jueves, 20 de octubre de 2011

Canadá 1: “El Parlamento Mundial de la Juventud para el Agua”


A fines de octubre o en los primeros días de noviembre de 2002 recibí una llamada de Raymond Jost desde Montreal. Había conseguido recursos y le había resultado factible concretar algo que nos habíamos propuesto meses atrás en el seno del “Secretariado Internacional de Agua”: la organización de un gigantesco evento denominado “Parlamento Mundial de la Juventud para el Agua”. Raymond había logrado diversos apoyos y auspicios y el Parlamento, finalmente, tendría lugar en la ciudad de Quebec, entre el 18 y el 22 de Noviembre de ese año.

Me pidió conformar una delegación del Ecuador, integrada por tres jóvenes.

La primera ya había sido contactada: una chica de trece años llamada Analiz Vergara, proveniente de Quito, quien había asistido a dos eventos anteriores en Inglaterra y Canadá  (las Conferencias de los Jóvenes y el Medio Ambiente) y presentó la posición de los jóvenes del mundo en la Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible en Johannesburg. A los organizadores les interesaba que ella pueda ser una de las delegadas ecuatorianas para que pueda testimoniar y dar continuidad al proceso en el que había estado involucrada.

Me encargó seleccionar a las otras dos representantes ecuatorianas.

Sugerí que si la primera era oriunda de Quito, convendría buscara a las otras en una ciudad intermedia y en alguna ciudad pequeña del país.

Logré el apoyo de UNICEF y de Auki Tituaña -alcalde- y de Patricia Espinoza -presidenta de la Asamblea Cantonal- de Cotacachi quienes organizaron un concurso en la ciudad y en las parroquias rurales del cantón y seleccionaron a las jóvenes Zayra Barahona de doce años y Gladys Lima de once, para que pudieron asistir a ese importante evento gracias al auspicio del Municipio y la Asamblea de Cotacachi (que tramitó y pagó sus pasaportes) y de UNICEF (que tomo a su cargo el pago de sus pasajes y las visas de Canadá).

La delegación estuvo acompañada por dos adultos: Verónica Herdoíza, madre de Analiz Vergara, quien corrió con sus gastos de viaje y yo, que iba a asistir como integrante del Secretariado Internacional del Agua.

El domingo 17 de noviembre viajamos de Quito a Quebec, vía Miami. Para las dos chiquillas de Cotacachi todo era novedoso, era la primera vez que tomaban el avión, la primera vez que salían del país y por supuesto era la primera ocasión que iban a poner los pies en países del primer mundo.

Yo recibí, absolví y asumí todas las preocupaciones, preguantas y recomendaciones de sus padres y me comprometí a cuidar de las chicas en todo momento.

Nuestra primera prueba de fuego fue en Miami, yo tenía visa americana al igual que Analiz y su mamá, pero ese no era el caso de Zayra y Gladys. Apenas pasamos migración  y luego de explicar a una adusta funcionaria de migración el motivo de nuestro viaje, nos indicaron que nosotros los “con visa” podíamos pasar a la zona de “tránsito internacional”; las dos “sin visa” debían seguir a un grupo hacia una sala especial donde estarían “bien guardadas” hasta la hora de abordar la conexión hacia Quebec.

Fueron inútiles las explicaciones de que yo era el responsable de las muchachas; no me permitieron ir con ellas… les mencioné que eran menores de edad, que no hablaban inglés, mostré las cartas de sus padres dándoles autorización para salir del Ecuador en las que se me nombraba tutor temporal, responsable de las chicas… nada que hacer… ni siquiera cuando manifesté que voluntariamente pedía ir a aquella sala con ellas…, ¡no…! Yo “tenía visa”… debía ir para un lado, ellas “no la tenían”, debían ir para otro.

Les expliqué la situación a las chicas y les aseguré que no había problema, que alguien les conduciría al avión el momento del embarque y que por ahora íbamos a separarnos temporalmente.
Efectivamente el alma me volvió al cuerpo cuando las vi aparecer el momento de tomar el vuelo de Air Canada hacia Quebec.

Ese avión era mucho más pequeño y las azafatas mucho más amables y simpáticas. Gladys viajaba elegantísima con su atuendo tradicional de otavaleña. Por su pequeña estatura y la dulzura de su rostro parecía mucho menor, todas las azafatas se mostraron interesadas por saber de ella, de donde venía y a qué iba al Canadá. Plantearon infinidad de preguntas, yo traducía y ella y Zayra respondían con propiedad y solvencia.

Al aterrizar en Quebec estaba nevando. Las chicas estaban fascinadas, era la primera vez que veían una ciudad cubierta de nieve, un paisaje nevado, e incluso la nieve misma, tan ligera, tan suave… Las azafatas casi pierden la cabeza cuando descubrieron que Gladys iba a salir del avión con sus ligeras alpargatas y los pies descubiertos. Con varias almohadas del avión le improvisaron unas abrigadas botas de invierno le cubrieron con un par de frazadas y le despidieron con mucho afecto deseándole éxito en el Parlamento del Agua.

Entramos a migración con caras de felicidad y Gladys caminando como el pato Donald con dos almohadas en cada pie y otras alrededor de sus canillas.

