Como ya he relatado, entre el 30 de septiembre y el 12 de octubre de 2001 con un grupo de colegas latinoamericanos emprendimos desde Barcelona un periplo por once ciudades de otros cinco países europeos: Lyon, Lille y París (de Francia); Bonn, Aachen, Colonia y Stuttgart (de Alemania); Liege, Brujas y Bruselas (de Bélgica) y La Haya (de Holanda).
Esta gira la programamos para buscar apoyo de diversas agencias de cooperación con miras a presentar a la Unión Europea un Programa por demás ambicioso que habíamos estructurado de forma colectiva, luego de un trabajo previo de muchos meses. El programa lo denominamos Red-Des y su nombre completo era más complicado: “Gestión local para un desarrollo sostenible: construyendo participación, conocimiento e innovación”.
“Red-Des” se iba a desarrollar durante tres años, en localidades intermedias (municipios, cantones, comunas, etc.) y zonas de ciudades grandes de siete países de América Latina (Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela); apuntaba a la formación de agentes de cambio para una gestión democrática y participativa para el desarrollo local, con énfasis en la gestión ambiental sostenible. El programa iba a ser impulsado por nueve ONGs de la región: CERES (Bolivia), POLIS (Brasil), FORO y CEHAP (Colombia), SUR (Chile), CIUDAD (Ecuador), DESCO y CIDAP (Perú) y CESAP (Venezuela).
“Red-Des” buscaba capacitar a diversos actores locales y realizar intervenciones, orientadas a solucionar necesidades acuciantes, que sirviesen para ejemplificar una gestión democrática-participativa y propiciar cambios en las políticas para un desarrollo local sostenible.
Estructuramos esa propuesta junto con Carlos Guerrero y como el monto requerido era bastante considerable, vimos que resultaba indispensable conseguir apoyo de varias agencias europeas de cooperación para poder presentarla a la siguiente “convocatoria” o “concurso de propuestas” que abriría en Bruselas, la Comisión Europea.
Conseguir su participación no era sencillo pues, no sólo debían estructurarse en Consorcio para presentar conjuntamente la propuesta, sino que debían garantizar la consecución del 15% del presupuesto, de fondos privados europeos, para que la propuesta pudiese pasar los complicados filtros del concurso. Así que decidimos emprender una gira por Europa para conseguir ese apoyo.
Planeamos el viaje con el apoyo de Carlos y los colegas de ASDE. Planificamos el recorrido, las citas, las reservaciones de hotel y la logística. Se debían prever visas, cambios de moneda (en esa época todavía no se había introducido la moneda única europea), escalas, alimentación, etc. Todos llegamos a Barcelona entre el 29 y el 30 de septiembre y del 01 al 12 de octubre realizamos ese maravilloso periplo.
Los involucrados en ese viaje fuimos: Humberto Vargas de CERES-Bolivia, Rafael Rueda de CEHAP-Colombia, Esperanza González de FORO-Colombia, Olga Segovia de SUR-Chile, Mario Vásconez y Jorge García de CIUDAD-Ecuador, Samuel Yánez de CIDAP-Perú, Abelina Caro de CESAP-Venezuela y Carlos Guerrero de ASDE-España. Arrendamos un minivan para el grupo y Tito Vargas que llegó con su esposa Natalia debió arrendar un pequeño vehículo para poder seguirnos en la gira.
En un relato anterior presenté la primera parte de este periplo que nos llevó, entre el 2 y el 4 de octubre, de Barcelona -donde nos reunimos en ASDE e INTERMÓN-, a la ciudad de Lyón, allí pasamos la noche y luego fuimos a Bonn -donde tuvimos una reunión de trabajo en EED- y a Aachen -donde se encontraba la sede de MISEREOR- y regresemos luego, a pernoctar en Bonn.
