sábado, 11 de octubre de 2014

Ecuador 70 Propuesta de readecuación de la iglesia existente en el Parque Metropolitano Guangüiltagua


La urbanización de empleados y trabajadores de IETEL

Como ya he relatado desde diciembre de 2006 el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión” tomó a su cargo la administración integral del Parque Metropolitano Guangüiltagua – PMG.

La Municipalidad había encargado a la Corporación “Vida para Quito” la administración de los parques de la ciudad entre ellos el “Metropolitano”; las dos entidades resolvieron promover un concurso al que fueron invitadas varias instituciones para presentar propuestas para la administración y manejo integral de ese parque y nosotros nos hicimos cargo de su gestión, tras  ganar aquel concurso.

A fines de la década de los ochenta el municipio declaró de utilidad pública el territorio localizado en la Loma de Guangüiltagua y fue consolidándose como parque, mediante la expropiación de los terrenos donde actualmente se asienta ese espacio público. Entre 2003 y 2010 “Vida para Quito” desarrolló una intensa labor en cuanto a regularizar la propiedad municipal del Parque Metropolitano pues todavía existían numerosos predios en situación irregular en cuanto a su tenencia y al proceso de expropiación.


Cuando nos hicimos cargo del PMG, en su sector occidental, al costado sur de la vía de acceso principal (que une la calle Guangüiltagua con la Planta de Agua Potable de la EPMAAP), se podía observar el trazado de los lotes y las calles de lo que se había planificado como una urbanización perteneciente a la cooperativa de empleados y trabajadores del Instituto Ecuatoriano de Telecomunicaciones – IETEL que también fue expropiada para sumarse al área del actual Parque Metropolitano.



En ese territorio, los cooperados habían iniciado las obras de urbanización… se excavaron las zanjas y se realizó el tendido de la red de alcantarillado y si bien nunca concluyeron las obras de vías y veredas, avanzaron en la apertura y nivelación de las calles y en la construcción de los bordillos de hormigón en toda la zona.

Cuando se enteraron que el Municipio iba a declarar de utilidad pública ese terreno, se apresuraron a sortear los lotes y los entregaron a sus asociados para complicar el proceso de expropiación. Sin embargo, aunque disponían de documentos que daban cuenta de la adjudicación de los lotes a favor de cada asociado, nunca lograron contar con escrituras individuales.

En la lucha que emprendieron buscando evitar la expropiación, los lotes fueron cercados (algunos sólo con postes y alambre de púas y otros con cerramiento de ladrillos o de bloques de hormigón). 



Varias casas llegaron a edificarse algunas como mediaguas y otras con estructura de hormigón armado, paredes de ladrillo o bloque y diversos tipos de cubierta (teja, asbesto-cemento o losa de hormigón). Algunas incluso llegaron a ser habitadas, a pesar de no disponer de acometidas de los servicios básicos.

Como parte de las acciones desarrolladas por los cooperados tratando de no ser desalojados, hicieron una instalación precaria de electricidad mediante un enorme transformador de aceite e iniciaron la construcción de una iglesia.

Todas esas acciones fueron vanas y finalmente se cumplió la declaración de utilidad pública y la urbanización de IETEL pasó a ser parte del Parque Metropolitano.

Cuando nosotros nos hicimos cargo de la gestión de ese parque, tuvimos que quitar las cercas de alambre de púas, derrocar los cerramientos que demarcaban los lotes, rellenar las calles existentes para recuperar el perfil original de la loma y restaurar varias de las casas existentes, reciclándolas para darles diversas funciones requeridas en beneficio de los usuarios del Parque.   

Uno de los problemas que tratamos de enfrentar fue el de esa edificación inconclusa que originalmente estuvo prevista como iglesia de la urbanización de IETEL. El Consorcio “CIUDAD  - Ecogestión” la recibió en obra negra: estructura de hormigón, paredes de bloque, cubierta de asbesto-cemento. Inconclusa, pero en bastante buen estado.

