lunes, 20 de octubre de 2014

Ecuador 68 El Rincón de los Sentidos en el Parque Itchimbía

De nudistas y coincidencias

En días pasados escribí un relato sobre la primera manifestación nudista en un espacio público en el Ecuador, que tuvo lugar en el parque Itchimbía el domingo 13 de diciembre del 2009.

Ese encuentro nudista al que acudieron casi un centenar de personas se desarrolló en el espacio denominado “El Ágora” diseñado por mi amigo Hernán Burbano, en el sector conocido como el “Rincón de los Sentidos”, sitio no muy transitado y protegido -por la vegetación y la topografía- para que “fotógrafos” y “modelos” pudieran sentirse cómodos y a gusto.      

Como lo he mencionado, estoy convencido de que las coincidencias no existen, nada es casual y todo acontece cuando debe acontecer…. Al día siguiente de haber concluido ese artículo, fui a una lubricadora para hacer lavar mi auto y, mientras los operarios se ocupaban del vehículo, con jabón y potentes chorros de agua, me puse a revisar algunas revistas que estaban arrumadas en desorden en la sala de espera.

Encontré allí un número atrasado de una publicación titulada “Crear Ambientes”, del año 2007. Al echarle un vistazo, me topé en las páginas interiores con un artículo titulado “Mobiliario de madera da vida a los parques de la ciudad”… en él se daba cuenta de “la recuperación que “Vida para Quito” y el “Fondo de Salvamento” (FONSAL) habían realizado en los parques de la urbe…” y se reproducían varias fotos de las obras que realizamos en esos años en el Parque Itchimbía: dos de los miradores-asaderos del “Mirador del los volcanes” situado en el costado oriental del parque y una del “Cubo sin función” del  “Rincón de los Sentidos”.

Las dos obras fueron encargadas por el Consorcio CIUDAD-Ecogestión, diseñadas por el Arq. Hernán Burbano y construidas por Technoswiss, sin embargo en la revista no se mencionaba a nuestro Consorcio como el promotor de las obras, ni se daban los créditos al diseñador. La empresa que construyó esas instalaciones, especializada en la confección de estructuras de madera inmunizada, era mencionada indirectamente… en una de las páginas de la revista se podía observar una publicidad a todo color con los servicios que ofrece esa empresa y en las fotos se lee que fueron proporcionadas por ella.

Nuestro paso por el Itchimbía
  
Como ya he relatado, merced a un convenio con el Municipio y la Corporación “Vida para Quito,” el Consorcio “CIUDAD-Ecogestión tomó a su cargo la gestión del Parque Itchimbía desde mediados de enero de 2004 hasta agosto de 2010.

Un año antes el Municipio había encargado a la Corporación la administración de los parques Itchimbía y Metropolitano y ésta convocó a un concurso para  el manejo integral de esos parques por un período de tres años.

ECOGESTIÓN y CIUDAD habían suscrito un convenio de cooperación interinstitucional y en ese marco, presentaron una propuesta conjunta para la administración de los dos parques. El concurso del Metropolitano fue declarado desierto pero en el concurso para administrar el parque Itchimbía, fuimos declarados ganadores.

En la propuesta del Consorcio planteábamos como propósito de nuestra acción, la recuperación de la loma del Itchimbía para convertirlo en un parque público dotado de infraestructura, equipamiento y servicios adecuados para hacer posible el desarrollo de actividades educativas, culturales, recreativas, turísticas y ambientales; que permitiesen elevar la calidad de vida de los habitantes del centro histórico y de la ciudad en general.

En la propuesta planteábamos que el parque del Itchimbía debía ser un hito urbano, un importante recurso cultural, natural-ambiental, recreativo, turístico y de formación ciudadana.

Equipamientos previstos por CIUDAD-Ecogestión para el Itchimbía

Entre muchos otros innovadores equipamientos previstos en la propuesta de nuestro Consorcio para el Parque Itchimbía, se destacaban dos a los que voy a referirme  en este relato: el “Mirador de los volcanes” y el “Rincón de los Sentidos”. En ambos casos se preveía que deberían construirse con materiales de bajo impacto y que resultasen no solo acogedores, sino también armoniosos con el ambiente.

El “Mirador de los volcanes” era un paseo natural que pensábamos debía construirse en el parque  provisto de tres miradores-asaderos que propiciaran el vínculo del visitante con el Cayambe al norte, el Antisana al este y el Cotopaxi al sur.

El Cayambe y el Antisana (izq.) desde el Itchimbía.



Fotos de Nicolás Svistoonoff



Para el efecto, los miradores-asaderos estarían ubicados junto a un sendero peatonal que iría de norte a sur en el sector oriental del parque.

Diseño: arq. Hernán Burbano
Los tres se destinarían a un tipo de servicio demandado por usuarios y visitantes: la preparación y consumo de alimentos, picnics, asados y reuniones familiares.

Se pensó que deberían construirse tres plataformas con piso de madera cubiertas parcialmente, sobre estructura de madera tratada, en el que se implantarían parrillas (de mampostería, hormigón y metal), mesas y bancas empotradas (confeccionadas de madera tratada).

