lunes, 23 de enero de 2012

Ecuador 39: Casa Suárez o “Cómo remodelar una casa cuando todavía no ha sido construida”.

 
En marzo de 1993 la revista Trama incluyó un artículo mío titulado “Residencia Suárez o Cómo remodelar una casa cuando todavía no ha sido construida” que ahora reproduzco por este medio para poder compartirlo con ustedes.

  Hojeando esa publicación recordé que, alrededor de  febrero de ese año, fui a visitar a mi amigo Rolando Moya, Director de Trama, para entregarle una copia de un texto que me había dado mi colega y amiga Nury Bermúdez, en esa época, mi alumna en la facultad de arquitectura de la Universidad Central.

El escrito que Nury me había entregado, se titulaba “Carta de una alumna a los profesores de proyectos”… me pareció un texto muy sugestivo, lleno de apreciaciones dignas de ser tomadas en cuenta y que según mi criterio debían ser difundidas entre profesores y estudiantes de arquitectura.

Rolando leyó la carta y estuvo de acuerdo en difundirla en la revista.

Me comentó que la salida del número siguiente estaba prevista para marzo de ese año y aceptó de buen agrado publicar el texto de mi alumna.

En esa ocasión nos pusimos a hablar de la casa que, con mi colega y amigo Carlos Guerrero -Carlanga- habíamos construido para mi primo Juan José en los meses previos a esa conversación.

A Rolando le pareció muy simpática la historia y me propuso que escribiera un artículo sobre la “casa Suárez” para el nuevo número de Trama. Como había tiempo suficiente, agradecí su amable invitación para escribir sobre esa obra en al revista.

El número 60 de Trama, salió de imprenta en marzo de 1993 e incluyó mi artículo que decía lo siguiente:


“Cómo remodelar una casa cuando todavía no ha sido construida”.

Mi primo Pablo abandonó momentáneamente su actividad vinculada a la sociología y la política y dedicó unos meses a construir su casa. 

Siempre había declarado su afición por la arquitectura, así es que, un buen día tomó papel y lápiz y comenzó a esbozar lo que luego de un tiempo serían planos y más tarde estructura, paredes techo y hogar.

La verdad es que estas incursiones como diseñador y luego como constructor culminaron con éxito.

Propios y extraños le felicitamos por los resultados.

Con esa primera experiencia exitosa, emprendió pronto una nueva expedición al mundo de la arquitectura cuando su hermano Juan decidió edificar su casa.

Por varias semanas mis dos primos se olvidaron de sociología y medicina y durante las noches daban vueltas a puertas, tabiques y ventanas alrededor de los muebles de sala, comedor, cocina y dormitorios.

El reto era grande pero, a pesar de ello, estos visionarios de la "arquitectura sin arquitectos" concluyeron su propuesta.

El partido técnico constructivo incluía columnas, entrepiso y cubierta de eucalipto, paredes de ladrillo y techo de teja.

Lograron que los planos fuesen dibujados, "firmados" y aprobados y los presentaron al IESS para el trámite de un préstamo hipotecario.

Cuando nos hablaron a mi amigo Carlos Guerrero  y a mí para emprender la construcción, nos vimos ante una situación muy curiosa en esto del llamado "quehacer arquitectónico".

Sugerimos unas "pequeñas modificaciones” que se podrían ir plasmando a medida que la obra fuese avanzando y luego de un acuerdo inicial con estos “colegas” iniciamos la aventura de ir remodelando una casa a medida que se construía.

Salvo una leve modificación,  mantuvimos la estructura en los ejes iniciales; cambiamos, sin embargo, el eucalipto por una solución en chanul, paredes de ladrillo revocado y algunos elementos metálicos en color. 

Planta Baja - Antes de nuestra intervención.  
Planta Baja  - Propuesta por nosotros.




Suprimimos el estudio y regularizamos la forma de la sala, el comedor y la cocina.

Redefinimos la grada y una vez arriba aprovechamos para replantear la distribución de los baños y las habitaciones. 

Planta Alta - Antes de nuestra intervención.













Planta Alta  - Propuesta por nosotros.




Desarrollamos un sistema constructivo de anclajes de metal para ensamblar dos piezas de chanul de 6 x 14 cm., tanto en la estructura portante (columnas), cuanto en las vigas de entrepiso y de cubierta.  

Ese sistema fue incluido en la tesis de maestría titulada “Tecnologías de construcción de viviendas de bajo costo” presentado por Carlos, en Oxford a fines de 1994.



Pero volvamos ahora "al rediseño" de la casa:

Cuando la estructura y las paredes estaban por ser terminadas, todavía no habíamos resuelto el tema del "aspecto" de este engendro. 

Una tarde hicimos una tormenta de ideas alrededor de un frasco, junto a Hernán Burbano quién con su excelente sentido de la arquitectura nos dio una buena mano. 

Fachada principal antes de la "remodelación"      /      Fachada principal propuesta por nosotros

Al definir las nuevas fachadas cambiaron también la volumetría general y la forma de la cubierta al igual que los detalles de puertas y ventanas.

Fachada lateral propuesta

El resultado es "bastante diferente" a lo que fue la propuesta original. Pero creemos que "también es bueno"…, (con algo de suerte, pienso… pues si bien tenemos algo de sociólogos, de cirugía estética no entendíamos mayor cosa y hemos tenido que improvisarnos).

Felizmente mi primo Juan nos está tratando los malestares hepáticos a los que esta aventura multidisciplinaria nos ha conducido.

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