Retos del Consorcio CIUDAD-Ecogestión para recuperar la Iglesia del PMG

En enero de 2008 decidimos contratar a un consultor con experiencia para que realice una propuesta de reciclaje y reutilización de la Iglesia.

Preparamos los Términos de Referencia para poder disponer de una propuesta de recuperación de ese edificio para el funcionamiento de un “centro cultural” y de las “oficinas administrativas” que resultaban indispensables para las actividades recreativas, turísticas y culturales que el Consorcio realizaba en el PMG.

Así pues, el Consorcio decidió realizar un concurso privado por invitación a varios profesionales para buscar a la persona natural o jurídica que pudiera encargarse de esas tareas.

Solicitamos ofertas a tres profesionales en función de los “términos de referencia” que preparamos para tal fin.

Meses después en junio de 2008, el Comité Técnico del Consorcio se reunió para seleccionar la propuesta más idónea sobre la base del análisis de la documentación presentada por los tres oferentes y consideró adecuado contratar al arquitecto Hernán Burbano para que proceda a realizar la planificación del Centro Cultural y las Oficinas Administrativas del PMG mediante el reciclaje y reutilización de la edificación inconclusa conocida como “la Iglesia”.

En el contrato que suscribimos con Hernán se precisaban sus obligaciones respecto a este trabajo: a) elaborar un documento escrito que sistematizara su propuesta para la iglesia; b) elaborar un documento gráfico que sintetizara la propuesta de reciclaje y reutilización de los espacios de esa edificación; y c) elaborar un presupuesto estimativo, lo más detallado posible, de los costos que tendría la propuesta. 

Hernán cumplió en los plazos previstos el contrato suscrito y nos entregó la propuesta con toda esa documentación (memoria técnica, planos a nivel de anteproyecto y presupuesto).




Estudios del Arq. Hernán Burbano para la Iglesia del PMG

En la memoria técnica, Hernán señalaba:

La urbanización de IETEL está localizada en la zona sur-oeste del Parque y se halla conformada por una retícula de grandes manzanas rectangulares de 100 por 47 metros. La iglesia se encuentra ubicada en el centro geográfico de la misma, al interior de una de las manzanas. Para la construcción de la edificación se elaboró un terraplén, por lo que parte del edificio se encuentra bajo el nivel natural del terreno, ello le ha producido importantes afectaciones por humedad, sobre todo en sus paredes. En el entorno no  existe arborización alguna, solamente ha crecido pasto natural.

La colina donde se ubica la ex urbanización de IETEL ha comenzado a ser revalorizada por la Dirección del Parque con arborización y vegetación adecuadas; en ella se prevén múltiples usos tales como zonas de recreación pasiva, con áreas de descanso, de contemplación, caminatas o recorridos peatonales, gimnasia al aire libre, una zona para acampar, otra para albergar población desplazada en casos de desastres, etc. Al momento se están construyendo dos grandes estacionamientos junto a esta zona, uno en el sector norte y otro en el oeste y se requiere construir una serie de elementos para complementar y centralizar todos los servicios de atención al público que estas actividades requieren.

En la construcción llamada “la Iglesia” localizada en un lugar central dentro de la antigua urbanización; es posible realizar una propuesta de reciclaje y reutilización de esa edificación para apoyar e incrementar algunos servicios, tanto para esta zona como para el parque en general.

Las características de la edificación son resultado del abandono de una obra en proceso de construcción realizada por los anteriores propietarios… durante el proceso de expropiación se detuvo la construcción pero el Municipio, como nuevo propietario, la ha mantenido sin permitir que se deteriore mayormente… Actualmente el Consorcio CIUDAD-Ecogestión que tiene a su cargo el manejo integral del Parque Metropolitano Guangüiltagua se halla empeñado en reciclarla y adaptarla a nuevos usos para beneficio de los usuarios del Parque”.


En cuanto a la iglesia, Hernán precisaba en la memoria técnica:

“La superficie construida es de 378,14 m2 y su estado es obra negra sin terminar. Su uso actual es de bodega y vivienda de uno de los cuidadores del parque, que ha habilitado para ese fin la zona prevista originalmente como sacristía.

