domingo, 25 de marzo de 2012

Francia 19: Festival “Agua y Cine” de Marsella.


En los primeros días de enero de 2012 recibí una llamada de mi amigo Raymond Jost para invitarme a participar como miembro del jurado en el tercer festival “Agua y cine”. Al principio dudé si debía aceptar o no esta invitación pues el cine no es necesariamente una de mis especialidades. Sin embargo, luego de conversar unos minutos con Raymond, me hizo recapacitar sobre el hecho de que mi experiencia en los temas del agua y del desarrollo y la experiencia de haber organizado y presidido el jurado del concurso “Agua y cine” de Quito en 2009, me daban suficientes elementos para poder enfrentar aquel reto.

Raymond me comentó por otro lado que, para el Secretariado Internacional del Agua, era muy importante que uno de sus impulsores estuviera presente en el jurado pues conocía los fines y objetivos que esta organización persigue en todas las actividades que impulsa desde hace más de dos décadas.

Argumentó igualmente sobre la confianza que él tenía sobre los criterios y sensibilidad con los que yo podría apreciar no solo las películas en si mismo, sino también sobre los aspectos culturales, ambientales, sociales y políticos subyacentes en ellas. Terminó convenciéndome. Acepté su invitación y terminé involucrándome en el festival “Agua y cine” de Marsella, como miembro del jurado.

El 29 de enero recibí una carta de Maggy White, secretaria general adjunta del SIA, y coordinadora de los “Encuentros Internacionales Agua y Cine” - EIAC. Era una carta dirigida a los miembros del jurado. Nos anunciaba que nos había enviado en un disco duro externo, el conjunto de filmes escogidos por un jurado de preselección para participar en la competencia, Podríamos así verlos con la debida antelación antes de nuestro viaje a Marsella.

Nos anunciaba igualmente el envío de un “dossier” completo que incluía: a) Una presentación general de los EIAC; b) La presentación de los objetivos de la 3a edición de los EIAC; c) La composición del jurado; d) Las categorías y los premios; e) Un cuadro que sintetizaba las informaciones sobre los filmes de esta 3a edición; f) Los resultados del comité de pre-selección, y g) Una ayuda memora de las fechas importantes.

En un correo posterior me envió una serie de aspectos logísticos importantes: medios de transporte, nombre y dirección del hotel y del lugar previsto para las reuniones, etc. Me pedía buscar un pasaje barato, comprarlo y llegar a Marsella antes del 21 de febrero. Una vez en esa ciudad su costo me sería reembolsado.

Conseguí  un pasaje no muy caro por Iberia. De acuerdo al itinerario previsto, debía salir de Quito el domingo 19 a media tarde, luego de una escala corta en Guayaquil, debía enfilar hacia Madrid en una travesía nocturna del Atlántico, cambiar de avión en la capital española en la mañana del lunes 20, desembarcar en Marsella a primera hora en la tarde, instalarme en el hotel, descansar un poco y luego de una cena con los demás miembros del jurado, iniciar las deliberaciones  el martes 21 en la mañana.

Sin embargo como ya he mencionado en otras ocasiones, una cosa es lo que uno puede planificar y prever y otra muy diferente la realidad de la vida. Al llegar al aeropuerto de Quito me informaron que debido a una huelga del personal de tierra de Iberia en España, el vuelo procedente de Madrid iba a llegar con un  retraso tan grande que el avión no iba a venir a Quito. La compañía había previsto un chárter para conducirnos a Guayaquil para tomar allí el avión;  sin embargo, ese traslado se efectuaría tan sólo alrededor de las siete de la noche.

Luego de una larga espera, gran incertidumbre y total falta de información pudimos por fin embarcarnos como a las diez de la noche. Salimos con más de tres horas de retraso y al llegar a Madrid por supuesto perdí mi conexión hacia Marsella.  Pude tomar un vuelo a las nueve de la noche; alcancé a tomar el último bus hacia la ciudad y luego un taxi para llegar al hotel, casi a la media noche, totalmente agotado.