El viernes 5 de Octubre salimos a las 6 de la mañana rumbo a Colonia –distante apenas 36 Kilómetros de Bonn, pero teníamos una cita a las ocho con Michael Funcke-Bartz del Grupo de Infraestructura y Comunicación - CDG. Teníamos una vieja amistad con Michael desde hacía más de quince años, Diego Carrión de CIUDAD, Federico Arnillas de CIDAP, María clara Echeverría de CEHAP y Tito Vargas de CERES habían trabajado con él la propuesta de lo que, un par de años después, fue el Programa FORHUM, que fue originalmente presentado al Ministerio de Cooperación Alemán ente que, por diversas razones, no aprobó la propuesta. Por ello, María Clara a la sazón directora del CEHAP (a la época, un programa llamado PEVAL) que tenía financiamiento del Ministerio de Relaciones Exteriores-DSO de los Países Bajos, sugirió que lo presentáramos a ese organismo de cooperación y el programa se desarrolló en dos períodos de cuatro años con financiamiento holandés.
Por ese antecedente Michael conocía bien a cuatro de las ONGs que ahora le presentábamos “Red-Des”. Luego de escuchar nuestra explicación, no garantizó algún tipo de apoyo; ofreció que iba a explorar la posibilidad de invitarnos a alguno de los eventos programados en ALC y Europa, pues según explicó se iba a ejecutar un programa entre la CDG y organizaciones de Chile, Ecuador, Bolivia y Perú en temas de desarrollo, medio ambiente y participación, relacionados con la Agenda 21.
Fue bueno volver a toparnos con este amigo que trató de apoyarnos hace tanto tiempo, pero la conversación no dio claros indicios de un posible apoyo de la CDG a nuestra propuesta.
Con un cierto sabor agridulce, a las nueve y media salimos rumbo a Stuttgart. Recorrimos sin mayor dificultad los 390 Kilómetros que nos separaban de esa ciudad y luego de encontrar estacionamiento, llegamos a la sede de KATE, pues Gabi Wrinkler nos iba a acompañar como guía y traductora a la reunión que teníamos a las tres en el Municipio para ver la posibilidad de sumarnos a la iniciativa UR-BAL que ese ente manejaba.
Nos recibió Rainer Rothfuss, Gestor del Municipio, responsable de la Red No.8 de UR-BAL: “Control de la movilidad urbana y transporte”.
Nos aclaró que ese programa es una forma novedosa de cooperación, horizontal y descentralizada, entre Europa y América Latina, con fondos de la UE. Cada red define los temas en torno de los cuales propone proyectos que le interese desarrollar y con quién llevarlos adelante. La Red No.8 buscaba articular diversos actores: municipios, ONGs, sector privado y otros, lo cual vinculaba esas acciones con los intereses del Programa “Red-Des”. Ofreció mirar detalladamente el proyecto. Pero no logramos tampoco ningún apoyo en concreto.
Nos aclaró que ese programa es una forma novedosa de cooperación, horizontal y descentralizada, entre Europa y América Latina, con fondos de la UE. Cada red define los temas en torno de los cuales propone proyectos que le interese desarrollar y con quién llevarlos adelante. La Red No.8 buscaba articular diversos actores: municipios, ONGs, sector privado y otros, lo cual vinculaba esas acciones con los intereses del Programa “Red-Des”. Ofreció mirar detalladamente el proyecto. Pero no logramos tampoco ningún apoyo en concreto.
A las cinco y media regresamos a KATE para una reunión de trabajo con Günter Koshwitz Angela Giraldo, Gabi Wrinkler y otro colega llamado Udo de quién no recuerdo el apellido. Ellos plantearon una serie de interrogantes de importancia que fueron clarificadas por los colegas de Red-Des. Quedó claro que el “valor agregado” de la propuesta subyacía en tres puntos principales: a) una visión política-estratégica compartida, b) la búsqueda de desarrollo conceptual y metodológico para aportar a procesos complejos y superar los límites de los clásicos proyectos con recursos y tiempos finitos, actividades prefijadas por el proyecto y no por los requerimientos sentidos y poca sostenibilidad futura y c) la búsqueda de construir puentea de diálogo sur-sur, sur-norte y norte-norte.
