martes, 2 de agosto de 2011

Ecuador 7: El Encuentro “Una ciudad para la vida” y HABITAT II

La “Primera Conferencia Mundial de Hábitat” tuvo lugar en la ciudad de Vancouver en 1976 y la ciudad de Estambul fue seleccionada como sede de la “Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos,” conocida luego como “HABITAT II” que se iba a desarrollar del 3 al 14 de junio de 1996.

A mediados de 1995, Diego Carrión, a la sazón Director de CIUDAD, nos reunió en la oficina para involucrarnos en una idea que estaba dándole vueltas en la cabeza: organizar un macro evento latinoamericano, preparatorio de HABITAT II.

Nos planteó que ese momento, a fines del milenio, América Latina evidenciaba ser una región que estaba urbanizándose a pasos acelerados; pero que desgraciadamente  ese proceso de urbanización no había ido de la mano de una mejora de la calidad de vida para la población: era evidente la precariedad de las viviendas y de los asentamientos humanos, su vulnerabilidad, la falta de servicios y oportunidades y el incremento de la miseria.

Ante ello resultaba necesario reflexionar y debatir alternativas para enfrentar los retos de mejorar la calidad de vida en las ciudades. Pero además convenía mostrar que en los casi veinte años transcurridos desde HABITAT I, en América Latina y El Caribe se habían realizado, desde diversos ámbitos, innumerables e importantes propuestas y experiencias para enfrentar y atender la cuestión del hábitat y el medio ambiente urbanos.

Así que, desde CIUDAD nos propusimos convocar a nuestros numerosos colegas y amigos de la región para organizar -conjuntamente -un gran evento donde se pudiera discutir el tema del hábitat y presentar al mundo todo lo que se había avanzado en estos años (bajo el concepto de que no todo era un desastre; muchas gentes habían trabajado -y seguían esforzándose- para enfrentar la problemática habitacional, las necesidades urbanas, buscando hacer efectivo el derecho –de todos- a una mejor calidad de vida en las ciudades).

Ese fue el origen de lo que después fue un gigantesco evento que llamamos “AL ENCUENTRO DE UNA CIUDAD PARA LA VIDA: Foro de América Latina y El Caribe hacia HABITAT II” que organizamos en Quito como una sustantiva contribución regional al proceso de la Conferencia HABITAT II, que tendría lugar en Estambul el año siguiente.

El Encuentro de Quito -y todo el proceso preparatorio- tuvo un carácter regional en el que se involucraron cientos de colegas e instituciones que jugaron un papel importante en cada uno de sus países para presentar sus propias propuestas y experiencias y recabar localmente, la colaboración, participación y la presentación de experiencias de otros actores.
Para dar mayor peso a  la convocatoria del evento logramos el apoyo de importantes entidades internacionales, entre otras de nuestro querido amigo Enrique Ortiz Secretario de la Coalición Internacional del Hábitat y de Pablo Trivelli, coordinador del Programa de Gestión Urbana para América Latina y el Caribe (PGU-LAC). Involucramos también al “HABITAT II Global NGO Secretariat y al Programa FORHUM y paralelamente, a nivel nacional, posibilitamos sumarse a la iniciativa al Municipio Metropolitano de Quito, al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, al Colegio de Arquitectos del Ecuador-Núcleo Pichincha-, a la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica y a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central del Ecuador.

El encuentro buscaba crear un espacio que muestre nuestro trabajo, potencie intercambios, difunda conocimientos replicables y estimule la realización de acciones ingeniosas pera solucionar los problemas del hábitat urbano.
El eje central del encuentro era un gran exposición que buscaba ser la excusa para que las instituciones pudiesen sistematizar un conjunto de experiencias e iniciativas locales en relación con políticas, metodologías, acciones, obras y modalidades de atención a problemas del hábitat urbano; para difundir el trabajo y el conocimiento acumulado.
Con este trabajo conjunto se buscaba fortalecer a las instituciones y grupos que trabajan en el campo del hábitat y el desarrollo local, a través del debate y la confrontación e iniciativas; alimentando y fortaleciendo el acceso a la información (tecnologías, metodologías, marcos legales, etc.) para que las instituciones puedan incorporarlas te a sus propias dinámicas y potencien su trabajo.
Nos propusimos que todo ello sería el medio para contribuir y aportar, desde América Latina y El Caribe, a la Conferencia HABITAT II.
Desde Quito hicimos una convocatoria amplia, invitando a la participación de diversas instituciones: del Estado, gobierno locales, universidades, ONGs, agencias de cooperación y organizaciones comunitarias y de la sociedad civil de la región de América Latina y El Caribe, para presentar en un formado rígido, tipo afiche, sus múltiples iniciativas y realizaciones relacionadas con el “hábitat urbano”.
La exposición de esas “láminas” sería el evento central de “Encuentro…”, complementándose con actividades académicas, de reflexión y debate (talleres, conferencias, mesas redondas y encuentros) sobre numerosos temas y problemas ligados a los asentamientos humanos.
Luego de meses de preparación logramos hacer realidad el encuentro “UNA CIUDAD PARA LA VIDA”, entre el 13 y el 18 de Noviembre de 1995.

