miércoles, 6 de julio de 2011

Europa 1: El Programa Red-Des: Vuelta a Europa en Minivan 1


Entre el 30 de septiembre y el 12 de octubre de 2001 con un grupo de colegas latinoamericanos emprendimos desde Barcelona un periplo por doce ciudades y seis países europeos: Barcelona (España), Lyon, Lille y París (Francia); Bonn, Aachen, Colonia y Stuttgart (Alemania); Liege, Brujas y Bruselas (Bélgica) y La Haya (Holanda).

Esta gira la programamos para buscar apoyo de diversas agencias de cooperación con miras a presentar a la Unión Europea un Programa por demás ambicioso que habíamos estructurado  de forma colectiva, luego de un trabajo previo de muchos meses.  El programa lo denominamos Red-Des y su nombre completo era más complicado: “Gestión local para un desarrollo sostenible: construyendo participación, conocimiento e innovación”.

El primer Programa conjunto que podría entenderse como un antecedente a la iniciativa de cooperación planteada en la propuesta “Red-Des” fue el “Programa Andino de Formación de Recursos Humanos para el Desarrollo local” (FORHUM).

CIUDAD había participado en FORHUM, en asocio con CEHAP (Colombia), CIDAP (Perú) y CERES (Bolivia). 

“FORHUM” era un programa de formación de talentos humanos para la gestión del hábitat en los países andinos,  experiencia exitosa de cooperación sur-sur que fue auspiciado por el Ministerio de Cooperación de los Países Bajos que financió esta propuesta, formulada y desarrollada por esas cuatro instituciones dedicadas a la investigación, la capacitación y la asesoría técnica en temáticas relativas al hábitat urbano.

El Programa FORHUM fue coordinado por CEHAP y buscaba mejorar el conocimiento y la calidad de la gestión del hábitat y el desarrollo local; formar recursos humanos, incentivar la participación; generar y fortalecer vínculos de cooperación entre los países, procesos y organizaciones urbanas y crear condiciones para que los países de la región puedan alcanzar formas de desarrollo para mejorar la calidad de vida de la población.

Las dos fases ejecutadas del Programa FORHUM ratificaron la validez del intercambio regional de experiencias, pero demandaron, a la vez, profundizar los procesos nacionales de capacitación y proyectar la experiencia pedagógica y los logros de las intervenciones piloto a ámbitos nacionales y regionales más amplios.

En ese contexto el segundo programa conjunto que podría entenderse como un antecedente a la iniciativa de “Red-Des” fue el “Programa Andino de Fortalecimiento Municipal y ONG para el manejo ambiental hacia el año 2000” (PANA 2000) en el que CIUDAD asumió la coordinación regional. 

“PANA 2000” respondía a las necesidades de las comunidades y gobiernos locales de ciudades pequeñas e intermedias en la región andina y apoyó alternativas para el fortalecimiento de la gestión del desarrollo: calificación de recursos humanos, formulación de propuestas de gestión ambiental y desarrollo local, fortalecimiento de los gobiernos locales y de las organizaciones de base, generación de nuevas políticas públicas y propuesta de cambios en los sistemas convencionales de enseñanza sobre estos temas. 

Contó con el apoyo de la Unión Europea, IEPALA (España) y KATE (Alemania) y fue implementado por CIUDAD (Ecuador), CESAP (Venezuela), FORO (Colombia), CIDAP (Perú), CERES (Bolivia) y SUR (Chile).

Aprovechando algunos espacios de trabajo conjunto en el marco de los programas mencionados, estos Centros fueron esbozando, primero y desarrollando en detalle luego, la  propuesta “Red-Des”

En febrero de 2001 habíamos organizado en Bogotá una reunión de trabajo del Comité Regional del Programa PANA que estaba empezando su segundo año de actividades. Hicimos coincidir esa reunión con la del Comité Regional del Programa FORHUM que estaba finalizando sus actividades, pues tres de los Centros PANA: CIUDAD, CIDAP y CERES también participan en FORHUM. Yo llevé a esa reunión un primer borrado de la propuesta que titulé “REDES”

En Marzo de ese año organizamos en Lima e Ica el Primer Curso Regional PANA, así que previmos reuniones de trabajo del Comité Regional del Programa PANA y del Comité Regional del Programa FORHUM. Los colegas de los demás Centros habían hecho aportes, sugerencias y comentarios y pudimos reunirnos para discutir un segundo borrador de la propuesta que, pensamos titular “REDES/SIGLO VEINTIUNO”, Conjuntamente decidimos que los seis Centros de PANA al que se sumaba CEHAP de Colombia, seríamos los impulsores de la propuesta con el apoyo de Kate de Alemania y ASDE de España.