El lunes las chicas asistieron a una reunión plenaria de información general. Las jóvenes ecuatorianas pudieron comenzar su participación en el evento, junto a delegados de otros 24 países de Europa Oriental, Medio Oriente, Asia, África, Norte América y Europa Occidental. 

Ese día se organizó la estructura de las diferentes comisiones, por idioma: inglés, francés, castellano. 

En esas comisiones los jóvenes iniciaron la discusión de un “proyecto de ley sobre el agua”, al que podrán hacer comentarios y aportes, antes de su discusión en reunión plenaria.

Las tres delegadas ecuatorianas participaron de forma solvente y activa en el trabajo de la comisión de idioma español integrada por delegados de Ecuador, España y México. 

Los jóvenes discutieron -punto por punto- el proyecto de ley y propusieron varias enmiendas para que sean discutidas en la reunión plenaria y en el Parlamento de Quebec del día viernes.

En la noche tuvimos una magnífica velada cultural. 

Todas las delegaciones usaban trajes típicos, habían llevado música, artesanías y productos comestibles de sus respectivos países.

Todos pudimos deleitarnos de esos manjares y de espectáculos de danza, música y canto de todos los rincones del mundo.

El martes en la mañana continuaron su trabajo en comisiones sobre el proyecto de ley. En la tarde las dos chiquillas de Cotacachi hicieron una muy linda presentación en power point sobre “el agua en su cantón” que fue traducido al inglés por Analiz y al francés por mí.

El miércoles tuvieron la plenaria de síntesis en la mañana y pudieron visitar un colegio secundario de Quebec en la tarde. 

En las diversas aulas, cada joven hablaba de su respectivo país y contestaba las preguntas de los estudiantes con ayuda de un trductor. En la noche cada una salía a la casa de un joven quebequense para un intercambio cultural con familias locales. En cada casa les  brindaron comida típica local y les llenaron de recuerdos y regalos. Esa actividad se cumplió sin traductor para propiciar un intercambio con mapas y dibujos para ubicar la proveniencia de cada chico y contestar inquietudes y preguntas.

El jueves en la mañana todos participaron en la preparación de la presentación del “proyecto de ley” al Parlamento de Quebec. En la tarde participaron en una elección democrática de los representantes por regiones al Foro Mundial del Agua que iba a desarrollarse en Kyoto -     Japón en marzo de 2003.

En tanto que participante en importantes eventos anteriores, Analiz Vergara junto con otras dos jóvenes de Bélgica y de Bulgaria participó en las reuniones de la comisión encargada de estructurar los requisitos que deberían cumplir los candidatos para la elección de seis representantes para asistir al Foro de Kyoto. En la Comisión participé también yo, junto con otros dos adultos un representantes de UNICEF y una señora de la República Checa.

Zayra Barahona fue elegida como delegada por América Latina para representar a los y las jóvenes asistentes al Parlamento de Quebec en el evento de Kyoto. Los otros delegados fueron tres muchachas de: Palestina (Medio Oriente), Sudáfrica (África) y Bélgica (Europa Occidental / Norte América) y dos chicos de: Pakistán (Asia) y  Rusia (Europa Oriental).

En mi caso, y como ya he relatado, me comprometí a organizará en coordinación con el Municipio de Cotacachi un evento sobre el tema de “los jóvenes y el agua” con la participación activa de los delegados ecuatorianos al Parlamento de Quebec. La idea era permitir que los jóvenes que asistieron a la cita de Quebec, pudiesen trasmitir sus experiencias a otros jóvenes de diversos cantones ecuatorianos para desencadenar procesos participativos de la juventud en relación a la gestión ambiental y del agua.

El viernes todos los jóvenes participaron en el encuentro final que se desarrolló en la magnífica sala de plenaria del “Parlamento de Quebec”. 

La sesión fue presidida por el propio presidente del Parlamento. Los jóvenes ocupaban las curules de los diputados y se seguían todas las normas de ese ente legislativo y de ese imponente recinto. Las tres jóvenes ecuatorianas se desempeñaron  de forma seria y solvente en la jornada oficial del Parlamento; hicieron, una corta intervención cada una y luego participaron en la votación del “proyecto de ley” que fue aprobado por unanimidad. 
El sábado emprendimos el viaje de Quebec a Quito. Salimos muy temprano del hotel en medio de una formidable nevada. Vimos dos carros patinar en la autopista y salirse de la vía, nuestro vehículo iba tan lento que llegamos muy tarde al aeropuerto y casi perdimos el vuelo.

En Miami volvimos a pasar los líos de migración y yo casi pierdo la cabeza el momento que descubrí que, a poco de abordar el avión, Zayra se me perdió y no asomaba por ningún lado. Había ido al baño y al salir tomó una ruta equivocada. Luego hizo el camino inverso y nos encontró pero yo estaba que volaba.

Pudimos por fin llegar a Quito en la noche. En el aeropuerto las chicas fueron recibidas por todos los miembros de sus familias y numerosos amigos.

Después de esta experiencia, yo juré no volver a servir de chaperón pero al poco tiempo me contactó Raymod para pedirme que preparara maletas para viajar con Zayra al “Foro Mundial del Agua” que iba a desarrollarse en Kyoto en marzo del siguiente año. Pero los pormenores de ese viaje serán motivo de otro relato.

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