A la mañana siguiente me esperaban en la recepción del Hotel, Maggy White y Alice de Swarte del Secretariado Internacional del Agua, ellas me presentaron a los demás miembros del jurado que venían del extranjero: Meenakshi Shedde de la India, Sandra-Dalhie Goyer de Canadá y Antoniy Valchev de Bulgaria.


Meenakshi es periodista y crítica de cine, directora, productora y curadora de cine independiente; se ha desempeñado como consultora de diversos festivales de cine (Berlín, Dubaí, Toronto, Locarno, Pusan…) y como jurado en importantes festivales (Cannes, Berlín, Venecia…); ella vive y trabaja en Bombay.


Sandra, originaria de Quebec, estudió artes dramáticas; comenzó su carrera como actriz, pero se lanzó muy temprano a la producción teatral, musical y cinematográfica. Ha producido más de veinte películas: largometraje, cortos, documentales y series… Ha trabajado como directora de comunicación y encargada de diversos festivales del “Instituto Nacional de la Imagen y el Sonido” de Canadá y como co-directora del Festival franco-québécois de Trouville-sur-mer.

Antoniy nacido en Stara Sagora, estudia cine y artes audiovisuales y digitales en Montpelier. Ha formado parte de grupos de teatro en inglés y francés y de los equipos de prensa de diversos festivales de teatro. Desde 2009 se interesa activamente en diversos proyectos vinculados a la ecología y al ambiente.

Una vez cumplidas las presentaciones formales, desayunamos juntos y nos trasladamos al FID cuyo Director, Jean-Pierre Rehm, se sumaría al grupo como el quinto miembro del jurado.

Jean-Pierre comenzó su carrera como profesor de historia y teoría del arte. Trabajó para el Ministerio de la Cultura de Francia como curador de diversas exposiciones en el país y el extranjero. Como crítico escribe regularmente para diversos medios. Ha tenido a su cargo diversas monografías de directores de cine y numerosos catálogos de exhibiciones; ha dirigido un posgrado en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lyon y desde 2001 dirige el FID-Marsella.

El FID es el Festival Internacional de Documentales que forma parte central del Festival Internacional de Cine de Marsella. Al género documental se lo defiende como el “arte del testimonio”; en ese festival, sin ningún formato preestablecido, se acoge filmes documentales y a realizadores que para producirlos, usan las más diversas expresiones de las artes.


El FID tiene su sede en un viejo palacete de Marsella en cuyas amplias habitaciones se han adaptado: oficinas, archivos, salas de reunión y de proyección. En una esas salas de cielorraso bellamente decorado y paredes vestidas con enormes espejos opuestos que dialogan intercambiando imágenes de forma interminable hasta el infinito, iniciamos las deliberaciones del jurado, en jornadas previstas en la mañana y en la tarde, con un corte al medio día para el almuerzo.


En la primera sesión, la mañana del martes 21, recibimos de parte de Maggy las indicaciones y recomendaciones generales, establecimos el cronograma de actividades para ese día y los subsiguientes, mis colegas tuvieron la amabilidad de elegirme presidente del jurado e iniciamos de inmediato las deliberaciones. En principio debíamos otorgar tres premios para cada una de las cinco categorías del concurso y el premio especial del jurado para la categoría profesionales. Según las bases, el jurado podía igualmente,  de acuerdo a su criterio, establecer una o varias menciones para las diversas categorías.

Para hacer un corte a nuestras jornadas de trabajo, al medio día los miembros del jurado nos reuníamos en un viejo restaurante próximo al FID y compartíamos agradables momentos disfrutando de platos tradicionales, buen vino y agradables temas de conversación, en compañía de Maggy, Alice, Raymond y su esposa Elisabeth. 


En la noche del jueves los miembros del jurado fuimos invitados a una muy agradable cena con Raymond y Pierre-Alain Roche presidente de honor de los Encuentros Internacionales “Agua  y Cine”.

El jueves 23 en la tarde participamos en una rueda de prensa prevista para invitar a los medios de comunicación y al público en general, al conjunto de actividades que se habían planificado como parte de los EIAC en el marco del 6to Foro Mundial del Agua de Marsella entre  el 9 y el 17 de marzo, particularmente a la gran noche de gala, en la que se entregarían los premios a los filmes ganadores, en el Palacio del Pharo el domingo 11 a las siete de la noche.