Organizamos un taller junto con Carlos Guerrero nuestro amigo ecuatoriano que estaba iniciando sus actividades en ASDE. Él fue enviado por KATE para monitorear otro proyecto que teníamos con la Unión Europea, el Programa “Paso a Paso” que ejecutábamos con los amigos de DESCO del Perú.

Con Carlos dimos los últimos toques a la propuesta y estructuramos su marco lógico, su cronograma y su presupuesto, para poder presentarla a la Comisión Europea. La titulamos “Gestión local para un desarrollo sostenible: construyendo participación, conocimiento e innovación” (Red-Des). Nos topamos sin embargo, que el monto requerido para trabajar durante tres años, en seis países y con la participación de siete ONGs, era bastante considerable. Además, si bien KATE se mostraba dispuesta a apoyarnos, ASDE no podía todavía ser contraparte de la propuesta debido a  su reciente fecha de constitución.

Vimos que resultaba indispensable conseguir apoyo de varias otras agencias europeas de cooperación para poder presentar “Red-Des” a la siguiente “convocatoria” o “concurso de propuestas” que abriría en Bruselas, la Comisión Europea.

Conseguir el apoyo de ONGs de cooperación en Europa no era sencillo, pues no sólo debían estructurarse en Consorcio para presentar conjuntamente la propuesta, sino que debían garantizar la consecución del 15% del presupuesto, de fondos privados europeos, para que la propuesta pudiese pasar los complicados filtros del concurso.

Carlos envió el borrador de la propuesta a varios amigos de agencias de cooperación y de la propia Comisión Europea. Muchos se mostraron interesados, otros advirtieron que no iban a poder apoyarnos por razones muy diversas y en la CE en Bruselas, luego de una primera lectura, nos sugirieron que ampliásemos la cobertura para que la propuesta tuviese impacto regional y no solo en los países andinos.

Aprovechando que FORHUM tenía su último taller regional en Cochabamba, los integrantes de PANA viajamos a esa CIUDAD y todos dedicamos varios días a armar la versión final de la propuesta y a formular el presupuesto, con el invalorable apoyo de Carlos que vino expresamente de España para ese taller. 

En Cochabamba decidimos invitar a DESCO (Perú) y a POLIS (Brasil) a sumarse a la iniciativa y dimos los últimos toques a la propuesta. Con Carlos volvimos a trabajar vía correo electrónico las últimas precisiones

En resumen, todo este esfuerzo quedó estructurado así: “Red-Des” (construyendo una gestión local alternativa) se iba a desarrollar durante tres años, en localidades intermedias (municipios, cantones, comunas, etc.) y zonas de ciudades grandes de siete países de América Latina (Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela); apuntaba a la formación de agentes de cambio para una gestión democrática y participativa para el desarrollo local, con énfasis en la gestión ambiental sostenible. El programa iba a ser impulsado por nueve ONGs de la región: CERES (Bolivia), POLIS (Brasil), FORO y CEHAP (Colombia), SUR (Chile), CIUDAD (Ecuador), DESCO y CIDAP (Perú) y CESAP (Venezuela).

Volvimos a enviar un borrador a los colegas de la Comisión Europea y esta vez nos sugirieron  dividir la propuesta en dos partes: una más ligada a investigación y capacitación y otra a intervenciones y proyectos de apoyo a comunidades y municipios. De esa forma se podría optar por un monto más importante de recursos. Era casi como presentar dos propuestas a una misma convocatoria pero las dos tan bien formuladas que sería casi imposible perder el concurso.

