Como ya he relatado conocí San José en 1985 como docente del curso "Transporte Urbano en Áreas Metropolitanas de América Latina"; regresé a esa ciudad en 1990 para participar en el seminario "Posible gestión coordinada de los servicios de agua y saneamiento y la cuestión del medio ambiente” y luego, en 1991, para asistir al Coloquio "CIUDAGUA REGIONAL: MÉXICO, CENTROAMÉRICA Y CARIBE".

El grupo del comité coordinador estaba integrado por Jean Marie Tetart, Marcelo Nowerzstern y Daniel Faudry de la “Federación Mundial de Ciudades Unidas” (FMVJ); Mario Lungo y Marian Pérez del “Consejo Superior Universitario de Centro América” (CSUCA), yo en representación de REDES, un representante de la “Asociación Latinoamericana de Empresas y Entidades Prestatarias de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado” (ALCEAPA) y otro del “Comité Coordinador Regional de Instituciones de Agua Potable y Saneamiento de Centroamérica” (CAPRE) y nuestros anfitriones: varios regidores del Municipio de San José.

Cuando todos creían que el humilde cuadro de ese país centroamericano, iba a ser goleado por sus rivales: Brasil, Escocia y Suecia, la realidad fue otra. Costa Rica derrotó a Escocia por un gol a cero, perdió con el poderoso Brasil por el mismo marcador; derrotó a Suecia por dos tantos a uno y clasificó -segundo de su grupo- a los octavos de final de ese macro evento mundial, bajo el mando de Bora Milutinovic, quien anteriormente había sido con gran éxito el Director Técnico de los “Pumas” de la UNAM y posteriormente de la selección mexicana.

Varias revistas especializadas eligieron a Conejo como el mejor portero del Mundial al haber realizando las mejores paradas del torneo.
Cuando llegamos a San José a mitad de la semana, el país tenía “perdida la cabeza” por la actuación de su equipo.
Pese a caer eliminada frente a Checoslovaquia (en parte debido a que no pudo contar con su arquero titular que se lesionó en el partido con Suecia) la selección Tica celebró como su mayor éxito deportivo el paso a octavos de final y el país entero preparó un gran recibimiento a su selección.

Salimos a las calles a ver el recibimiento y la fiesta popular preparada.
¡Tremendo error de nuestra parte!

Toda Costa Rica se volcó a las calles, todo el país se paralizó… no había como circular, las avenidas que iban a servir para el desplazamiento del bus que llevaría a la selección desde el Aeropuerto al centro de la ciudad para un homenaje público que la municipalidad y el gobierno nacional había preparado para los jugadores, estaban abarrotadas de fanáticos, familias con sus niños, vendedores de refrescos, helados y todo tipo de comida, recuerdos del mundial, fotos de la selección en todos los tamaño posibles, fotos de Conejo durante los partidos volando para desviar el balón en sus ya célebres atajadas, banderas de Costa Rica, camisetas rojas, revistas deportivas y diarios en los que se destacaba el hecho histórico, casetes de VHS con los cuatro partidos disputados por el cuadro Tico.
El taxi que tomamos desde nuestro hotel nos abandonó en algún punto del camino al no poder avanzar y nosotros, al no poderlo hacerlo a pie, debido a la multitud que nos impedía el paso, debimos regresar al hotel -en medio de un formidable calor- para ver el acontecimiento en la televisión.

Si al día siguiente los ticos hubieran organizado elecciones presidenciales, Conejo habría ganado por un amplísimo margen. Costa Rica, tan parecida al Ecuador. Tan parecido a todos los demás países de América Latina…
El tema del momento era el fútbol y nosotros estábamos preocupados por el agua...
!Qué falta de sensibilidad!...
El tema del momento era el fútbol y nosotros estábamos preocupados por el agua...
!Qué falta de sensibilidad!...
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