Según el programa que estaba circulando, desde el viernes 09 se realizaría proyecciones de las películas en el marco del “Parlamento Mundial de los Jóvenes y el Agua”, en Aix-en-Provence; luego habría otra velada importante con el mismo fin en el “Teatro del Golfo” de La Ciotat, en el festival de cortos “Agua y medioambiente” de Montpellier, en la “Casa del Ciudadano y el Agua” en el “Parc Chanot”… amen de un conjunto de exhibiciones paralelas en varios otros cines de Marsella durante la semana del Foro.

Los Encuentros Internacionales “Agua y Cine” (EIAC) nacieron por iniciativa de Raymond, como una actividad importante del Foro Mundial del Agua de México en 2006. Los EIAC buscan integrar, a través de la imagen y otros diversos recursos audiovisuales, al gran público, a los medios de comunicación, a la gente del cine y a diversos actores profesionales, políticos y ciudadanos, vinculados a la problemática del agua, en la búsqueda de soluciones para sus retos y desafíos.

Este festival ha conseguido ser una interesante herramienta que puede ser usada, a través de la imaginación, la creatividad y las emociones de realizadores y productores, para plantear los problemas, necesidades y demandas de la gente y, al mismo tiempo, para presentar soluciones innovadoras y apropiadas para la gestión del agua y sus diversos usos.

Las bases de confrontación para los EIAC de Marsella previeron cinco categorías: a) “Coup de coeur”, cortometrajes de máximo 10 minutos, realizados por jóvenes de entre 11 y 16 años con el apoyo de un profesional; b) “Viedéeau”, clips de menos de un minuto realizados por jóvenes de entre 17 y 30 años; c) “Testimonios” de máximo 26 minutos realizados por organizaciones de la sociedad civil y diversos actores locales; d) Filmes de vocación científica o pedagógica de máximo 26 minutos; y e) “Documentos Profesionales” previstos para su difusión en salas de cine o por la televisión.


Para los EIAC de Marsella se presentaron más de 350 filmes provenientes de alrededor de cincuenta países del mundo. Muchos fueron recomendados y enviados por diversos festivales previos. Como ya mencioné, un jurado de preselección estableció la lista de filmes que cumplían los requisitos de las bases y los organizadores pudieron enviar a los miembros el jurado los 150 filmes que podían entrar en la competencia en las cinco categorías mencionadas.

Antes de salir del Ecuador, yo había podido ver  la mayoría de los filmes de de las primeras tres categorías, sin embargo no pude hacer lo mismo con todas las películas testimoniales, las educativas y los largometrajes. Mi idea fue poder verlas en mi computador durante las escalas, en la travesía del Atlántico y en la noche posterior a mi llegada a Marsella. Vana pretensión. Con todos los avatares del viaje, no pude ver ni la mitad de los filmes que había previsto observar durante el viaje. Además me quedé dormido en el avión con el computador encendido lo que motivó que al llegar a Madrid, la batería casi no tenía carga y yo -a pesar de la experiencia que ya he relatado sobre los enchufes europeos- como un bobo, olvidé llevar conmigo un adaptador que me permitiera usar mi enchufe de dos patas planas en un tomacorriente europeo previsto para dos patas de sección circular. Tuve que esperar al día siguiente de mi llegada a Marsella para comprar, camino al FID, un adaptador adecuado a mis necesidades.

Felizmente en el primer día decidimos hacer una preselección de cinco o seis filmes de las dos primeras categorías que pudieran entrar en la recta final para el otorgamiento de los premios respectivos. La decisión final la tomaríamos a primera hora del miércoles y luego podríamos aplicar un procedimiento semejante para las tres categorías restantes.