Günter expresó que veía con simpatía la iniciativa “Red-Des” a la que calificó como el ejercicio de una “nueva diplomacia”; añadiendo que eso era una fortaleza para la obtención de resultados en la propuesta de cooperación con la UE y expresó su disposición para apoyarla. Sugirió, sin embargo que debíamos mejorarla y complementarla. Salimos muy contentos habíamos por fin, logrado un apoyo explícito.
A las ocho y media de la noche fuimos con los amigos de KATE a una agradable cena a la que nos invitaron en el Museo Rosa Luxemburgo. Nos retiramos temprano porque al día siguiente muy íbamos a emprender el recorrido de Stuttgart a Bélgica y nos esperaba una larga jornada de carretera.
Así pues el sábado 6 de Octubre, a las ocho de la mañana salimos hacia Liége, ciudad a donde llegamos para pasar la noche, luego de 500 Kilómetros de recorrido. Agotados, arribamos como a las siete y media de la noche. Unos minutos antes de llegar al hotel se produjo una pequeña disputa en relación a calle que debíamos tomar. Vimos que la paciencia se nos estaba agotando así que una hora después, nos reunimos para una primera reunión de evaluación de la gira.
En esa reunión se plantearon algunos temas de convivencia que ya se fueron presentando por el estrés y la fatiga producto de las largas jornadas, la vida en la carretera y las reuniones de trabajo. Decidimos ser más flexibles y pacientes y escucharnos un poco más, para que los errores no nos impactasen demasiado. Los tiempos entre una cita y otra, eran demasiado estrechos y el cansancio del viaje estaba resultando muy duro, no habíamos tenido tiempo para nada.
Se analizaron temas aparentemente triviales como el de los ronquidos de algunos colegas que impedían el descanso de sus compañeros de habitación. Pero también se plantearon temas más importantes como hacer mas explícitas en las siguientes citas: la metodología del proyecto; la forma prevista de administración y coordinación; la forma como pensábamos debería ser la estructura del consorcio europeo, etc. Vimos que habría que modificar la propuesta después de la gira y para eso todos tendríamos que asumir responsabilidades
Creo que esa reunión tuvo un buen efecto de catarsis colectiva, pudimos expresar ciertas pequeñas incomodidades y reclamos no expresados -justos o no- pero, al guardárnoslos se iban acumulando y podían llegar a generar fricciones. Terminamos tomándonos una cerveza y nos abrazamos para retomar la gira con el mismo espíritu que al inicio de este duro recorrido.
Decidimos que al día siguiente, el domingo 7 de octubre, en vez de quedarnos descansando en el hotel como habíamos previsto, iríamos de turismo a la bella ciudad de Brujas. Salimos a una hora menos estresante, a las 9 de la mañana, con toda calma y recorrimos despacio y por encantadores caminos vecinales, los 100 Kilómetros que nos separaban de esa ciudad.
Pasamos un día formidable, conocimos los canales y las magnificas edificaciones de Brujas, comimos bien y en la noche, como a las siete tomamos rumbo a Bruselas a donde llegamos a las ocho y media. Esa jornada sirvió para disipar las tensiones y nos permitió recobrar fuerzas para lo que todavía nos faltaba.
El lunes 8 de Octubre, a las 9 y media teníamos una cita en las oficinas de la Comisión Europea. Nos recibió Orlando Paleo, jefe del Escritorio para América Latina. Este funcionario nos explicó que no se podía garantizar o esperar la aprobación inmediata de una propuesta tan compleja a veces se debía esperar uno o dos años antes de tener una respuesta en lo financiero.
Le pareció bien que hayamos optado por la alternativa de presentar una propuesta compleja como la de “Red-Des” en dos módulos pues ello, no sólo permitía ampliar la cobertura geográfica (incorporando otros países de la región) sino la participación de más ONGs; por ello incluso, sugirió que para tener más posibilidades, la propuesta que debería ser presentada al concurso que iba a convocar la CE, debería presentarse en tres sub-proyectos (Red-Des A, Red-Des B y Red-Des C) relacionados e integrados entre sí. Aunque se trataba de una sola propuesta, cada uno de los sub-proyectos (módulos) sería presentado por una ONG europea como cabeza de consorcio.