La parte más importante de la edificación está orientada en el sentido este-oeste, y está conformada por tres elementos: a) nave central de la iglesia; b) baptisterio y campanario y c) sacristía.

La nave central y el baptisterio se conforman mediante una estructura de vigas y columnas de hormigón armando y están limitados por muros perimetrales de bloques de cemento. La cubierta está conformada por una estructura de cerchas metálicas; a dos aguas (en el caso de la nave central) y a una sola agua (en el baptisterio), recubierta de láminas de asbesto cemento que descansan sobre las columnas perimetrales de hormigón.

La fachada norte presenta arcos de medio punto de ladrillo para conformar las ventanas (que actualmente se encuentran cerradas con mampostería de bloques de cemento unidos con masilla de tierra). 

La fachada principal (oeste) dispone de ventanas -también tapialadas- conformadas por dos arcos ojivales de ladrillo y dos de medio punto, uno de los cuales conforma el vano previsto para la puerta principal que actualmente se cierra gracias a una puerta improvisada de malla metálica. 

La sacristía y el campanario están conformados por una estructura de columnas y losas de hormigón. En la sacristía se ha adaptado un pequeño departamento donde habita el cuidador, con un baño y una cocineta. Dispone de puertas y ventanas en mal estado.

Los pisos de toda la edificación no se encuentran terminados, solo llegaron a nivel de contrapiso de cemento y se encuentra en mal estado. Se visualiza bastante humedad debido a las frecuentes inundaciones y por la posible absorción de la humedad del subsuelo por falta de impermeabilización y porque su nivel está ubicado bajo el nivel natural del terreno.

Los muros fabricados en bloque de cemento de 20 cm. y 15 cm. de espesor  no se encuentran enlucidos ni pintados y evidencian humedad en la parte baja.

La estructura de la cubierta se encuentra en buen estado, faltando un adecuado mantenimiento de limpieza, antioxidante y pintura. Las planchas de asbesto cemento se encuentran en buen estado, aunque un 10% de ellas se hallan agujereadas y deberían cambiarse. Las restantes deberían ser pintadas por ambas caras con pintura impermeabilizante. La cubierta no posee recolectores de agua lluvia, lo que deberá preverse en la propuesta.

La sacristía posee una cubierta de hormigón sin impermeabilizar. Sus muros presentan evidencias de humedad pues en este sector no se han dejado suficientes retiros con los taludes del nivel natural del terreno.


Los espacios exteriores de la zona donde se localiza la edificación y en general en toda la antigua urbanización IETEL no existe arborización ni jardinería y solo ha crecido el pasto de manera natural”.



Propuesta de reciclaje y reutilización de la Iglesia realizada por el Arq. Hernán Burbano

Conceptos generales de reciclaje y reutilización

La edificación está localizada en un lugar estratégico y presenta un gran peso visual; por su tamaño podría ser un elemento simbólico del parque, para lo cual se propone las siguientes intervenciones:

Transformar las características de iglesia a un edificio de carácter cultural a un bajo costo; esto se lograría eliminando todos los elementos que componen la arquitectura religiosa y creando un volumen puro.



Este centro debe ser un punto de atracción muy visitado y que posea mucha actividad; para esto se ha previsto atravesarlo en el segundo nivel por dos ejes peatonales y que el edificio se convierta en un gran sitio de encuentro.

Dado que la nave central es un gran espacio rectangular y que posee una gran altura, es posible construir espacios de gran dimensión y en diferentes niveles y que se puedan realizar en su interior variadas actividades.

Una de las alternativas que se propone es el de construir tres niveles sin comprometer la estructura existente, esto se logra edificando internamente una propia estructura; una de las posibilidades planteadas es que en el segundo nivel al que llegan dos vías peatonales sea un sitio de encuentro e información y en la que puede establecerse la zona administrativa del parque. 


En el nivel de planta baja es posible tener tres aulas especializadas que servirían para realizar seminarios y conferencias vinculadas a temas como el cuidado del medio ambiente, aprendizaje y uso de las zonas de recreación, la vegetación, la arborización, la salud, el deporte entre otros.