Diego era Decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño que habíamos fundado en la Universidad Católica poco tiempo atrás. Consiguió que esa casa de estudios cediera para la exhibición, los amplios espacios del Centro Cultural que nuestro colega y amigo Fernando Calle había edificado en esa Universidad y que estaban casi concluidos. Con la participación de los estudiantes de arquitectura pintamos de blanco las paredes y pudimos habilitar un espacio amplio y funcional para la exposición de experiencias  

Esa exhibición fue un éxito; logramos reunir 277 experiencias, presentadas por 155 instituciones públicas, privadas y organizaciones sociales de 15 países de América Latina y el Caribe.

Recibimos y se expusieron 6 experiencias provenientes de Argentina; 2 de Bolivia; 59 de Brasil; 6 de Chile; 29 de Colombia; 13 de Costa Rica; 105 del Ecuador; 4 de El Salvador; 5 de Guatemala; 18 de México; 2 de Nicaragua;10 del Perú; 10 de Uruguay; 2 del Canadá y 6 del Programa andino "Forhum" en el que CIUDAD participaba con otras 3 instituciones: CEHAP de Colombia, CIDAP de Perú y CERES de Bolivia.

Las experiencias llegaban a Quito en el formato preestablecido y acá le incorporábamos -en un espacio previsto para el efecto- una tarjeta con el nombre y el logotipo del evento. Luego colocábamos la lámina sobre un formato rígido, la forrábamos con plástico transparente, le poníamos una cuerda en la parte posterior para que pudiese ser colgada y le incorporábamos, arriba y abajo, un perfil de tubo plástico para mejorar el aspecto y proporcionar más solidez a cada cartel. 

Las láminas llegaban pocos días antes de la exposición; el trabajo de enmarcación y el montaje de la exhibición fue una tarea titánica en la que participamos todos quienes laborábamos en CIUDAD y colegas de otros países que habían llegado para participar en el Enuentro.

Recuerdo dos anécdotas del armado de la exposición; la primera, el hecho de que uno de los "ayudantes" que tuvimos para el montaje fue el célebre "Superbarrio Gómez" ese personaje mexicano con traje de superhéroe que "lucha por el derecho a la vivienda y por solucionar las necesidades y demandas de los habitantes de los barrios populares"... y la segunda que yo todavía estaba en rehabilitación por la operación a la que me sometí tras haberme roto el tendón de Aquiles en Suiza, así que tuve que enfrentar el ajetreo de todos esos días, apoyando en mis ya célebres muletos de aluminio.    




Las 277 láminas se relacionaban con la problemática del hábitat urbano y habían sido impulsadas y desarrolladas en las últimas dos décadas por gobiernos nacionales, municipalidades, corporaciones públicas de desarrollo, organizaciones no gubernamentales y comunitarias, empresas privadas, organismos del sistema de Naciones Unidas, organismos de cooperación bilateral y organismos de cooperación no gubernamental.
Estas 277 experiencias se clasificaron en 16 ejes temáticos principales. Recibimos 16 láminas referidas al tema de “Ciudadanía, Identidad y Cultura”;  21 de “Gestión y participación ciudadana”; 10 del tema “Niños”; 7 de “Mujeres”; 22 referidos a “Instituciones y Organizaciones”; 11 de  “Salud y alimentación”; 32 de “Servicios Básicos”; 47 de “Vivienda”; 29 de “Medio Ambiente”; 20 de “Planificación y tierra urbana”; 15 de “Rehabilitación urbana y Centros Históricos”; 21 de “Capacitación y educación”; 9 de “Estudios y publicaciones”; 5 de “Comunicaciones y sistemas de información”; 5 de “Generación de Ingresos y financiamiento” y 7 de “Ciudades y desarrollo rural”.
El evento “Al Encuentro de una Ciudad para la Vida” fue exitoso en lo que se refiere  a esa exposición de experiencias, pero fue sumamente exitosa también, en cuanto a la realización de los seminarios y talleres temáticos y de varias otras actividades paralelas.
Los talleres, conferencias, mesas redondas y encuentros se organizaron con una apretada agenda en una semana, todos se referían a múltiples tópicos ligados al hábitat urbano. Fueron organizados y diseñados también de forma descentralizada, bajo la responsabilidad de diversas instituciones o redes interesadas en debatir temas específicos.
Adicionalmente se previeron encuentros entre actores importantes del desarrollo de las ciudades: autoridades gubernamentales; alcaldes, planificadores  y técnicos de gobiernos locales; comunicadores sociales; jóvenes; mujeres; dirigentes comunales; estudiantes universitarios; profesionales.

