sábado, 9 de agosto de 2014

Ecuador 61: “Los Juegos de Hace Fuuu…” en el Parque Metropolitano Guangüiltagua.


Dos frases que pude leer hace poco -con muy pocos días de diferencia- me han hecho recordar una serie de iniciativas que implementamos en los parques Itchimbía y Metropolitano en relación a los juegos tradicionales que se solían practicar hace muchos años en el Ecuador...


Buscando una dirección de correo electrónico en mis archivos, encontré uno de mi colega y amiga Nancy Carchipulla quién colaboraba con los Amigos de TRAMA, en ese correo Nancy me adjuntaba unas fotos en las que se me ve saltando la soga como si tuviera veinte años o al menos veinte años menos. Nancy me adjuntó las fotos con un frase muy cordial: - ¡¡“…arqui, vea lo que encontré…”!! 


Esas fotos fueron tomadas en el Parque Metropolitano en el área que implementamos para un programa de juegos tradicionales.

La otra frase fue un comentario de mi sobrina Ana Cristina, hija de mi prima Maricarmen, al ver un relato que reproduje hace poco sobre el parque Metropolitano Guangüiltagua… En ese relato se veían varias fotos, entre otras una de varios niños disfrutando en el mismo espacio en el que me fotografiaron a mí… Cris hizo un escueto pero caluroso comentario: - ¡¡”…los juegos de hace fuuu…”!! (Cris y su hermana Rosa María, hicieron una pasantía en el Metropolitano en el 2008… y se desempañaron como guías de los juegos tradicionales que promovimos para que la gente los conozca y los disfrute…)

Así que motivado por esas frases y aquellas fotos, me he sentado y he tratado de hilvanar los recuerdos para poder contar algo sobre “los juegos de hace fuu…” en el Metropolitano. 

Como ya he relatado, desde febrero de 2004 el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión tomó a su cargo la administración integral del Parque Itchimbía (PI) y desde diciembre de 2006 la del Parque Metropolitano Guangüiltagua (PMG), tras ganar los concursos convocados por el “Municipio Metropolitano” y la Corporación “Vida para Quito” para esas tareas.

En las propuestas que presentamos a esos concursos planteábamos recuperar aquellos espacios verdes, convirtiéndolos en parques amigables dotándoles de adecuadas infraestructuras, equipamientos y servicios para el desarrollo de actividades culturales, recreativas y para el turismo… que permitieran elevar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad y la revalorización del concepto de “espacios públicos” (incluyentes, democráticos y amigables).

Desde el inicio de nuestra gestión, nos propusimos generar en ambos parques, áreas destinadas a una recreación sana, diferente y abierta a un público de todas las edades. 

Una de las primeras cosas que hicimos en el Itchimbía fue un estudio que estuvo a cargo de nuestras colegas de CIUDAD, Jenny Maldonado y Anita García titulado “Rescate de los Juegos Tradicionales del Ecuador”. 

La necesidad de rescatar los juegos tradicionales era una respuesta al cuestionamiento que nos hacíamos -ya desde esa época- sobre la conducta y hábitos de los jóvenes pues mirábamos con preocupación una marcada adicción a los juegos mecánicos o electrónicos. 

Ese estudio apuntaba a la recuperación de los viejos juegos de nuestra ciudad, con especial hincapié en las características de los participantes y los requerimientos de materiales y de espacio físico que cada uno de los juegos demanda para su ejercicio.

La identificación de casi 50 juegos tradicionales preveía su implementación en un área recreacional del parque con el objeto de que niños, niñas, jóvenes y adultos puedan disfrutar de esos juegos que son una combinación de ejercicio físico y creatividad; pues constituyen actividades sanas, de bajo costo y propician la comunicación entre los participantes de todas las edades.

 

En el Parque Metropolitano Guangüiltagua el tema de la recreación, la cultura y el turismo estaban en manos de nuestra colega Mayra Calderón. 


A mediados de 2008, Mayra planteó la necesidad de rehabilitar un espacio del parque para la práctica de los juegos tradicionales ecuatorianos para promover la unión familiar y la convivencia cordial entre diversas generaciones.

La idea era no solo rescatar los juegos de antaño en un documento, sino promover su práctica a través de la transmisión de las viejas prácticas recreativas gracias al trabajo de monitores especializados y a la interacción de abuelos, padres y niños en un espacio adecuado. 