Y en el tercer nivel existiría el auditorio de uso general para 150 personas con estos mismos fines.


En las zonas laterales, en el baptisterio puede ser adecuada una pequeña capilla ecuménica y sobre la cubierta de hormigón de la sacristía se podría adaptar un escenario para hacer actividades de teatro al aire libre, títeres, danza, música entre otros (la zona de espectadores se realizaría adecuando graderías de césped en los taludes, y para mejor acústica protegiendo la parte posterior con árboles apropiados). 


 Criterios de intervención

Para transformarlo en edifico simbólico se prevén las siguientes acciones:

Eliminar todos los aleros que tiene la edificación

Eliminar la ventanería de arcos de medio punto rellenándolos y proponiendo en su reemplazo un sistema de ventanería más económica dejando pequeñas perforaciones que permiten gran luminosidad con interesantes efectos de luz y sombra en las zonas perimetrales de circulación de toda la edificación.



Este gran volumen debe ser enlucido y pintado.


La zona de cubierta que se encuentra en buenas condiciones se mantiene igual. Como muchas de las planchas de asbesto cemento que cubren el edificio se encuentran dañadas y necesitan reponerse, esta reposición se la realizaría con planchas translucidas ubicadas a lo largo de los dos lados de la nave central, con esto daríamos más confort de temperatura tanto en aulas y zona administrativa como al eje peatonal este-oeste

Para cambiar la fisonomía del campanario se derrocará los muros perimetrales dejando la estructura vista en sus dos niveles, por el que atravesará el eje de circulación este-oeste (en el último nivel, actualmente anida un búho y se tratará de protegerlo). Para el baptisterio se creará una envolvente cúbica dejando la estructura de cercha metálica y las planchas de asbesto incrementando su tamaño.



La edificación nueva contiene tres niveles separados de los muros perimetrales existentes, esto se realizará con estructura de vigas y columnas metálicas con paneles colaborantes de metal en sus entrepisos y una losa de hormigón armando. 

Los acabados de pisos de los tres niveles se realizarán con enlucidos industriales de alto rendimiento. Las paredes, para que sean espacios flexibles, se realizarán con paneles de yeso. Las instalaciones eléctricas estarán montadas y muy bien confeccionadas sin ocultar sus elementos.

Para las instalaciones hidrosanitarias se prevé realizar un gran recolector de aguas lluvias con los bajantes de los mismos en forma vista por fuera del edificio.

Para las puertas exteriores se trabajará en madera tratada para la protección del sol y agua.

Estos mismos criterios se implementarán en la capilla ecuménica y en el pequeño escenario.

Los puentes de conexión para ingresar al edificio serán de madera tratada para exteriores; y toda la conformación de este gran espacio circular adyacente a la edificación, se lo realizará solo con movimiento de tierras.


Propuesta de financiamiento para las obras de reciclaje y reutilización de la Iglesia del PMG presentada por el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión” a “Vida para Quito”.

En la propuesta de Hernán, el presupuesto estimado para esta obra no llegaba ni siquiera a $ 120.000.

En el contrato suscrito entre la Corporación “Vida para Quito” y el Consorcio, para el manejo del Parque no se había establecido un presupuesto específico para la readecuación de la Iglesia; existían sin embargo, dos rubros para un “centro de recuerdos y artesanías” ($ 264.000) y un centro administrativo ($ 105.000) de los cuales se podría destinar una parte para tal fin.

Considerábamos que se podía invertir un monto aproximado de $ 94.000 del primero y $ 60.000 del segundo rubro para la rehabilitación de la Iglesia. Con esa inversión se podía habilitar la iglesia, sin derrocarla, para el funcionamiento del “centro cultural” y la “administración” del PMG.

Enviamos numerosas comunicaciones a “Vida para Quito” en diversas oportunidades pidiendo tomar decisiones para el financiamiento de la obra de restauración de la Iglesia. En carta  enviada el 02 de abril de 2009 no sólo insistíamos en que dieran prioridad a esa obra sino que señalábamos detalladamente las ventajas de esa intervención.