El único problema radicaba en que cada una de las dos propuestas demandaba la participación de al menos dos agencias de cooperación, dispuestas a presentarlas y a co-financiarlas.

Con Carlos volvimos a trabajar vía correo electrónico en partir la propuesta en dos. “Red-Des-A” buscaba capacitar a diversos actores locales y “Red-Des-B” realizar intervenciones, orientadas a solucionar necesidades acuciantes, que sirviesen para ejemplificar una gestión democrática-participativa y propiciar cambios en las políticas para un desarrollo local sostenible.

El Programa iba a beneficiar a grupos, organizaciones e individuos que jugasen importantes roles en el proceso de gestión local: a) autoridades locales electas (alcaldes y concejales); b) técnicos y profesionales de municipios; c) dirigentes comunitarios, barriales, vecinales y territoriales (hombres y mujeres); d) dirigentes de grupos y asociaciones de mujeres, jóvenes, adultos mayores; e) técnicos y profesionales de ONGs, universidades, agencias de cooperación para el desarrollo, iglesias, etc.

Con Carlos volvimos a trabajar vía correo electrónico las últimas precisiones al presupuesto y planificamos la “gira europea” para conseguir “vender” la idea a diversas agencias de cooperación.

Posteriormente fuimos planeando el viaje y, con el apoyo de Carlos y los colegas de ASDE, planificamos el recorrido, las citas, las reservaciones de hotel y la logística. Se debían prever visas, cambios de moneda (en esa época todavía no se había introducido la moneda única europea), escalas, alimentación, etc. Todos llegamos a Barcelona entre el 29 y el 30 de septiembre y del 01 al 12 de octubre realizamos ese maravilloso periplo.
Los involucrados en ese viaje fuimos: Humberto Vargas y Natalia Vega de CERES-Bolivia, Rafael Rueda de CEHAP-Colombia, Esperanza González de FORO-Colombia, Olga Segovia de SUR-Chile, Mario Vásconez  y Jorge García de CIUDAD-Ecuador,  Samuel Yánez de CIDAP-Perú, Abelina Caro de CESAP-Venezuela y Carlos Guerrero de ASDE-España; los colegas de DESCO-Perú y POLIS-Brasil no pudieron sumarse a la gira porque el tiempo transcurrido desde que se les invitó a sumarse a la iniciativa y la fecha del viaje fue en realidad muy corto.

Carlos y Janeth Sola, con quien él estaba casado todavía en esa época y colaboraba en ASDE, habían planificado todo al detalle, con fechas y horas precisas para cada trayecto, para llegar a tiempo los hoteles y a las citas -pedidas previamente- en las diversas agencias de Cooperación. Todo estaba calculado milimétricamente, incluso los gastos diarios, que debíamos respetar de forma rigurosa para no salirnos del presupuesto acordado, establecido previamente.

El primer inconveniente se produjo porque Tito Vargas llegó con su esposa Natalia. Eso complicó el alquiler del vehículo que Carlos había reservado y que sólo permitía ocho pasajeros a más del conductor, así que Tito debió arrendar un pequeño vehículo para poder seguirnos en la gira. El segundo problema era la reservación de hoteles pues, en casi todos, se habían previsto una habitación triple para las mujeres (Esperanza, Abelina y Olguita) y tres habitaciones dobles para los hombres (Carlos y yo en una, Jorge y Rafa en otra y Tito y Samuel en la restante).

La incorporación de Niña, como le decimos afectuosamente a Natalia, la esposa de Tito, demandaba una habitación adiciona para la pareja; ello suponía más gastos y en ocasiones problemas de reservación, pues no en todos los hoteles nos garantizaban conseguir una habitación adicional o guardar el precio acordado por las otras.

El lunes 01 de octubre tuvimos una primera reunión de trabajo en ASDE para convenir cómo íbamos a hacer la presentación de la propuesta a cada agencia. Carlos había previsto entregar copias en color anilladas de “Red-Des A” y “Red-Des-B”, varios plegables de la iniciativa “Red-Des” y plegables de cada una de las instituciones que participábamos. Decidimos que yo haría la presentación inicial y luego cada uno podía complementar alguna información relevante o responder las preguntas que se nos formularan. Carlos abordaría la parte presupuestaria para que pudiese quedar claro a cada agencia, el monto a conseguir y los beneficios de su posible intervención, así como los compromisos a los que debería someterse si decidía participar en esta aventura de cofinanciamiento de la loca propuesta de nueve ONGs sudamericanas. 