Bautizamos a este proyecto recreativo con el sugestivo nombre de: “Los juegos de hace fuuu…”, implementamos un logo agradable que resumiera todo lo que estaba detrás de aquella iniciativa y nos pusimos manos a la obra…

La propuesta era implementar “los juegos de hace fuu…” todos los domingos, durante el mes de agosto de ese año. Las actividades tuvieron tanta aceptación entre los usuarios del Parque Metropolitano, que debimos extenderlas hasta el mes de octubre atendiendo los domingos al público en general y los días viernes a instituciones educativas y campamentos de verano que nos visitaban.

Este proyecto recreativo buscaba ofrecer a los usuarios del parque una nueva opción de esparcimiento para la época de vacaciones con una actividad no convencional y a la vez atractiva que pudiese generar actitudes como la generosidad, la tolerancia y el empoderamiento de nuestra identidad. 

Se pretendía para ello abrir un espacio adecuado y accesible para la práctica de juegos tradicionales, que sea reconocido y aceptado por los usuarios del Parque Metropolitano merced a la participación de un equipo de trabajo que pudiera proyectase al futuro, reproduciendo esta iniciativa del Consorcio Ciudad-Ecogestión en otros espacios públicos de la ciudad.

Para este proyecto de rescate de los Juegos Tradicionales se requirió la habilitación de un espacio para albergar el conjunto de actividades previstas. Para ello, Mayra coordinó con nuestro colega Bolívar Romero, encargado de todo lo que tenía que ver con los espacios físicos  en Parque Metropolitano Guangüiltagua.

En el equipo del el Consorcio CIUDAD-Ecogestión, Bolo era el encargado de los temas terrenos de nuestras tareas en el parque: las edificaciones, el mantenimiento, la seguridad, la jardinería, la limpieza, el cuidado de la infraestructura y el control de nuevas construcciones; temas todos, ligados a su profesión de arquitecto.

Para el tema de los “Juegos de hace fuu…” decidimos construir -casi sin presupuesto, contando sólo con la colaboración y buena voluntad de los miembros de la microempresa “Ashintaco”- una serie de pequeñas “obras” requeridas para el rescate y la práctica de los juegos tradicionales.

Bolo tenía muy buena relación con los “Ashintacos”, la mayor parte de ellos, habitantes de la Comuna Miraflores del Parque Metropolitano; la forma amable de dirigirse a sus colaboradores, la manera clara de explicar las cosas y el propósito de que aprendan a valorar nuestras raíces y nuestras tradiciones, le granjeó el respeto, la confianza y el afecto de todos ellos.

Bastaba que Bolívar insinuara que íbamos a emprender alguna tarea o a ejecutar alguna obra para tales fines, para que tuviera una legión de gente dispuesta a ejecutarla con cariño.

Bolo y Mayra nos propusieron generar un área destinada a una recreación sana, diferente y abierta a un público de todas las edades. Se rehabilitó así un acogedor espacio para que en él se pudiera instaurar un lugar permanente de esparcimiento.

Denominamos a ese espacio “Parque de los Guaguas”, donde además de inaugurar nuevos juegos como la tarabita, el péndulo o los caballitos de madera, se restauró una vieja pista de carritos eléctricos que recibimos semi-abandonada al hacernos cargo del parque y se acondicionaron otros espacios para los juegos tradicionales ecuatorianos.


En lo que fue la pista de aquellos carritos se eliminaron las señalizaciones viales, se repavimentaron las calzadas y se pintaron en ellas, diversos tipos de rayuelas y se adecuaron áreas para saltar la soga y para otros juegos de destreza y coordinación.

Bolo y los Ashintacos construyeron dos pequeñas ágoras previstas para acoger a los contadores de cuentos y para presentaciones de músicos y juglares.

Construyeron dos plataformas con piso de cerámica para la práctica de juegos como los trompos, las ula-ula, las perinolas y las macatetas; al igual que espacios tipo plazoletas para acoger a diversos tipos de rondas, bailes y canciones grupales. 


Se despejaron de vegetación y se nivelaron varias áreas adicionales para las carreras de ensacados, las competencias de “tres pies” y otras para canchas de los juegos de “cocos” y de “bolas” (como se conoce a las canicas en nuestro medio).