Salimos bastante esperanzados de esta reunión aunque con la responsabilidad de tener que repetir el arduo trabajo de “partir” la propuesta en tres partes.
A las once tomamos nuevamente el volante y emprendimos el viaja hacia La Haya. Llegamos a las seis y media de la tarde luego de sortear los complejos sistemas viales holandeses. El recorrido era de apenas 170 Kilómetros pero en varias ocasiones tuvimos que detenernos y analizar mapas y señales para no confundirnos en una maraña de puentes, pasos elevados, cruces y autopistas endiabladamente complicados.
Dormimos en Scheveningen a donde insistí en regresar pues, un año atrás, estuve allí en un pequeño hotel con mi colega y amigo Rodrigo Barreto y mi hija Manon, que vino de Irlanda donde estaba viviendo, para fungir de traductora de Rodrigo en el Segundo Foro Mundial del Agua que se desarrolló en la Haya.
El martes 9 de Octubre a las once de la mañana tuvimos una reunión de trabajo en CORDAID con Ben Krommendijk, Director del Departamento de América del Sur.
Ben nos comentó que CORDAID está buscando concentrarse en temas regionales como la participación política (aspecto en el cual concordaba con la propuesta del Red-Des).
Nos aclaró sin embargo que, en febrero de 2002 CORDAID deberá presentar al gobierno de los Países Bajos su Plan hasta el 2006 en el marco de una gran restricción presupuestaria. Por ello, estaban enfrentando una compleja discusión interna para la definición de prioridades; nos aclaró que en ese contexto, el panorama no era muy alentador, pues implicaba tomar decisiones dolorosas como el retirar la cooperación de varios países aún a sabiendas de su situación de pobreza.
Nos ofreció revisar el documento de la propuesta, en el departamento de América del Sur y discutir allí, cuáles podrían ser las disponibilidades internas de apoyarla y de sumarse al grupo de Instituciones que brindarán apoyo al Proyecto.
Caminamos un poco por la ciudad y comimos al apuro en un kiosco en una agradable plaza, pues a las dos de la tarde teníamos que dirigimos a n(o)vib para una reunión de trabajo con Eliane Faerstein del Bureau América del Sur. Teniá una vieja amistad con Eleaine, primero porque es brasilera y luego porque ella nos apoyó anteriormente un programa muy bonito llamado "Haciendo Ciudad", que ejecutamos conjuntamente con "Fedevivienda" de Colombia.
Eliane nos escuchó detenidamente y luego nos comentó que a pesar del interés de n(o)vib por apoyar la propuesta, veía un tanto apretado considerarla en el corto plazo pues en octubre de 2001 debían fijar las prioridades para el 2002.
Nos ofreció analizar las posibilidades de sumarse al grupo de Instituciones que brindarían apoyo al Proyecto pero, nos dijo, no podría dar una respuesta definitiva hasta noviembre. Nos adelantó sin embargo que desgraciadamente, en n(o)vib se estaba reduciendo el apoyo para América Latina y aumentando la cooperación para el África, así que no quería darnos falsas expectativas.
Nuevamente, con más desilusión que optimismo, a las cinco y media de la tarde salimos de La Haya hacia el sur, en dirección a la frontera belga y luego a la francesa. Llegamos a Lille a las nueve de la noche completamente agotados luego de un día entero de reuniones y de haber recorrido más de 300 Kilómetros de carretera.
En Bélgica hicimos una parada para intentar comprar música, pues el único casette que teníamos era uno de Manu Chao que escuchábamos una y otra vez, en la carretera.