Ello me permitió ver todos los filmes que no había podido observar con antelación. Debí para ello, permanecer despierto hasta las cuatro de la mañana, la noche del martes… felizmente, con el cambio horario, esa hora era -para mí- tan solo las diez de la noche…

Si los acuerdos entre nosotros, en las categorías de videos cortos y en los clips, fueron relativamente fáciles y el otorgamiento de premios fue casi por unanimidad, en los filmes testimoniales, en los videos educativos y en los largometrajes las apreciaciones y las diferencias de criterios se hicieron presentes; las discusiones y las defensas de puntos de vista y de opiniones fueron muchas veces largas y apasionadas. En diversas ocasiones tuvimos que acudir a los votos para poder llegar a una lista corta que permitiera canalizar de manera más fácil la concesión de los premios.

Jean-Marc  en dos oportunidades exigió que hiciera prevalecer mi condición de “presidente del jurado” para poder superar los debates y llegar al otorgamiento de los premios. Ante su insistencia que me urgía a poner fin a la exposición de criterios y pasar a la  toma de decisiones a través del mecanismo de mi voto dirimente, tuve que acudir a la magnífica imagen del ideograma japonés para “coordinador”, “dirigente” o guía”, que es semejante al ideograma de “ser humano”, de “individuo” pero con una especie de bastón o  muleta que simboliza que quien dirige no es “el que manda” sino “quien sirve de apoyo”, de “ayuda”, de “soporte”… por tanto, expresé, que no iba a imponer mi criterio a los demás sino que iba a permitir la expresión de todos para llegar a “criterios comunes”… aún sin ello nos tomase más tiempo…

Maggy en algún momento de metió en el debate y tuve que recordarle que los miembros del jurado éramos los demás y le pedí que se abstuviera de emitir ningún tipo de comentarios.

Felizmente las tensiones se disiparon y pudimos llegar a establecer una “lista corta” en las tres categorías y el jueves pudimos finalmente superar las diferencias y otorgar -con criterio colectivo- los premios en cada una de ellas. Decidimos también otorgar el premio del jurado en la categoría largo metrajes profesionales y dos menciones especiales a  más de los tres premios previstos para esa categoría.


En la categoría videos cortos, otorgamos la “gota de oro” a la joven Elizaveta Yachmeneva de Rusia por su filme “Un vaso de agua pura”, la “Gota de plata” a  la clase de audiovisuales del Liceo Marie-Josephe de Francia, por la película “Water Closed” y la “Gota de Brone al corto “Generación verde” realizado por la Asociación “Cellofan” también de Francia.


En la categoría “Video-Agua” la “Gota de oro” fue otorgada al corto “El agua es vital” de Camille Mongeau de Canadá, la “Gota de Plata” a “Potapota” de Nadia Bensallam de Marruecos y la “Gota de bronce al filme “El agua el inicio de todos los inicios” de Tatiana Bezede de Repúplica Moldava.

En esta categoría otorgamos una mención especial al corto “Lluvia” de Gaëlle Hersent de Francia.


En la categoría “Testimonios” la “Gota de Oro” fue otorgada a la película “Cuando falta el agua” de Evan Abramson y Carmen Elsa López de Estados Unidos. Este filme testimonial se refiere a las disputas armadas por el agua entre las tribus de la frontera entre Kenia y Etiopía que comparten el lago Turkana que se está secando paulatinamente debido al calentamiento global. La “Gota de plata” la otorgamos al filme de Yann Le Gleau de Francia, titulado “Nigeria, la marea negra eterna” que evidencia la contaminación petrolera en el delta del río Niger. La “Gota de bronce” fue otorgada a ”Born Sweet” de Cyntia Wade de Estados Unidos, su obra narra la lucha de un joven de 15 años enfermo por el consumo de agua contaminada por arsénico y cómo él, a pesar de sus problemas, ayuda a la difusión de videos previstos para educación ciudadana sobre este grave problema en las comunidades rurales de Cambodia.


