias y numerosos amigos.

Después de esta experiencia, yo juré no volver a servir de chaperón pero al poco tiempo me contactó Raymod para pedirme que preparara maletas para viajar con Zayra al “Foro Mundial del Agua” que iba a desarrollarse en Kyoto en marzo del siguiente año. Pero los pormenores de ese viaje serán motivo de otro relato.