Manu Chao es un cantautor francés nacido en París de padre gallego y madre vasca. Con su hermano y su primo fundaron el grupo Mano Negra, que triunfó en Francia y en Latinoamérica con “Mala vida”. Tras una larga temporada en el grupo comienza su carrera como solista. Manu Chao es políglota pero canta principalmente, en español, francés e inglés, cambiando de idioma a menudo en la misma canción. Su música tiene muchas influencias: rock, chanson francesa, salsa, reggae, ska y raï argelino. Recibió estas influencias de inmigrantes en Francia, de sus raíces ibéricas y de sus recorridos por América Latina.
El casette que oíamos sin parar, era “…próxima estación… Esperanza”, que incluía movidas canciones como. “Me Gustas Tú”, “Papito”, “La Chinita”, “La Vacaloca”, “Infinita Tristeza” y, por supuesto, “…próxima estación… Esperanza”. Mis colegas expresaron que ya no soportaban esa música, por eso tratamos de comprar otros casettes, pero en Bélgica nos dijeron que desde hacia años era ya imposible conseguir casettes de venta. Los CDs habían acabado con esa forma de difusión de las grabaciones musicales.
Con suerte Tito tenía el mismo problema en su carro. Ellos habían escuchado una y otra vez un casette de Dalida y estaban hartos de esa intérprete. Realizamos el intercambio a la salida de Bruselas, así que el resto del viaje ellos pudieron escuchar hasta la saturación a Manu Chao y nosotros un viejo casette de esa cantante de origen italiano que hizo la mayor parte de su extensa carrera profesional en Francia.
Dalida, nacida en El Cairo, llegó a triunfar internacionalmente cantando en francés, en italaino y otros idiomas, fue primera mujer que recibió un disco de diamante y más de cincuenta discos de oro en reconocimiento la cantidad de copias vendidas a lo largo de su carrera. Entre sus éxitos más conocidos están “Bambino”, “Ciao Amore Ciao”, “Je Suis Malade”, “Darla Dirladada”, “Gigi l'amoroso” y “Paroles”…
El miércoles 10 de Octubre salimos de Lille a las seis de la mañana pues teníamos nuestra siguiente cita en Paris a las once. A pesar de que teníamos que recorrer sólo 200 Kilómetros planeamos salir temprano por el temor de confundirnos o perdernos en la entrada a París, en el periférico o en el las calles cercanas al GRET a donde debíamos llegar y encontrar parqueo en medio de ese tráfico harto complicado.
Sin embargo no tuvimos problemas; llegamos a las nueve y media y aprovechamos para dejar el equipaje en el hotel, antes de dirigirnos a la reunión.
A las once tuvimos la reunión prevista en el GRET con Serge Allou, Jaques Monvois, Virginie Rachmuhl-Berroa y Christian Castellanet .
Quedó claro que el apoyo que GRET podía brindar a una propuesta como la de Red-Des no era tanto en el aspecto financiero cuanto en la construcción de sinergias. Serge planteó más interrogantes que respuestas: ¿cómo articular las formas de cooperación actual entre Francia y América Latina?, ¿cómo inventar nuevas formas de cooperación y colaboración?; planteó que un proyecto de esa naturaleza demandaría pensar adecuadamente su integración operativa y el planteamiento de orientaciones estratégicas para su mejor desarrollo.
Manifestó su interés en la propuesta y en colaborar a nivel europeo para conseguir recursos para apoyarla. El GRET nos ofreció hacer una carta de intención apoyando la propuesta pues le pareció un gran reto el generar un consorcio europeo (el poder actuar en interacción con otros entes europeos hacía más atractiva la propuesta).
A las dos de la tarde compartimos un agradable almuerzo al que nos invitaron los colegas del GRET, con un menú típicamente francés, acompañado -no faltaba más- por varias garrafas de buen vino tinto. Fue muy grato volver a encontrarnos con Serge, ahora Director del GRET pues el fue cooperante primero en CIUDAD y luego en CIDAP, varios años atrás.
En la noche nos reunimos, también alrededor de una comida agradable para hacer la segunda evaluación de la gira.
El jueves 11 de Octubre a las ocho mantuvimos un desayuno de trabajo con Gustave Massiah representante de CRID y Lilia Santana de AITEC.