En cada mirador, ubicado en medio de la vegetación, se implementarían además un baño y un sector para fregadero de platos. 


El “Rincón de los Sentidos” se preveía como un conjunto de instalaciones de carácter lúdico – educacional, con diseños de bajo impacto visual, que facilitarían la práctica de actividades como: conversatorios, encuentros, talleres de arte y experimentación sensorial.

Foto de Nicolás Svistoonoff
En la propuesta del Consorcio para el Parque Itchimbía se planteaba que en el “Rincón de los Sentidos” se deberían integrar los ambientes y elementos naturales, los elementos construidos y las actividades de los visitantes. Se planteaba que el “diseño, la materialidad y las vivencias” debería otorgan “sentido y significado a los espacios”. En la propuesta se mencionaba que trataríamos de utilizar elementos creativos e innovadores que permitan apreciar las interrelaciones del paisaje urbano y natural a lo largo de la línea de cumbre.

Entre los conceptos e ideas-fuerza subyacentes en la propuesta del “Rincón de los sentidos”, se señalaba que el “rincón”, sería “un espacio que acogiera la imaginación y la creatividad colectivas, un lugar de aprendizaje y de fiesta…” pensado para privilegiar la función social del parque.

Se preveía equipar al Itchimbía con elementos escultóricos, sencillos y vitales “que acojan olores, movimientos, sonidos, fragancias y sabores de la naturaleza como una parte vital, sustantiva y esencial del disfrute del parque”. 





En la propuesta se planteaba que el “Rincón de los sentidos” debería ser también un “rincón para las artes”: espacios acogedores, algunos cubiertos, otros abiertos y algunos incluso apenas insinuados, que se implantarían en un bosque de árboles nativos en un territorio de aproximadamente una hectárea, relacionados a través de un sendero de un metro de ancho.

En mi discurso el día en que nos hicimos cargo del Parque Itchimbía, hice mención a esos dos tipos de equipamientos:

Foto de Nicolás Svistoonoff
“…el Parque Itchimbía es muestra formidable de la complementariedad del todo y de las partes… es balcón privilegiado de nuestro Centro Histórico, de la ciudad moderna, del sur, del norte… de Quito, en su conjunto. Está pensado como albergue de los sentidos, centro de creatividad, de cultura, de recreación… y -a la vez- mirador que contempla hacia fuera no sólo la ciudad sino también su entorno, el Cotopaxi al sur, el Antisana al este, el Cayambe en el norte, el Pichincha y los valles….”

Diseños de madera planificados para el Itchimbía

En mayo de 2006 en un boletín electrónico emitido a manera de de rendición de cuentas de la gestión del Consorcio CIUDAD-Ecogestión al frente del Parque Itchimbía, se mencionaba lo siguiente:

“Luego de dos años de manejo integral, el Parque Itchimbía, administrado por el Consorcio Ciudad-Ecogestión, se ha consolidado como un referente de educación ambiental y ciudadana, y de recreación y cultura en el Distrito Metropolitano de Quito. La variedad, calidad y cantidad de acciones realizadas dan cuenta de ello”.

En el acápite “servicios e infraestructura” se hablaba de los diseños que habíamos encargado a nuestro colega y amigo, arquitecto Hernán Burbano.

“Próximamente se construirá el ‘Rincón de los Sentidos’, un paseo natural adecuado para la creatividad y las artes y en la parte oriental se construyen tres miradores-asaderos desde donde el visitante podrá admirar y disfrutar el entorno natural que rodea la ciudad”.
 
Foto de Nicolás Svistoonoff
“El parque es un espacio para recrear y cultivar la importante herencia cultural y el entorno geográfico privilegiado de la ciudad de Quito. Se busca recuperar y revalorizar al Itchimbía como un balcón de Quito, para beneficio de toda la ciudadanía y un ámbito privilegiado de la actividad turística”.

El “Rincón de los sentidos” busca convertirse en un ámbito que acoja la buena vista, la buena música, los buenos olores, el aire agradable, la imaginación, la creatividad colectiva… será un lugar para la fiesta, la comida, el juego, un ambiente propicio para incentivar la cultura musical… un sitio para soñar y para hacer cosas útiles.

Elementos tan sencillos pero vitales como los olores, movimientos, sonidos y fragancias de la naturaleza (árboles, flores, aves e insectos), incluso el aire puro, serán parte esencial del parque. 

Diseño: arq. Hernán Burbano

Los diseños de madera construidos en el Itchimbía

Para realizar estas obras en el Parque Itchimbía, Hernán Burbano nos presentó en un primer momento, una serie de bocetos, acompaños de pequeñas maquetas para poder debatir y analizar sus ideas y sus propuesta. En esas tareas y en la toma de decisiones participamos Ramiro Morejón, Director del Parque; Mario Vivero, Coordinador Técnico y yo como presidente  del consorcio “Ciudad-Ecogestión”.

Cuando nos pusimos de acuerdo en las características y pormenores de los elementos que podríamos llevar a la práctica en razón básicamente de su factibilidad técnica y sus costos, Hernán elaboró los planos definitivos y buscamos una empresa que pudiera encargarse de su construcción.