En la categoría “Videos para la ciencia y la educación” la “Gota de oro” fue otorgada a la película “Hagámoslo de forma correcta” de Sudanda Bhat de la India; la película expone las dificultades para instalar letrinas en las zonas rurales del país. La “Gota de  plata” fue otorgada a Didier Bergounhoux de Francia por su película “El niño y el estanque” que relata la historia de un joven que enferma por bañarse en aguas contaminadas en Burkina-Faso. La “Gota de bronce” fue otorgada al filme de dibujos animados “Maceteros de Tristeza” de Kellu Lippmann, Juliette Nadaud y Marc-Antoine Bonniez de Francia que narra la problemática del agua en los cinco continentes simbolizados por los cinco maceteros.


En la categoría documentos profesionales, como he referido, las deliberaciones fueron más complicadas, sin embargo los premios fueron atribuidos de la siguiente manera: la “Gota de oro” fue otorgada al filme “The Big Fix” de Josh y Rebecca Tickell de Estados Unidos un documental que narra la investigación del accidente petrolero de BP en el Golfo de México, los graves problemas ambientales y sociales que derivaron de ese evento y la obscura realidad de los juegos políticos e intereses económicos que se entrecruzan en él. La “gota de plata” la obtuvo el filme “Maldita lluvia” de Satish Manwar de la india, una película que evoca el drama de los agricultores de la región de Maharashtra por las continuas sequías. La “Gota de bronce” se otorgó a la película “El caos del clima en el sur: la historia de las víctimas” de Marc Doms y Geert de Belder de Bélgica. El film plantea los conflictos generados por el cambio climático, a través de las vivencias narradas por agricultores pobres de Asia, África y América Latina.

En esta categoría otorgamos además dos menciones del jurado, una a la película “El agua nuestra, el agua suya” de Félix Vigné de Francia que narra la complejidad de la problemática del agua en Israel y Palestina; y otra a “Yakuaya” de Marcelo Castillo de Ecuador, una película que sintetiza “la esencia del agua” a través de cinco historias que se unen a través del viaje del agua desde los glaciares al mar.

El premio del jurado fue atribuida unánimemente al filme “Polvo de América” de Arnaud des Pallières de Francia. El realizador lo describe como “una improvisación”, “un poema largo, hecho de retazos de otros filmes… Creo que no nos equivocamos al otorgar  este premio; en mi opinión es un maravilloso collage de imágenes de archivo y retazos musicales ensambladas mediante puntadas de pertinentes textos poéticos. Una obra muy particular del séptimo arte.

La reseña de la totalidad de los filmes que participaron en el concurso consta en el catálogo editado para la ceremonia de entrega de premios, una magnífica publicación  que sintetiza en cada caso, en inglés y francés, el título, el país de origen, el año de realización, el nombre del director, del productor, la duración y el idioma, acompañados de una imagen y de una pequeña sinopsis de la película.


La ceremonia de premiación se realizó el domingo 11 de marzo, a las 7 de la noche en el “Pharo”, un antiguo palacio amurallado transformado ahora en centro de convenciones y exposiciones de la municipalidad.

Desde el Pharo se puede disfruta de una vista magnífica pues desde allí se domina la entrada al “Viejo Puerto” de Marsella, la catedral y otras edificaciones amuralladas de la ciudad.


Asistí al acto en compañía de mi esposa Marie Thérèse, de Elisabeth, esposa de Raymond y de la esposa de Pierre-Alain, ellos ya nos esperaban en el auditorio.


El auditorio principal del “Pharo” es una magnífica sala de teatro, cine y conciertos que resultó el ambiente ideal para la ceremonia de premiación por la fantástica decoración y la gran cantidad de público presente. Autoridades de la ciudad de Marsella, directivos del 6to. Foro Mundial del Agua, de las entidades auspiciantes de los Encuentros “Agua y Cine”, del Secretariado Internacional del Agua, así como personalidades del cine, las artes y la cultura estuvieron presentes y dieron realce a la ceremonia.


La velada se inició con la proyección de un corto bellísimo titulado “Murmullo con ballenas” y la presencia de los músicos que participaron en la banda sonora original del filme. Ellos interpretaron “en vivo” las melodías de la película. Las notas de un piano, una guitarra clásica, una flauta y la extraordinaria voz de una soprano, sumadas a las maravillosas imágenes subacuáticas del filme, sacaron lágrimas a todos los asistentes.