De forma paralela se realizaron exposiciones de videos, documentales, cine, fotografía, arte urbano, caricaturas, materiales de comunicación y publicaciones además de  actividades teatro, cine, música y danza.

En los talleres y actividades académicas del evento se inscribieron y participaron alrededor de 700 personas. La exhibición y demás encuentros culturales estuvieron abiertos al gran público. Cientos de estudiantes, pobladores, profesionales, funcionarios y la población en general, disfrutaron de esas actividades durante la semana del evento. 

Por su propia naturaleza, el evento fue una formidable experiencia de trabajo en red que permitió poner en interacción a numerosas organizaciones, instituciones, grupos y  redes regionales. 


En la inauguración, Diego resaltó que “si bien el Centro de Investigaciones CIUDAD tuvo a su cargo la Coordinación General del encuentro; éste se hizo posible, entre otras cosas, gracias al apoyo, participación e involucramiento de numerosas instituciones y personas, en una suerte de “minga” colectiva”
Colegas de 155 instituciones y organizaciones contribuyeron con sus recursos, capacidades y trabajo a costear los diversos rubros de un evento de esta magnitud; sin embargo, parte del éxito fue que el encuentro se realizó dentro de un espíritu de austeridad, descentralización y participación.

Enrique Ortiz resaltó la importancia de esta iniciativa, puso de relieve el hecho de que la idea le había impulsado Diego, agradeció el trabajo del equipo de CIUDAD para desarrollar el Encuentro y resaltó su importancia como ejemplo de una singular acción colectiva para posicionar a la región en el concierto mundial y permitir la visibilización de lo que habíamos logrado en América Latina desde la cita de Vancouver hacía veinte años; sobre todo en lo referente al debate sobre la vivienda, la  ciudad y el hábitat como derechos ciudadanos.  

El evento “AL ENCUENTRO DE UNA CIUDAD PARA LA VIDA” tuvo un enorme valor demostrativo y de aprendizaje. Tuvo un gran Impacto a nivel regional al propiciar el diálogo entre múltiples actores y brindó especial atención a la problemática ambiental, a iniciativas ciudadanas y participativas, a proposiciones innovadoras, a la sustentabilidad de las acciones, al uso de tecnologías y metodologías adecuadas al medio. Se propició la afirmación de identidades locales, se dio énfasis a un enfoque de género y se propició la articulación de necesidades, demandas, requerimientos y aspiraciones de amplios grupos sociales.
Entre los diversos compromisos asumidos por los participantes, se acordó promover la realización de actividades de réplica en varias de las ciudades de la Región bajo la coordinación de entidades locales para ampliar la cobertura e impacto del evento de Quito.
De otro lado se planificó aunar esfuerzos para que la exposición pueda recorrer varias ciudades de América Latina y finalmente sea presentada en Estambul en junio de 1996, durante HABITAT II, la “Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos”  
Como parte de estos compromisos CIUDAD, preparó un catálogo con la memoria del evento en tres idiomas, español, inglés y francés con el detalle del conjunto de láminas presentadas a la exposición, las declaraciones, las cartas de compromiso, las resoluciones generales y el resumen y  principales conclusiones de los talleres.



Esos libros como ya he relatado anteriormente los acarramos, Diego y yo hacia Estambul y el HIC cumplió su promesa de llevar a esa ciudad las 277 láminas de la exposición “AL ENCUENTRO DE UNA CIUDAD PARA LA VIDA”. Previamente los socios locales del HIC organizaron exposiciones en diversas ciudades de América Latina: Sao Paulo, Montevideo, Buenos Aires, Lima y México.
Luego de HABITAT II la exposición fue a Holanda y a Bélgica y regresó a nuestro continente para exhibirse en México, Bogotá y San José.

Las tareas emprendidas dejaron fatigas, satisfacciones, enseñanzas, recuerdos, buenos amigos y una gran lección: haber mostrado que es factible y maravilloso trabajar en equipo, sumando y multiplicando, aunando esfuerzos, metiendo el hombro, tejiendo redes…  Diego y luego yo, hemos impulsado ese tipo de iniciativas desde CIUDAD en todos estos años. Un buen ejemplo para quienes tomen la posta en el futuro.   

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