“El PMG podrá disponer en un sitio céntrico para el funcionamiento de sus oficinas administrativas, funcionales y de fácil acceso desde los parqueaderos para sus empleados, proveedores, visitantes, trabajadores, etc.

El PMG podrá disponer en un sitio adecuado, confortable y protegido para actividades recreativas y culturales: teatro, títeres, charlas, conferencias, talleres, reuniones, etc., que ese momento se realizan sin ningún confort en el galpón abierto de la zona administrativa.

La ubicación de este Centro Cultural y de la Administración en la antigua iglesia, logrará una desplazamiento del “Centro” del Parque, que pasaría -en el “imaginario” de la gente- de la “doble vía” que se usa como parqueadero y del “patio de los jugos” a este edificio “símbolo” del Parque.

El momento en que la antigua iglesia  se identifique como el “centro del Parque”, se reducirá la presión por “llegar en vehículo” al parqueadero y a “los jugos” y la gente aceptará dejar los vehículo en el nuevo parqueadero para iniciar desde allí, sus caminatas y recorridos o su “contacto” con la administración  y con la oferta de actividades culturales y recreativas.

La remodelación de la iglesia acabaría con la presencia “impactante” de una edificación enorme, incompatible con el entorno natural del parque, que este momento tiene un impacto visual “espantoso” para los usuarios y visitantes, no solo por su volumen sino también por su aspecto inacabado, su color gris y sus alrededores y espacios interiores que tiene un pésimo aspecto.

Esta propuesta permitiría “reciclar” una edificación existente, sin derrocarla. Eso es interesante para promover la reutilización como concepto opuesto a “botar lo viejo” y “construir todo de nuevo”; amén del ahorro de recursos que se gastarían innecesariamente en demolición y desalojo de escombros.

En la propuesta de manejo del parque se preveía la edificación de un centro administrativo y otros servicios que no deberán edificarse al hacerse esta intervención. Se lograría por tanto, una serie de ventajas para la administración y la atención a los usuarios con una inversión bastante menor de la requerida para “obra nueva” este es un concepto de manejo responsable de lo público: “hacer más, con menos”.

Por todas estas razones, parece indispensable contar con el visto bueno de “Vida para Quito” para emprender esta obra realmente necesaria para el Parque”.

En julio del 2008 logré que varios funcionario de “Vida para Quito” nos acompañaran en un recorrido por el Parque para que pudieran verificar in-situ la necesidad de una serie de obras, entre otras la remodelación de la Iglesia para que dejara de afear el entorno y pudiera utilizarse para el Centro Cultural y las Oficinas Administrativas del PMG.  


Desgraciadamente el reciclaje y puesta en valor de la iglesia no pudo hacerse realidad.

Mi amigo Hernán Burbano no fue contratado para elaborar los planos definitivos y nunca pudimos construir esta obra.

Ximena Araujo y César Burneo de “Vida para Quito” nos dieron permanentemente largas al asunto y nos negaron sistemáticamente los recursos para esos trabajos por temores sin fundamento e ideas y prejuicios preestablecidos. Su negligencia impidió que pudiéramos edificar esa obra

A pesar de disponer del presupuesto respectivo en nuestro contrato para obras a ser desarrolladas en el Parque, esos funcionarios de “Vida para Quito” (entidad que nos había contratado y que debía apoyar y tomar decisiones sobre la construcción), fueron dando largas al asunto.

Por temores a un posible rechazo ciudadano a esta iniciativa, trabaron la contratación de los planos definitivos y de una empresa que pudiera encargarse de la construcción y, a pesar de haber financiamiento, a la larga, impidieron que pudiéramos edificar esta singular propuesta.

Por su indecisión y falta de apoyo no se hizo esa obra arquitectónica que pudo tener gran trascendencia para el parque y para Quito.

Nuestra propuesta se “pasmó” en mitad del proceso.

Miserias humanas con las que tuvimos que bregar durante nuestro trabajo al frente del Parque Guangüiltagua.

Así es la vida…

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