Mediante un concurso de ofertas seleccionamos a Technoswiss que ofrecía costos razonables, plazos adecuados y garantizaba durabilidad y mantenimiento poco costosos pues planteaba la confección de los diseños con madera preservada y tratada, resistente a la intemperie y a los insectos.

Los elementos que se pudieron construir en el Itchimbía durante nuestra administración fueron los siguientes:
  
Cubo sin función: elemento escultórico previsto para integrar la vegetación (diversos tipos de enredaderas) el color de sus flores, sus fragancias, el vuelo de las mariposas y los colibrís y los trinos de las aves, con el paisaje, el entorno natural, los árboles, la vegetación, la luz y el sol.

Diseño: arq. Hernán Burbano

Cubo de las artes: elemento escultórico-utilitario previsto para integrar diversas actividades artísticas con el paisaje, el entorno natural, el calor, la luz y el sol… Se lo previó para acoger talleres y actividades de enseñanza y practica de artes plásticas (pintura, escultura, cerámica…), artes musicales (instrumentales y vocales), artes escénicas (teatro, danza, mimo)... para que la creatividad, el movimiento y el sonido se integren con la naturaleza y con los espectadores, por ello se lo pensó como un espacio transparente para que las actividades que allí se desarrollasen pudiesen ser observados desde afuera y para que quienes lo utilicen puedan vincular su actividad con la vegetación y el paisaje.   

Diseño: arq. Hernán Burbano

Laguna y puente: elemento paisajístico y escultórico-utilitario previsto para vincular las caminatas y recorridos de  los visitantes, con los otros elementos del “Rincón de los Sentidos” y con el paisaje, el entorno natural, el calor, la luz, el sol, el viento y el agua… La pequeña laguna puede ser observada desde sus costados pero sus plantas acuáticas, los peces y las ranas pueden ser vistos también desde el puente. Esta estructura puede recibir también enredaderas de diverso tipo y acoger mariposas, colibrís y muchas especies de insectos y de aves.

Diseño: arq. Hernán Burbano

Ágora y escenario: elemento utilitario previsto para integrar diversas actividades artísticas, culturales, recreativas y turísticas en medio de un acogedor entorno natural, el calor, la luz y el sol… Se lo previó para presentaciones musicales (cantantes, conciertos), artes escénicas (teatro, danza, mimo…); charlas, debates… para que la creatividad, el movimiento, la palabra y el sonido se integren con la naturaleza y con los espectadores, por ello se lo pensó como un espacio abierto, con graderíos vegetales, protegido y acogedor para que las actividades que allí se desarrollen puedan ser disfrutadas en medio de la vegetación y el paisaje natural.   

Diseño: arq. Hernán Burbano
   
Miradores asaderos: elementos utilitarios previstos para integrar diversas actividades familiares y grupales como un servicio para los usuarios y visitantes del parque. Para su uso se debe hacer una reservación previa y se estableció un pago simbólico para garantizar su mantenimiento y aseo. Cada mirador está orientado hacia uno de los volcanes que pueden ser observados desde el Itchimbía: el Cotopaxi al sur, el Antisana al este y el Cayambe al norte; pero están estratégicamente ubicados para vincularlos también con el paisaje natural del parque y de su entorno, con la ciudad, el calor, la luz, el sol, las aves, los árboles y la vegetación nativa…
 
Diseño: arq. Hernán Burbano

Cada mirador dispone de una plataforma cubierta, un par de mesas con sus respectivas bancas, una parrilla para preparar asados con campana extractora de humo y un mesón para preparar los alimentos, provisto de lavaplatos.





Diseño: arq. Hernán Burbano
Junto a estas acogedoras estructuras se construyeron instalaciones de servicios higiénicos para los usuarios.

Todas estas edificaciones se complementaron con una adecuada señalética que fue diseñada por el arquitecto Luis Bossano y su esposa la diseñadora María Isabel Castro.  
  
En general, tanto los Miradores cuanto los elementos del “Rincón de los Sentidos” fueron bien recibidos y aceptados y han sido cuidados por los usuarios del Parque…

Los contratos de administración del parque Itchimbía y del Metropolitano Guangüiltagua (que también estuvo bajo nuestra responsabilidad) finalizaron el 31 de agosto de 2010.

En casi siete años en los que el manejo integral de esos espacios públicos estuvo bajo nuestra responsabilidad, brindamos atención a más de veinticinco mil visitantes mensuales en el Itchimbía y a cerca de cien mil en el Metropolitano; ejecutamos con seriedad y responsabilidad, numerosas obras de infraestructura y múltiples actividades y servicios.

Al terminar nuestras labores en los parques, en un acto público, dejé constancia de nuestro agradecimiento al Municipio Metropolitano, a “Vida para Quito”, al personal que laboró en los parques y sobre todo a los usuarios, visitantes, vecinos, amigos e instituciones que con su apoyo y confianza hicieron posible nuestra gestión exitosa durante esos años. Tratamos -y creo que lo conseguimos- de que los dos parques fueran espacios respetuosos y acogedores del ser humano y la vida.

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