Para llevar a cabo esta idea se solicitó a Orlando Erazo que se encargue de toda la organización y producción del proyecto por su experiencia en la organización de eventos similares.

Mayra coordinaba todas las actividades y Orlando se hizo cargo de su ejecución con el apoyo de diez monitores: Sara Utreras, Cristina Avellaneda, Andrea Peñaherrera, Gabriela Gamboa, Ana Paula Padilla, Marcelo Rodríguez, Stalin Coronel, Gabriela Ruiz, Alba Escobar y Mónica Andrango y dos asistentes: Ana Cristina y Rosita Mantilla. 

Por la magnitud de esta actividad se previó la colaboración de Anita Torres (responsable de Comunicación del Consorcio); de Julia Jaramillo y Catalina Paredes (del Centro de Información del Parque), de Maricruz y Santiago Ponce y los demás colegas del Programa “El Parque Educa”; así como del personal de las microempresas “Ashintaco” y de Guardabosques.

Se organizaron dos reuniones importantes: la primera con los Monitores escogidos, para una inducción a los temas del reglamento interno y los lineamientos con los cuales trabajaba el parque y para establecer los días y horarios de sus labores, sus responsabilidades, dinámica de trabajo, necesidades logísticas y otros aspectos necesarios antes de iniciar el evento. 

A la segunda reunión se convocó a los representantes de las instituciones de apoyo: la EMAAP-Q, la Policía Metropolitana, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Montada.

Para la ejecución de “Los Juegos de hace Fuuu…” se trabajó en la creación de material informativo y un logotipo. 

Esta imagen está presente en las camisetas de los monitores de los juegos y el las pancartas informativas colocadas en el Patio de los Guaguas. 


Los juegos individuales escogidos fueron:

Rayuela, Soga, Elástico, Canicas, Trompo, Perinola, Macateta, Ula-Ula, Cocos, Huevos de gato

 


Los juegos de grupo escogidos fueron: 
 
Varias rondas infantiles para cantar y bailar (mantan-tiru-tirulá, el gato y el ratón y la gallinita ciega, entre otros) y competencias entre equipos (carreras de tres pies, carreras de ensacados, marros, avanzadas, entre otros).


Cabe aclarar que muchos otros juegos tradicionales se quedaron en carpeta, por más que se los trató de incluir. Debimos seleccionar unos pocos en función de los espacios que teníamos disponibles, el presupuesto y sobre todo, buscando variedad y atractivos para un público de todas las edades, por tratarse de actividades pensadas y dedicadas para toda la familia.

Para fines de julio toda la información gráfica, los materiales, camisetas, gorras, pancartas, juegos, selección de personal y acuerdos de funcionamiento estaban a punto y probados Anita lanzó un boletín de prensa y en agosto dimos inicio a las actividades.

Un cálculo moderado mostró que durante ese mes alrededor de mil doscientas personas por semana fueron atendidos en el área de juegos tradicionales. 

En total participaron al menos trece mil personas durante los 3 meses y 19 fechas en las que se realizaron las actividades de los “Juegos de Hace Fuuu…”.  

El cierre de esta exitosa iniciativa fue registrado en un vídeo que resume los objetivos del festival, da cuenta de las actividades realizadas y permite conocer la opinión de los usuarios que participaron en ellas. 



Aspirábamos replicar este festival de juegos populares en los siguientes años pero a pesar de su éxito no tuvimos el apoyo de los burócratas de “Vida para Quito”.

El parque Metropolitano Guangüiltagua estuvo bajo nuestra responsabilidad desde diciembre de 2006 hasta el 31 de agosto de 2010. 

En todos esos años brindamos atención a más de cien mil visitantes por mes en el Metropolitano. Fue un reto y una experiencia apasionante y aleccionadora, creemos ahora que efectivamente cumplimos adecuadamente y no les fallamos ni las autoridades ni a los habitantes de Quito que confiaron en nosotros pero nuestro principal obstáculo fue el boicot de los mandos medios de “Vida para Quito” no nos permitieron ser propositivos ni creativos e hicieron de todo para impedirnos cumplir con nuestras labores, incluso impidiéndonos ejecutar el presupuesto que teníamos establecido según nuestro contrato.

¡Increíble!, nuestros contratantes… nuestros principales enemigos...

¡Miserias humanas, cosas de la vida!

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