Les pareció muy interesante la estrategia de armar una gira y formular un proyecto para presentar a las posibles contrapartes. Ambos manifestaron su interés en apoyar la propuesta; Gustave se comprometió a traducirla al francés y difundir en las diversas redes en las que participa, el resumen del Proyecto y las coordenadas de los Centros de Red-Des. Lilia Santana de AITEC (Asociación internacional de técnicos, expertos e investigadores) también nos ofreció difundir la propuesta entre los asociados para buscar formas de cooperación.
A las nueve de la mañana los colegas salieron de París rumbo a Lyon. Jorge y yo nos quedamos en Paris pues nuestro avión de regreso salía de esa ciudad y no tenía sentido hacer el resto del recorrido hasta Barcelona.
Carlos dejó su función de copiloto y asumió su papel de conductor para esa jornada de 540 kilómetros hasta Lyon. Tito le seguía en el carro pequeño. Llegaron a esa ciudad a las 18h30 luego de una parada técnica para visitar “une cave” en Savigny y poder adquirir unas pocas botellas de vino.
Emprendieron, el viernes 12 de Octubre, el tramo final Lyon –Barcelona desde las 08h00 hasta las19h00 pues el recorrido era de más de 660 Kilómetros.
En total yo había conducido más de 3.000 Kilómetros y Tito, Carlos y los demás colegas completaron 4.336 Kilómetros de recorrido. Este viaje fue una verdadera prueba para la resistencia física y emocional de todos. La última noche, todos pudieron descansar merecidamente, en Barcelona para emprender al día siguiente, el regreso a sus respectivos países.
Luego de todo ese esfuerzo nos volvimos a reunir en Cochabamba para “partir” el proyecto en tres partes: “Red-Des (A)”: “Formulación de Planes de Acción para el desarrollo local” y “Fortalecimiento de redes y construcción de sinergias”; “Red-Des (B)”: “Capacitación para la gestión local con el ejercicio de una ciudadanía plena” y “Fortalecimiento de redes y construcción de sinergias” y “Red-Des (C)”: “Proyectos de intervención para la visibilidad de una gestión local participativa” y “Fortalecimiento de redes y construcción de sinergias”.
La propuesta fue presentada a la Comisión Europea con el apoyo de CORDAID, KATE y GRET; cada uno como cabeza y los otros como miembros del Consorcio de ONG europeas que presentaban las tres propuestas.
La documentación pasó varios meses en análisis y finalmente en febrero de 2004 su aprobación fue negada.
La Comisión Europea envió una breve nota a KATE, pidiendo que comunicara esa decisión a CORDAID y al GRET. En ella se precisaba: “El proyecto es interesante. Muestra que parte de una investigación de base y no sólo de un intento de gestionar proyectos. Sería útil disponer de más detalles sobre los proyectos piloto. Hay la necesidad de explicar los fondos provenientes del proyecto. El solicitante debe explicar en detalle cómo se propone gastar los montos de los rubros "Proyectos semilla" e "Intervenciones municipales", que asciende a 675.000 euros y la forma en que se va a supervisar los retornos, así como a los beneficios que dejarán esas sumas, incluyendo los beneficios potenciales de los proyectos piloto. El proyecto parece demasiado complejo, teniendo en cuenta el número de países que pretende cubrir”.
Con ese pequeño párrafo tan ambiguo, que no aclaraba en absoluto el porqué de la negativa de la CE de apoyar la Propuesta, concluyó este formidable esfuerzo de más de tres años.
La desazón y el mal sabor que nos quedó en la boca, fue parecida -supongo- a la que sentimos siempre, luego de la participación de nuestros equipos en los campeonatos mundiales de fútbol: los dirigentes dicen al final: “lo importante es que hemos ganado experiencia”… pero la gente suele decir: “jugamos como nunca, pero perdimos como siempre”… En fin...
“Red-Des” fue una linda experiencia; jugamos bien, ganamos experiencia, perdimos… Otra vez será.
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