En la tarde tuvimos una primera reunión de trabajo para presentar “Red-Des” a INTERMON. Nos recibió  Ramón Vallescar. La propuesta  le interesó, particularmente en lo que tenía relación al tema de la descentralización; le pareció de interés el hecho de que se tratase de un proyecto regional, aunque declaró tener poca experiencia en el financiamiento de este tipo de proyectos regionales que temía, podía resultar muy complejo. Señaló  que debería consultar sobre si la propuesta no iba a competir con otras que INTERMON iba a presentar a la Comisión Europea. Preguntó sobre nuestro vínculo con ALOP y le aclaramos que DESCO, POLIS, SUR, CIUDAD y CESAP eran miembros de ALOP y finalmente nos ofreció analizar las posibilidades de sumarse al grupo de Instituciones que brindarían apoyo al proyecto.

En la tarde tuvimos una reunión sobre aspectos logísticos, en ASDE, para discutir una serie de detalles, acuerdos y reglas para garantizar la eficiencia del plan previsto para la gira; la eficacia de ésta y la convivencia entre nosotros en temas como tabaco, bebidas, hora de dormir, hora de levantarse, volumen y tamaño del equipaje, etc.

El martes 02 de octubre emprendimos realmente la gira. Salimos a las 8h00 de Barcelona hacia Lyón, Francia a donde llegamos a las 18h30  luego de un recorrido de 660 Kilómetros

Habíamos decidido que el chofer oficial sería yo y Carlos sería el copiloto por su facilidad para leer planos de carreteras. 

En la minivan nos acompañarían Esperanza, Olguita, Abelina, Jorge y Rafa. En el pequeño auto, conducido por Tito, irían Niña y Samuel. El equipaje y los materiales impresos para entregar en nuestras citas lo llevaríamos en nuestro vehículo que era más amplio y resistente. Por suerte Tito tenía experiencia como conductor de coches de carreras y pudo seguirnos “sin despegarse” de nosotros pues el gravísimo riesgo era que nos perdiésemos en las autopistas o en los pueblos por donde debíamos pasar. En esa época no estaban tan popularizados los teléfonos celulares, así que convenimos que, en caso de perdernos, unos y otros llamaríamos a ASDE en Barcelona para que Janeth pudiese coordinar nuestro re-encuentro vía telefónica.

Este primer recorrido sirvió para que yo pudiera adaptarme al vehículo y a las grandes velocidades a las que debía manejar en las autopistas europeas. 

También comprobamos que no funcionó lo que había sido nuestra idea inicial en cuanto a los almuerzos y paradas técnicas. Habíamos pensado que al mediodía podríamos salir de las autopistas y buscar dónde comer en pequeños pueblitos o en las afueras de las ciudades, pero nos dimos cuenta que eso nos hacía perder mucho tiempo. Optamos por tanto por los restaurantes de las áreas de reposo de las autopistas, pero vimos que resultaba caro y también perdíamos mucho tiempo, así que decidimos más bien comprar patés, quesos, pan, jamón, vino y refrescos en cualquier supermercado y detenernos para hacer un buen picnic en las áreas de descanso, generalmente provistas de mesas y baterías sanitarias.    

El miércoles 3 de octubre salimos de Lyón con destino a Bonn, a las siete y media de la mañana. Esa fue posiblemente la jornada más larga de nuestra gira; debíamos recorrer 710 Kilómetros, que los hicimos en más de once horas. Llegamos al destino a las ocho de la noche, totalmente agotados.

El jueves 4 de octubre a las nueve tuvimos una reunión de trabajo en EED, cuya sede estaba en Bonn. 

Nos recibieron Uwe Asseln-Keller, Detlef Leitner y Freddy Peña del departamento para América Latina y el Caribe. 