Luego dirigieron la palabra las principales personalidades presentes en el acto, Roger Lanoue presidente del SIA, Gastón Kaboré, cineasta de Burkina-Faso y testigo de honor de los EIAC, Pierre-Alain Roche, Martine Vassal, vice-alcaldesa de Marsella y Melanie Giard del Consejo Mundial del Agua, ente organizador del 6to Foro Mundial del Agua. 


A continuación fuimos presentados quienes habíamos participado como miembros del jurado y se inició la entrega de los premios  a los realizadores y filmes ganadores. 

Maggy se desempeñó impecablemente como maestra de ceremonias. Para cada categoría mencionaba en inglés y francés, el nombre de los filmes ganadores de las gotas de oro, plata y bronce, así como las menciones especiales; luego se proyectaba una breve síntesis de cada filme precedido por el sonido mágico de las cigarras, símbolo del ciudad de Marsella y del Festival… En cada caso, Maggy mencionaba el nombre y país de origen de la película, el nombre del director y del productor, llamaba al escenario a la persona que iba a recibir el premio y a quien iba a entregarlo. Para el efecto se había previsto que los premios fuesen entregados por diversas personas, representantes de las entidades que co-auspiciaron, apoyaron y colaboraron para esta tercera cita de los EIAC.

Las personas que entregaban los premios y quienes los recibían, podían si lo deseaban, expresar unas pocas palabras, yo fui invitado como presidente del Jurado a entregar la mención especial que habíamos concedido al cortometraje “Lluvia” de Gaëlle Hersent, un video de un minuto de duración. Este filme fue premiado en los Encuentros Agua y Cine de Paris. Su directora lo resumió así en la ficha de inscripción: “Al borde de un canal, bajo la lluvia una joven espera…”. En mi intervención, al entregarle el premio, me referí a su obra como un verdadero poema expresado en imágenes.   

En muchas de las intervenciones varias de las personas que iban a entregar los premios, felicitaron la iniciativa y el esfuerzo desplegado para la organización de los EIAC, la calidad de los filmes ganadores y la organización de la velada, pero, sobre todo, resaltaron la creatividad, el tesón, la enorme personalidad y la calidad humana de Raymond.


La velada terminó con el reconocimiento del público a este gran ser humano a través de un largo, cálido, efusivo y sonoro aplauso. Raymond pasó al escenario y dirigió unas pocas palabras llenas de emotividad en un ambiente casi mágico en el que no se oía el menor ruido… 

Su enorme figura resaltaba, desde la silla en la que se hallaba sentado con el fondo azul del telón de la sala, casi como una imagen de un filme sobre el agua.

Habló poco… mencionó que como los EIAC querían mostrar: las imágenes pueden expresar mucho más que mil palabras... así que nos invitó a ver dos videos que expresan en poquísimos segundos todo lo que el Secretariado Internacional del Agua, empuja desde hace veinte años: propiciar el encuentro entre la gente, el diálogo entre diversos actores del tema del agua, entender y respetar a las diversas culturas, buscar el diálogo, compartir las soluciones, generar sensibilidad ante los problemas y apoyar la búsqueda de opciones conjuntas para  enfrentarlos.

Vimos un corto maravilloso sobre la travesía del “Velero de la solidaridad y el agua”, otro de sus proyectos, en el que se rescatan testimonios de hombres, mujeres y niños de diversos países del Mediterráneo en relación a esas utopías…y un tierno corto de un niño que luego de ver en la televisión la penuria de la gente ante la escasez del agua en África, envía “por correo” una bolsita con agua para aplacar la sed de los niños de ese continente… Acción surrealista, pero que muestra que la humanidad entera debe sensibilizarse y comenzar a actuar ahora, ante los problemas  del agua.

P.D. Durante el foro fui entrevistado en tanto que presidente del jurado, justamente sobre el papel que el cine puede jugar para la sensibilización, la presentación de los problemas, las demandas y las necesidades y a la vez, para compartir las alternativas y soluciones más adecuadas a esta problemática, cada vez más trascendente para todos.
  • Quienes deseen escuchar esa entrevista, pueden conectarse a:

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