Hice una explicación breve de la iniciativa, destacando que en ella se agrupan ONGs de América Latina con más de 20 años  de trabajo individual y en consorcio en procesos relacionados al mejoramiento de la calidad de vida, el apoyo a una gestión local democrática, a la construcción de ciudadanía, a la participación ciudadana, a la interacción con otros actores del desarrollo, a la gestión del conocimiento, entre otros. 

Detlev y sus colegas manifestaron su interés en la propuesta aunque por su complejidad ofrecieron analizarla más detenidamente.
Preguntaron ¿cuál podía ser el rol de un consorcio europeo?, y anotaron que se deberían buscar acuerdos sobre uno o dos temas claves: uno de ellos podía ser fortalecer la capacidad de gestión de la gente.

A la once y media salimos de Bonn rumbo a Aachen. Esa ciudad se encuentra apenas a 70 Kilómetros de Bonn, pero ya casi al llegar tuvimos problema con el vehículo; comenzó a fallar, parecía que el carburador se había obstruido. En un plano que disponíamos, ubicamos la zona donde se encontraba la sede de MISEREOR -donde teníamos cita a las tres de la tarde- y decidimos buscar un taller mecánico lo más cercano posible para que nos revisaran el daño mientras asistíamos a la reunión.

Pero claro, una cosa son los buenos propósitos y otra muy diferente, la realidad de las cosas. Ya en Aachen, la furgoneta  comenzó a caminar con dificultad y apenas tuvimos tiempo de ingresar a un pequeño taller que, casi por milagro, apareció en una de las calles por la que transitábamos ese momento. El propietario era un migrante tuco que hablaba en turco claro y en un alemán chapurreado, lenguas que ninguno de nosotros manejaba. El hombre hablaba un poquito de inglés, así que “medio-medio” nos pudimos entender y le pedimos que revisara y reparara el daño. Dejamos allí el vehículo y comenzamos a caminar en busca de un taxi o de algún otro medio de trasporte que no permitiera llegara a nuestra cita. El problema era que estábamos en un barrio mas bien residencial de las afueras y por allí no pasaba ningún taxi, y por las limitaciones del idioma tampoco podíamos comunicarnos para pedir ayuda a cualquier peatón. 

El mapa que teníamos era muy general y parecía que no estábamos lejos de nuestro destino, allí aparecían dos grandes avenidas que debíamos cruzar y hacia allá nos dirigimos, sin embargo la distancia era bastante mayor de lo que imaginábamos. A duras penas y casi corriendo llegamos a la oficina que buscábamos, unos minutos antes de las tres. No habíamos almorzado y todos nos hallábamos sudorosos, agotados y con ampollas en los pies.

Nos recibió Bernd Bornhorst, director del Departamento para América Latina, quien manifestó que le parecía difícil visualizar cual era el valor agregado del trabajo conjunto de 9 ONGs y qué buscaban en común. Añadió que era claro que tenían una historia común que estaba en la base de la propuesta (los programas FORHUM, PANA y otras acciones conjuntas) pero no le quedaba claro cual sería “el impacto regional” por la participación de todas en esta propuesta. Le resultaba difícil visualizar cuál sería el valor agregado de una propuesta en la que se veía un importante componente de capacitación y otro de apoyo a procesos, pero que su institución prefería apoyar “proyectos de intervención” en los que era más fácil visualizar ese valor agregado. El representante de MISEREOR manifestó que veía difícil participar apoyando financieramente la propuesta pero quedaba abierta la posibilidad de aportar a su desarrollo a través de proyectos bilaterales que podían desarrollarse en varios países de la región.
 
  
A las cuatro y treinta salimos bastante decepcionados, pudimos tomar un bus y luego un taxi para ir hasta el taller a recuperar nuestra camioneta. Antes nos habíamos sentado en una cafetería turca, en las inmediaciones de MISEREOR para comer algo, pues a más de la desilusión de esa reunión y del agotamiento evidente en el que nos encontrábamos; estábamos además, muertos del hambre.  En la tarde, ya casi al atardecer emprendimos el regreso a Bonn donde íbamos a pasar la noche.

Continuamos la gira al día siguiente, pero ello será motivo de otro relato.

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